Concluido el protocolo de premiación de la 42.ª Vuelta Ciclista Internacional a Burgos, celebrada la ceremonia de su último podio de campeones con el joven corredor belga Remco Evenepoel (20 años) en todo lo alto -sin duda una estrella en ciernes para la próxima década-, llega el momento de la reflexión y el análisis de todo lo que ha costado esta vez llevarla a cabo. Una empresa que, si ha sido posible, lo ha sido en gran medida al gran esfuerzo organizativo del Instituto para el Deporte y la Juventud de la Diputación Provincial de Burgos.
Y a la cabeza de todo el equipo, Marcos Moral Cano, el director de la Vuelta a Burgos desde hace 12 años tomando el relevo como tal del grandísimo Gregorio Moreno ‘Tito’, fallecido el 14 de septiembre de 2008, y junto al que tanto aprendió para poder decir, ahora tranquilo, que lleva «metido en la organización desde su primera edición, los 42 años, y sin duda es gracias y en honor a Tito Moreno».
Por eso nadie mejor que el propio Marcos Moral, presidente de la AEOCC (Asociación Española de Organizadores de Carreras Ciclistas) desde 2012 y Medalla de Bronce 2014 al Mérito Deportivo otorgada por el Consejo Superior de Deportes, para realizar el balance de la prueba recién concluida en el alto de las Lagunas de Neila, su ya clásico final que durante unas horas capta la atención del ciclismo mundial.
¿Satisfecho de cómo se ha desarrollado la 42.ª Vuelta a Burgos?
Sin duda. Era todo un reto para nosotros a nivel organizativo, casi como si la tuviéramos que realizar por vez primera, y por eso solo puedo tener palabras de agradecimiento para todo el equipo del Instituto para el Deporte y la Juventud por cómo se ha volcado en la organización, desviviéndose durante los últimos meses; y también para toda la Diputación Provincial de Burgos, con su presidente César Rico a la cabeza, por haber apostado finalmente por la celebración de la Vuelta a Burgos y confiar en nosotros.
El gran reto eran las enormes medidas sanitarias y de seguridad que debían implementarse. ¿Ha salido al menos para estar satisfechos con el resultado final?
Creo que los resultados a la vista están. Yo siempre confesé, desde el principio, los grandes temores que tenía respecto a la realización de la carrera viendo cómo estaba evolucionando la pandemia, y por eso desde el inicio fuimos muy precavidos y lo estudiamos todo muy a fondo. Pero nunca tiramos la toalla y con el asesoramiento de la UCI, la ayuda del Consejo Superior de Deportes y el apoyo de Unipublic, empresa organizadora de la Vuelta a España, creo que hemos pasado el examen con creces.
¡Además, con una repercusión a nivel internacional como nunca hasta ahora, en sus 42 años de vida, había tenido la Vuelta a Burgos!
Así es. Hemos tenido más medios de comunicación extranjeros acreditados que nunca, numerosas televisiones de todo el mundo, más que nunca, han solicitado la señal de la carrera, y en definitiva hemos centrado durante cinco días la atención de todo el ciclismo mundial. Burgos ha estado así presente en todo el mundo y es para esta satisfechos.
Respecto a los partes epidemiológicos, no ha habido ningún positivo por COVID’19 pero sí fueron apartados cinco ciclistas, dos antes del inicio de la prueba y tres tras la primera etapa. ¿Era algo que podía pasar?
Así es. Empezando por lo primero, contagios no ha existido ninguno y positivos por COVID’19 tampoco, así que el resultado no ha podido ser mejor. A partir de ahí, los conatos que existieron en el Israel Start y el UAE Team Emirates se frenaron aislando a los corredores y realizándoles nuevos test PCR a los que también dieron negativo, pero el riesgo no se podía correr una vez que se supo que habían tenido contacto con personas que sí habían dado positivo. Creo que no se puede pedir mucho más.
¿La organización encontró siempre la colaboración de los 22 equipos, su entendimiento de la situación y de las medidas a tomar?
