El Burgos Club de Fútbol SAD cierra este viernes 31 de diciembre el año 2021 recibiendo como local en el Estadio El Plantío (16.00 horas) a la Sociedad Deportiva Amorebieta en partido correspondiente a la Jornada 22.ª -primera de la segunda vuelta- de la Segunda División Liga SmartBank. Un encuentro a priori con claro color local, ya que los burgaleses son décimos en la tabla con 28 puntos, en tanto que los vizcaínos son antepenúltimos (puesto 20.º) con solo 19, pero cuyas fuerzas empezarán a medirse realmente cuando el colegiado cántabro López Toca decrete el inicio del choque.
De hecho de entrada el Burgos deberá afrontarlo con hasta cinco bajas en sus filas, pero también con la buena noticia de la recuperación de dos de sus tres lesionados de las últimas jornadas. Yendo por partes, no podrán ser de la partida ante el Amorebieta el lesionado Fran García, que sigue apurando ya su proceso de recuperación, y los cuatro futbolistas contagiados de COVID-19, Ernesto Gómez, Álvaro Rodríguez, el burgalés Michel Zabaco y Riki.
Por contra, la cara amable la protagonizan dos jugadores como Saúl Berjón y Juanma, que han superado sus lesiones tras haberse perdido varios de los últimos encuentros, más en el caso del asturiano que en el del ariete andaluz. Ambos entrenaban este jueves con normalidad junto a sus compañeros en la última sesión de trabajo celebrada por el equipo blanquinegro, y posteriormente entraban en la lista de convocados para el choque ante el Amorebieta.
Serán por tanto 18 los jugadores que estarán disponibles para la cita por parte burgalesista, y en esta ocasión estarán dirigidos desde el banquillo por Antonio Carmona, segundo entrenador del Burgos CF y uno de los pocos integrantes del cuerpo técnico que no daba positivo en los test PCR a los que fue sometido todo el primer equipo el pasado lunes. De hecho eran hasta 5 los contagios registrados en él, y entre ellos el del propio primer entrenador, Julián Calero, que desde el pasado martes se encuentra aislado en su domicilio y bien de salud.
Algo que el propio técnico madrileño confirmaba minutos después de concluido el último entrenamiento de su equipo al comparecer en rueda de prensa por videoconferencia y señalar que está bien, con ganas de volver cuanto antes al frente del equipo, y siendo conocedor del día a día del trabajo llevado a cabo por sus futbolistas durante estos días de ausencia para él.
Una aparición pública en la que Calero, dadas las bajas y altas sufridas en el Burgos CF, daba a entender un posible cambio de dibujo táctico para el choque ante el Amorebieta -podría pasar del 4-4-2 de los últimos encuentros a recuperar una defensa de tres centrales y apostar por el 5-3-2 visto ya en varios partidos de esta temporada- y avisaba también de la peligrosidad del equipo vasco en sus compromisos como visitante.
El Amorebieta, cuatro jornadas sin perder (dos triunfos y dos empates)
Así lo demuestran sus dos últimos encuentros fuera de casa, en los que fue capaz de ganar en Málaga (1-2) y empatar en El Toralín ante la Ponferradina (1-1), resultados positivos a los que hay que añadir sendos empates como local en la Ciudad Deportiva de Lezama, donde juega el Amorebieta, en este caso frente al Real Zaragoza (1-1) y la UD Las Palmas (1-1). Son, por tanto, cuatro las jornadas consecutivas que lleva el Amorebieta sin conocer la derrota, y el dato debe servir por sí solo para que los jugadores del Burgos dejen apartadas todas las confianzas y afronten el encuentro de igual manera que si el rival que estuviera enfrente fuera uno de los de la parte alta de la clasificación.
A partir de ahí, confiar en el buen hacer del equipo blanquinegro como local, ya que solo ha perdido dos partidos en El Plantío (Éibar y Real Zaragoza) y encajado 7 goles, y que los cerca de 10.000 espectadores que se darán cita en el feudo burgalés lleven a su equipo en volandas hacia la victoria. Si así fuera, el Burgos CF se comerá sin duda feliz las doce uvas con las que todos daremos la bienvenida al 2022.
