El nombre de Primoz Roglic (Jumbo Visma) quedará para siempre grabado en la historia de la Vuelta Ciclista a Burgos después de que el corredor esloveno haya conseguido este sábado el triunfo final en la XLV edición de la ronda burgalesa, además apuntándose un último triunfo de etapa -el segundo para él- después de coronarse por todo lo alto ganando en la cima de las Lagunas de Neila, última meta ya tradicional de la carrera.
Sus compañeros en el podio final de la prueba, para darle en este caso más lustre que nunca, el ruso Aleksandr Vlasov (Bora) y el británico Adam Yates (UAE Team Emirates), sin duda los tres hombres más fuertes durante la semana de competición que se iniciaba el pasado martes en la localidad ribereña de Villalba de Duero.
La Vuelta Ciclista a Burgos traspasaba por vez primera los limítrofes de la provincia para ubicar una de sus salidas de etapa, eligiendo para la última de esta XLV edición la ciudad dormitorio de Golmayo, una zona residencial cercana a Soria capital que se ha edificado en torno a un polígono industrial con mucha vida.
Un punto de partida en el que se dieron cita un buen número de aficionados burgaleses y sorianos para ver de cerca a los corredores y, sobre todo, a los que más aplausos han ido recibiendo del público a lo largo de toda la carrera: los hombres del equipo de casa, el Burgos BH, y los dos grandes favoritos al triunfo final de la prueba, el esloveno Primoz Roglic (Jumbo Visma) y el británico Adam Yates (UAE Team Emirates).
Primero y tercero en la general respectivamente, separados por 38 segundos, y con el ruso Aleksandr Vlasov (Bora) intercalado entre ellos a 33 segundos de Roglic, se perfilaban en principio como los candidatos más claros a jugarse la victoria de la ronda burgalesa en la última meta, la habitual de las Lagunas de Neila, alto de Categoría Especial.
Por delante para ellos y para los 98 corredores que tomaban la salida, un total de 160 kilómetros de recorrido y otros dos puertos puntuables, ambos de 3.ª Categoría, el Alto de Galiana y el Alto del Cargadero, aún a 59 y 27 kilómetros del final de la etapa.
Nada más darse la salida empezarían a producirse los primeros saltos del pelotón para intentar originar la escapada del día. Unos primeros intentos que serían inertes, hasta tres echados abajo por el gran grupo, pero en el kilómetro 20 saltaban ocho nuevos corredores y finalmente cuatro de ellos conseguían el premio buscado: Alexander Cepeda (Education First), Joseph Dombrowski (Astana), Carlos Canal (Euskaltel Euskadi) y un hombre del Burgos BH, el neerlandés Jetse Bol.
Poco a poco irían abriendo camino y cogiendo las primeras ventajas, siendo de 47 segundos en el Km. 20 y aumentando a 1:44 minutos en el Km. 30. El pelotón definitivamente le estaba dando vida a la fuga, de tal manera que al paso de los cuatro de cabeza por Abejar su renta había ya aumentado hasta los 2:55 minutos.
A ninguno de los hombres fuertes de la Vuelta a Burgos les molestaba la aventura, y por eso equipos como el Jumbo Visma, siempre en cabeza del pelotón, y el UAE, le permitieron coger una máxima ventaja de 3:25 en el Km. 64, al paso por la localidad de Catalañazor y aún circulando la etapa por la provincia de Soria. Su margen sobre el gran grupo ya no aumentaría más, pero les daría para afrontar el resto de la etapa hasta la misma ascensión final a las Lagunas de Neila.
Sin embargo, los cuatro escapados se verían poco después reducidos a solo tres después de la avería sufrida por el ecuatoriano Alexander Cepeda, contratiempo que le obligaba a tener que pararse y le hacía perder comba definitivamente con los que habían sido hasta ese momento sus compañeros de carrera. Una pena para él y un rival menos para Bol (Burgos BH), Canal (Euskaltel) y Dombrowski (Astana).
Un trío que con un entendimiento perfecto transitaría por el primer puerto del día, el Alto de Galiana (Km. 101) con una renta ya apreciablemente reducida (2:10 minutos), y que también llegaría por delante a la segunda cota de la jornada, el Alto del Cargadero (Km. 133), entonces con apenas 1 minuto y 15 segundos de margen sobre las primeras unidades del pelotón, siempre liderado por los lugartenientes de Primoz Roglic en el Jumbo Visma. En ambos casos con Jetse Bol (Burgos BH) transitando el primero bajo la pancarta del GP de La Montaña.
La etapa entraba así en su tramo final teniendo como siguiente referencia, ya en la provincia de Burgos, la localidad de Quintanar de la Sierra, punto de partida del ascenso final a las Lagunas, y ahí ya solo eran 50 los segundos de ventaja del trío de escapados, que solo 4 kilómetros después, a solo 10 de la meta, eran neutralizados definitivamente por el grupo.
Comenzaba así para los hombres fuertes de la ronda burgalesa la hora de la verdad, y después de que los segundos espadas del UAE Team Emirates tensaran la cuerda para ir descolgando rivales en favor de su líder, Adam Yates, entre ellos todos los que arropaban a Roglic; a falta de solo 3 kilómetros se quedaban por delante ellos dos junto al ruso Aleksandr Vlasov (Bora), precisamente los tres primeros de la general.
Por detrás, sin embargo, conectaba en el último kilómetro Jay Vine (UAE) para prestarle una última ayuda a su jefe de filas, Yates, y tras ese último favor volvía a descolgarse para dejar ya a Roglic, Vlasov y el propio Yates jugarse su suerte en las últimas rampas, algunas de ellas con un 13% de desnivel. Siempre con el líder del UAE tirando para tratar en vano de descolgar a sus compañeros de cabeza.
De esta guisa entraban en la línea de meta, dónde nuevamente Primoz Roglic le ganaba la partida a Adam Yates para llevarse la victoria con el mismo tiempo que el corredor inglés y el ruso Vlasov, que por este orden coronaban en las Lagunas de Neila. El esloveno se coronaba así como campeón de la Vuelta a Burgos para redondear una gran actuación personal (2 triunfos de etapa) y colectiva (el Jumbo Visma ganó la contrarreloj por equipos).