Corría la temporada 2009-10 y el Burgos Club de Fútbol mantenía entonces dentro de su estructura una sección de fútbol sala integrada por un equipo masculino emanado del extinto Burgos FS y que militaba en la Primera División Nacional, la actual Segunda División B. Dicho equipo lo entrenaba el mítico entrenador burgalés Taxio Gutiérrez Toledano, que años atrás había dirigido al Benircaló FS durante una temporada en la División de Honor Plata y dos en la mismísima División de Honor.
Fue para él su última experiencia con el fútbol sala burgalés antes de abandonarle por el fútbol 11, en el que ha estado implicado durante los diez últimos años, hasta ahora. Porque este pasado fin de semana Taxio volvía a experimentar lo que es dirigir un partido de fútbol sala, a pie de banquillo y a cubierto, en una pista de 40 x 20 metros, como primer entrenador del novedoso equipo del CD Bupolsa que se estrena esta temporada en la Primera División Regional de Aficionados, en la que también milita un equipo el Grupo ATU FS La Amistad.
Al frente del mismo se estrenó con un empate (5-5) ante el Inter Sala de Salamanca, partido disputado en el polideportivo Carlos Serna y que quedará ya grabado en su historial deportivo como el encuentro de su regreso al fútbol sala una década después. Un retorno que el CD Bupolsa ha hecho posible tras tres temporadas llamando a la puerta de Taxio.
«Hace dos años, Carlos Cámara, presidente del Bupolsa, me dijo que si quería hacerme cargo del equipo femenino, pero rechacé su oferta porque estaba muy implicado con mi labor de coordinador en el CD Alfoz de Quintanadueñas. El año pasado me lo comentó también, pero para llevar el equipo masculino que iba a crear, pero al final el equipo no salió. Y finalmente, hace unos meses Óscar Juez, responsable de fútbol sala en el Bupolsa, me volvió a tentar de nuevo y esta vez dije que sí. El fútbol de base parece que no va a arrancar, así que de momento lo puedo compaginar con mi responsabilidad en Quintanadueñas«, resume Taxio sus tres años de flirteo con el CD Bupolsa.

Diez años de fútbol: Burgos CF, Burgos UD, Briviesca y Quintanadueñas
Desde que en 2010 dio el salto al fútbol, estuvo primero en el Burgos CF dentro del cuerpo técnico del primer equipo, primero con Carlos Tornadijo y luego junto a Julio Bañuelos, un equipo que acabaría logrando el ascenso a Segunda B tras superar en la eliminatoria definitiva al Lanzarote. Luego dirigió una temporada al equipo de la Liga Regional Juvenil, otra al equipo de esta misma categoría pero del Burgos UD -con el que logró el ascenso a Liga Nacional-, y también una campaña al CF Briviesca en Regional Aficionados al tiempo que iniciaba su labor como coordinador del Alfoz de Quintanadueñas.
Una etapa en la que también le dio tiempo para realizar el curso de Entrenador de Fútbol de Nivel III, la máxima categoría nacional y la misma que él mismo posee en fútbol sala, «pocos entrenadores de España pueden decir lo mismo», asegura orgulloso Taxio; y que le llevó a implicarse de forma definitiva en el fútbol 11. Y desde entonces han pasado ya diez años. Hasta ahora.
«Tenía ganas de volver a entrenar y dirigir a un equipo de fútbol sala y la verdad es que estoy muy ilusionado, como un niño con zapatos nuevos. Me siento, incluso, rejuvenecido -se ríe-, porque es una forma de traer al presente tiempos pasados que fueron muy felices para mí, y así puedo volver a poner en práctica la teoría y la táctica del fútbol sala, así que muy contento por ello», asegura.

Rodri Ercilla, su faro en la pista
Su nuevo equipo, el CD Bupolsa de la Primera División Regional de Aficionados, se gestó durante los últimos meses pero solo hace unas semanas pudo empezar a entrenar, cuando por fin la Federación Territorial de Fútbol pudo organizar la competición y recibir el visto bueno desde la Junta de Castilla y León para su puesta en marcha.
«Llevamos mucho tiempo de preparativos pero solo un partido disputado, el del pasado fin de semana y que era ya de la 4.ª jornada. Estuvimos muchas semanas entrenando por distintas instalaciones, en polideportivos de pueblos cercanos a Burgos e incluso en la pista al aire libre que hay detrás del Alcampo, pero por fin desde hace dos semanas ya podemos entrenar en el Carlos Serna y jugar en este polideportivo nuestros partidos como local», relata Taxio Gutiérrez.

Un equipo gestado tras una convocatoria pública y una serie de entrenamientos para ir realizando la selección definitiva, pero cuyos jugadores es la primera vez que juegan juntos. «Por eso cada sesión de entrenamiento es muy importante para nosotros. Además, la mayoría no había jugado al fútbol sala a este nivel de exigencia, así que cada partido que juguemos va a ser un aprendizaje más para todos ellos».
Bueno, todos menos uno, Rodri Ercilla, que tras abandonar el Círculo BigMat Fontecha de la Segunda División B se ha convertido, a sus 38 años, en el jugador referencia del equipo y el que tirará de experiencia para servir de espejo en el que se fijen sus compañeros. Él será, sin duda, el gran apoyo de Taxio para tirar de todo el equipo en los momentos delicados de cada partido.
Estreno agridulce: 5-5 después de ir ganando 4-0 y 5-2

El CD Bupolsa disputó el pasado sábado su primer partido de la temporada, ante el Inter Sala de Salamanca y con resultado final de empate (5-5), pero les supo a poco a Taxio y sus jugadores, ya que encajaron el quinto gol de su rival a falta de un minuto para el final.
«Empezamos de una forma fenomenal, poniéndonos 4-0 por delante, y luego fuimos ganando también hasta por 5-2, pero lograron empatarnos. El cansancio nos pasó un poco de factura, pero la respuesta de los chicos fue buena y cualquiera de los dos equipos podía haber ganado. Ya hemos roto el hielo y ahora hay que seguir trabajando duro en cada entrenamiento y no marcarse más reto que el del siguiente partido«.
Y es que Taxio Gutiérrez tiene muy claro cuál debe ser el objetivo del CD Bupolsa. «Lo único importante es dar continuidad al proyecto de fútbol sala del club. Es el primer año de este equipo masculino y a partir de ahora hay que poner la base para seguir creciendo y de cara al futuro poderse marcar otras metas mayores», concluye uno de los referentes del fútbol sala burgalés.