Siempre. Su colaboración ha sido máxima y llena de paciencia. El día antes del inicio tuvimos una reunión al respecto con los directores de los equipos y otra reunión con los médicos, y a todos ellos se les explicaron las medidas sanitarias que debían adoptarse durante la carrera y la creación para ello de una Comisión COVID19. Todos los integrantes de cada equipo venían con el resultado negativo de los test PCR a los que previamente debían haberse sometido, pero además la posible incidencia se hizo extensiva respecto a las personas con las que hubieran tenido contacto en los últimos días o ya incluso en Burgos mismo, y de ahí esas bajas de los cinco ciclistas.
¿Qué impresión cree que se ha llevado Carmelo Astigarraga, el Comisario Internacional designado por la UCI para hacer el seguimiento de la Vuelta a Burgos y realizar el posterior informe?
Espero y confío en que muy buena. La Unión Ciclista Internacional había designado en principio a un comisario internacional de Estados Unidos, pero debido al coronavirus entendió que no debía arriesgarse a enviarlo a España y al final designó a Carmelo Astigarraga, un comisario de la UCI del País Vasco con muchos años ya de experiencia a sus espaldas. Además, todos los demás jueces han sido de Castilla y León, igualmente para evitar posibles contagios si venían procedentes de otros puntos de España, y su trabajo ha sido sensacional. Tanto Astigarraga como los jueces han estado muy involucrados en todo el operativo organizativo y de seguridad y espero que su valoración sea buena.
¿Haber superado el reto de hacer la Vuelta a Burgos en el año marcado por el COVID19, además con la gran participación y repercusión que ha tenido, puede ser el paso que hacía falta para que por fin la UCI la incluya en la máxima categoría, entre las pruebas World Tour?
Pues después de tanto tiempo pelando por ello, es algo que ahora mismo me preocupa cero. No está en nuestras manos, sino en las de la UCI, y nosotros seguiremos luchando para conseguirlo, pero no me quita el sueño.
Remco Evenepoel-Mikel Landa-Joao Almeida. ¿Contento con el podio?
Sin duda. Si me lo dicen al principio, no me lo hubiera creído. Estamos hablando de una figura consagrada como Landa, que ya ha ganado la Vuelta a Burgos, y de dos jóvenes con 20 y 21 años, además compañeros de equipo, que van a ser dos de las estrellas del ciclismo mundial durante las dos próximas décadas. Así que más no se puede pedir.
Quizá el aficionado esperaba más del gran equipo que traía el Movistar Team, con Alejandro Valverde, Enric Mas y Marc Soler a la cabeza. ¿Le ha decepcionado un poco?
No, para nada. El Movistar siempre ha traído grandes equipos a la Vuelta a Burgos y ahí están sus resultados durante estos años atrás. Lo que puede haber pasado es que su preparación va encaminada a llegar bien al Tour de Francia y esta vez han buscado en Burgos ir afinando su puesta a punto. Valverde lo dio todo el primer día, en la subida al Castillo de Burgos, y ha ganado ya dos veces nuestra prueba, así que siempre le estaremos agradecidos. Además, yo dije el primer día que favoritos al triunfo final había muchos, pero que para mí favoritos eran los 154 que iban a tomar la salida, ya que para todos ellos era ya un éxito estar en Burgos.
En cuanto al Burgos BH, el equipo de casa. Ha metido hombres en todas las escapadas, pero le ha faltado la puntilla. ¿Contento con su labor?
Tiene que estar muy contento con el papel que ha hecho porque se les ha visto en cabeza en todas las etapas. Al final no han podido lograr el premio de ganar una de ellas o una clasificación alternativa a la general, pero es que no era fácil con la calidad de equipos que hemos tenido, 14 de ellos World Tour. De hecho pudimos haber traído alguno más, pero preferimos apostar por los equipos Continental españoles, caso del Kern Pharma y el Kometa Xtra, y han respondido perfectamente metiéndose también en todas las escapadas y dándole alegría a la carrera.
Por último. Se conocía estos días que la Vuelta a Burgos de Féminas ha logrado el ascenso a la categoría UCI World Tour, justo lo que lleva 42 años peleando la prueba masculina. ¿Contento por ello?
Contento, desde luego, pero también consciente de que ahora va a aumentar la exigencia, el compromiso y la responsabilidad de tener que hacer las cosas bien. Es lo que siempre hemos hecho en el Instituto para el Deporte y la Juventud, y ahí está el Cross de Atapuerca, por ejemplo. Somos muy exigentes y ahí están los resultados, aunque siempre se puede hacer mejor.