Arrancó este viernes la Vuelta a Asturias y lo hizo además con su etapa más montañosa, que por si fuera poco estuvo pasada por agua. Y en ella el Burgos BH fue uno de sus grandes protagonistas, ya que dos de sus corredores, el uruguayo Eric Fagúndez y José Manuel Díaz Gallego, serían tercero y quinto respectivamente en la meta de Pola de Lena.
De hecho Díaz Gallego, que había atacado antes del último ascenso de la jornada al Alto del Cordal, sufriría una caída en la bajada, pero aun así lograba una quinta posición que -quién sabe- podría haber sido mucho mejor en caso de no sufrirla. Además, en la 12.ª posición concluyó el guatemalteco Sergio Chumil, que ya muestra sus cualidades como escalador en una de sus primeras carreras como morado.
El pelotón de favoritos se rompió pronto y fue perdiendo unidades en las subidas al Alto de Las Estacas y el Alto de las Cruces, encadenadas en el ecuador de la etapa. Díaz Gallego, Fagúndez, Chumil, Okamika y el asturiano Sinuhé Fernández aguantaban en un grupo de apenas 40 unidades, que acabaría por cazar a los fugados en el Alto del Tenebreo.
En sus rampas se produjeron los primeros ataques y en ellos se movió Eric Fagúndez, que coronaría en un pequeño grupo delantero, siendo neutralizado poco después tras la bajada. Camino del definitivo Alto del Cordal atacó José Manuel Díaz en compañía de Serrano (Movistar), abriendo un hueco de 40 segundos sobre el pelotón, pero ambos fueron superados luego por Del Toro (UAE), que atacó en las rampas más duras y se marchó en busca de la victoria.
Díaz Gallego logró resistir en un grupo perseguidor de cinco unidades junto a Fagúndez, aunque se fue al suelo en la bajada, debido al suelo mojado. Finalmente, Fagúndez esprintó en las calles de Pola de Lena para ser tercero y Díaz Gallego pudo lograr la quinta posición. En el siguiente grupo entró Chumil, en 12.ª posición, situando al Burgos BH en la segunda posición en la clasificación por equipos.

Eric Fagúndez resumía así esta primera etapa de la Vuelta a Asturias. “La última parte de la etapa era un poco peligrosa por la lluvia, así que teníamos que ir con precaución. Había que tener una buena ubicación en la bajada del Tenebreo y esperar a la subida al Cordal, que iba a ser la decisiva. Sabíamos que la carrera se iba a romper antes, pero que habría una mayor guerra en los últimos puertos duros».
«En el Tenebreo se cortó un poco el grupo y me marché por delante. Luego en el Cordal tuve buenas sensaciones y aguanté el ritmo del UAE. Cuando empezaron los ataques, tuve fuerzas para seguir e intentarlo. Una pena que salí antes de que atacara Del Toro y ya me quedé un poco justo para seguirlo. Hacer tercero en meta, sabiendo el peligro que conllevaba la lluvia, es un buen resultado”, concluía el corredor uruguayo.
La Vuelta a Asturias continuará este sábado con una segunda etapa de media montaña que podría favorecer nuevamente a los hombres de la general. Un recorrido de 199 kilómetros entre Ribera de Arriba y Ribadesella, con hasta seis pasos puntuables de montaña, destacando El Torno, Robellada y Collau del Valle. El último de ellos se corona a más de 40 kilómetros del final, dando paso a un terreno llano en el que se podría vivir una persecución entre diferentes grupos.
Mario Aparicio, sexto en la etapa del Tour de Turquía
En la sexta jornada del Tour de Turquía, el arandino Mario Aparicio lograba precisamente la sexta posición en la subida al Monte Sípilo, único final en alto de la carrera. El arandino escala así al top-10 de la clasificación general, al igual que su compañero Víctor Langellotti, que terminó undécimo a pesar de sufrir un pinchazo en plena ascensión.
Tras un buen trabajo de Sebastián Mora y George Jackson en la aproximación al último puerto del día, los otros cuatro ciclistas morados tomaron pronto las posiciones delanteras del pelotón de favoritos, que se redujo a apenas unas 30 unidades. Una vez comenzaron los ataques, el Burgos BH tomó la responsabilidad de tirar del grupo y David Delgado marcó un buen ritmo de persecución. A cuatro kilómetros del final, llegó el ataque de Mario Aparicio, pero no logró soltar al resto de rivales.

Sin embargo, este movimiento rompió la carrera y tres corredores se marcharon por delante. Aparicio y Langellotti, que había regresado al grupo tras sufrir el pinchazo, quedaron en un segundo grupo. El ciclista burgalés fue a más, remontando varias posiciones, y se situó cuarto a menos de un kilómetro de la llegada, intentando contactar con el trío de cabeza. No lo logró, pero sí pudo terminar sexto en el sprint final. Langellotti, Delgado y Alejandro Franco completaron también un buen ascenso, lo que sitúa al Burgos BH quinto en la clasificación por equipos.
Mario Aparicio resumía así la etapa. “La idea del equipo era llegar bien colocados al inicio del puerto y jugar la baza de Langellotti. Después de estas últimas carreras, venía muy fuerte y podíamos pelear la general con él. En el inicio del puerto mantuvimos un poco la calma y dejamos hacer a otros equipos. Después David se puso a endurecer la subida para desgastar a los demás rivales y poder jugar nuestras bazas».

«Pero a falta de cuatro o cinco kilómetros, Langellotti tuvo un pinchazo y decidimos probarlo conmigo. Creo que me precipité con ese movimiento, ya que luego los corredores que salieron a mi rueda pusieron un ritmo más alto que no puede seguir. Ya en los últimos dos kilómetros fue una persecución para intentar entrar otra vez y pelear por la victoria, pero no fue posible y al final terminé sexto al sprint”, finalizaba el ciclista arandino.
Tan solo restan dos etapas para que concluya el Tour de Turquía y ambas son favorables para los velocistas. La séptima jornada arrancará en Çeşme y finalizará en Esmirna tras 126 kilómetros, casi en su totalidad junto a la costa del mar Egeo. Tan solo habrá una dificultad montañosa y la segunda mitad de la etapa es prácticamente llana, por lo que se prevé una resolución al sprint.