El deporte burgalés está que lo rompe. Mientras muchas provincias españolas suspiran por tener becado a alguno de sus deportistas en un centro de alto rendimiento de los que existen actualmente repartidos por todo el país, Burgos puede presumir a día de hoy de contar con una media docena de promesas de nuestro deporte que entrenan a diario en el CAR Joaquín Blume de Madrid y que, en la mayoría de los casos, ya han logrado éxitos importantes en sus respectivas disciplinas.
Hablamos de dos atletas como la arandina Celia Antón (medio fondo) y Marina Peña (marcha atlética), del arquero Pablo Acha (tiro con arco), el tirador o esgrimista Álvaro Ibáñez (esgrima), el luchador Mario Alonso (lucha libre olímpica) y el palista Miguel Núñez (tenis de mesa).
De edades comprendidas entre los 23 años de Álvaro Ibáñez y los 16 de Miguel Núñez, el más joven de los nuestros, todos disfrutan de una beca deportiva y se alojan en la residencia para reportistas del propio centro, siendo ambos respectivamente el más veterano en años de estancia en el CAR de Madrid -esta es la sexta temporada de Ibáñez- y el que menos tiempo lleva en él –solo dos en el caso de Núñez-.
Aunque ninguno ha estado libre de lesiones durante estos años –Celia Antón y Marina Peña podrían escribir un libro al respecto-, todos han sido capaces de sobreponerse a los contratiempos y cuentan ya con títulos de campeones de España y, en la mayoría de los casos, han conseguido también sus primeros éxitos a nivel internacional.
El más reciente, el subcampeonato de España de 3.000 metros logrado por Celia Antón el pasado 16 de febrero, gran resultado que dará paso a su participación en el Europeo absoluto de pista cubierta.
A más largo plazo, al igual que sus compañeros, tiene fijado su sueño en unos Juegos Olímpicos. “Tokio está a un año vista y creo que voy por buen camino, pero hay que ir con calma”, asegura Celia.
Los que cuentan con una mayor experiencia internacional son Álvaro Ibáñez y Pablo Acha, que ya ha competido en varios Europeos y Mundiales en todas las categorías y también tienen su mente en Tokio. “Es muy complicado ir a unos Juegos porque las plazas son limitadas y hay que hacerlo muy bien en las Copas del Mundo, el Europeo y el Mundial, así que no es fácil”, señala Ibáñez; en tanto que para Acha no será más sencillo. “Primero tendré que asegurarme una plaza en la selección y luego lograr la clasificación para Tokio en el Mundial, lo que aseguraría tres plazas”.
Más jóvenes son Marina Peña, Mario Alonso y Miguel Núñez, todos ellos campones de España en sus deportes. Los Juegos de 2020 les llegan quizá un poco pronto, pero nadie les va a negar su sueño de ir a los de París 2024.
Para ello están trabajando.
