Empezando a asimilar lo conseguido este pasado domingo en Almendralejo, el ascenso del Burgos Club de Fútbol a la Segunda División, el capitán del conjunto blanquinegro, Eneko Undabarrena (10 de marzo de 1993, Bilbao), es un hombre feliz tras su regreso a la capital burgalesa, en la que este lunes él y sus compañeros de equipo eran vitoreados por su afición en El Plantío, y este martes seguirán recibiendo aplausos de agradecimiento en la recepción que el Ayuntamiento de Burgos le va a brindar al club blanquinegro.
A sus 28 años, y con contrato en vigor con el Burgos CF para la próxima temporada, el futbolista vizcaíno analizaba solo unas horas después del éxito culminado con la victoria ante el Athletic de Bilbao B por 1-0, todo lo vivido durante un año duro que acaba muy bien, y cómo encara el futuro, en el que volverá a defender la camiseta burgalesista.
¿Días de muchas emociones?
Sin duda, no es para menos. El domingo, en el campo nada más acabar el partido, estaba realmente emocionado porque acabábamos de conseguir el ascenso a Segunda tras un año complicado en el que tuvimos que remar mucho, y sobre todo porque habíamos superado dos partidos de play off a cara o cruz en los que sabías que estabas en el alambre. Y por eso cuando acabó el partido, exploté, pero por suerte fue de alegría e ilusión.
¿Era mucha la tensión acumulada?
Sí, desde luego. Lo hablamos los jugadores tras acabar el encuentro, en el que estuvimos más tranquilos que en el choque ante el Calahorra, en el que el exceso de favoritismo que se no dio desde el principio nos hizo tener una presión extra que sobraba y nos agarrotó. Sin embargo, ante el Athletic B fuimos más valientes, más atrevidos, más nosotros, y encaramos mucho mejor el partido. Creo que fuimos bastante superiores.
Sois uno de los cuatro clubes de un total de 102 de Segunda B que han logrado el ascenso. ¡Más complicado, imposible!
Así es. Yo creo que es algo que tiene un mérito enorme, y por eso la palabra responsabilidad que se nos cargaba encima no me gustaba, porque otros muchos clubes con el objetivo de ascender se han quedado el camino. De hecho todo lo vivido en Almendralejo y a lo largo de toda la semana, incluso aunque al final no hubiéramos ascendido, era personalmente para sentirme un privilegiado. Ver a tanta gente, más de 2.000 burgaleses, desplazándose hasta Extremadura para animarnos, es un privilegio, no una responsabilidad. Evidentemente querías que acabara bien la película, porque nos lo merecíamos, pero somos futbolistas y sabíamos que podían pasar las dos cosas.
¿El ascenso compensa los malos ratos vividos a lo largo de la temporada?
Sin duda, compensa muchísimo y además es un éxito de todos. Incluso me voy más atrás de mi llegada al Burgos, a los que salvaron ese play out ante el Linares para no descender, y a los que estuvieron como entrenadores en mis dos temporadas anteriores, Mateo, Óscar Río ‘Fosky’, Estévez, Salmerón, y de todos los jugadores que han pasado por el equipo estos últimos años. Todos lo quisimos hacer mejor de lo que lo hicimos en estas últimas campañas, tratando de que la afición se sintiera orgullosa de nosotros, y creo que todos ellos, en mayor o menor medida, tienen parte de culpa en este ascenso a Segunda División.
Tiene contrato en vigor. ¿Le veremos defendiendo el escudo del Burgos Club de Fútbol en Segunda?
Por supuesto. Aquí soy muy feliz, lo he dicho muchas veces, y cuando las cosas me van bien en un sitio no contemplo cambiar. Cuando vine al Burgos lo hice tras haber jugado un play off, y cuando eso sucede siempre tienes más ‘novias’, y elegí el Burgos CF aunque en esos momentos seguramente no era el mejor proyecto deportivo que tenía sobre la mesa. Estaba confiado de que podía salir bien, y a pesar de haber pasado momentos malos, no me arrepiento de ello. Lo seguiría haciendo mil veces.
¿Le ha sorprendido cómo se ha enganchado la afición con el equipo, sobre todo gente joven que va a ver al Burgos por vez primera en Segunda División?
Pues sí, y me genera muchísima alegría. Recibir mensajes de gente joven que es muy pasional, y que te dé las gracias porque le vas a permitir ver al Burgos en Segunda División es un orgullo. Que puedan vivirlo ahora me hace muy feliz por ellos porque 20 años después lo van a poder hacer, y nos hace estar muy orgullosos de poder contribuir a que la gente esté un poquito más contenta.
¡Además, vaya temporada que viene, contra rivales como el Mirandés, el Eibar, el Valladolid, el Sporting, Real Oviedo, etc!
Jugar en Segunda División era para mí un sueño y ahora lo voy a ver cumplido. Era algo a lo que aspiraba como futbolista y por suerte me ha llegado ahora, en el mejor momento de mi carrera y con el mejor grupo humano posible. Todos los que han estado en este vestuario han trabajo todo el año sin importarles que sucedía fuera, y sin poner ningún tipo de excusa, y por eso ahora nos llega a muchos el premio de ir a campos muy buenos y enfrentarnos a clubes históricos. Nuestra gente va a poder desplazarse a muchos de los partidos con facilidad, y la verdad es que no me importaría que la liga empezara mañana mismo, pero habrá que esperar y descansar un poco.