Marta Fernández Infante fue la gran protagonista este lunes en la localidad burgalesa de Villadiego, donde asistió a la inauguración oficial de la piscina climatizada que lleva su nombre y fue homenajeada por la Diputación Provincial de Burgos por su reciente éxito en los Juegos Paralímpicos de París 2024, en los que consiguió tres medallas, una plata y dos bronces.
Desde que regresó de la cita paralímpica se está volcando en descansar y disfrutar de unos días de vacaciones, pero sobre todo de recuperarse de una lesión en su hombro izquierdo que le impidió disputar en París la última prueba que tenía apuntada en su plan de competición, los 50 metros mariposa de la categoría S3.
Junto a ‘su nueva piscina’, Marta Fernández reconocía estar muy satisfecha con el botín de tres metales conseguido en los Juegos Paralímpicos. «Estoy muy contenta con lo que he conseguido. Si a primeros de año me dicen que iba a logar en París tres medallas, lo hubiera firmado. La apuesta era muy arriesgada, nadar cinco días seguidos saltando diez veces a la piscina, y de hecho no pude llegar al quinto día por la lesión que sufrí en el hombro izquierdo. Aun así acabé muy satisfecha porque fui competitiva en todas las pruebas en las que me lancé a la piscina, y ahora ya estoy pensando en los siguientes Juegos Paralímpicos de Los Ángeles 2028«, apuntó Marta.
A más corto plazo, la nadadora del CD Fusión de Valladolid tiene también importantes retos para el próximo año. «El primer objetivo de la nueva temporada será el Mundial de natación paralímpica que se disputará en Singapur, pero ahora mismo todo lo tengo que hacer es centrarme en recuperarme cuanto antes de la lesión».
Reconoce Marta Fernández que ha sido para ella un año muy duro en lo personal -su madre falleció hace unos meses-, en el que ha tenido que adaptarse también a su cambio de la categoría S5 a la S3. «Ha sido un año complicado, sí. Mis primeros Juegos, en Tokio 2021, estuvieron muy bien, ya que nadie pensaba que podía alcanzar tres podios, pero no pude compartirlos con mi familia, ya que se disputaron sin público. Estábamos aún saliendo de la pandemia y competir con las gradas vacías fue muy raro, pero también lo ha sido nadar en París ante más de 17.000 personas, con la responsabilidad que ello supone».
Y es que la nadadora burgalesa aún sigue alucinada con lo que vivió en la piscina paralímpica. «Fue una pasada ver la piscina llena absolutamente todos los días. Es que hasta en el calentamiento que teníamos por la mañana había público en las gradas, algo que a todos los participantes nos dejaba alucinados. Y luego, tener a los míos tan cerca, en la grada todos los días animándome, fue una maravilla».
Sobre su lesión en un hombro, contratiempo que le impidió disputar su última prueba, los 50 mariposa, Marta Fernández cree que podía haber peleado en ella por una medalla. «Desde luego que lo hubiera luchado, pero nunca se sabe. Con el tiempo que hice en los 50 metros mariposa del relevo 4×50 de estilos que disputé con España, creo que hubiera estado ahí, pero mi hombro dijo basta. De hecho me he quitado el cabestrillo solo hace tres días, y por eso ahora solo pienso en descansar. Luego, cuando los médicos digan que puedo volver a entrenar, volveré».
Sobre la nueva cita Paralímpica de Los Ángeles 2028, Marta Fernández explica cómo se empieza a preparar una competición de tal transcendencia cuando aún restan cuatro años. «Con mi entrenador es muy fácil, porque para París no cambiamos nada especialmente en nuestra preparación. Vamos día a día, año a año, sin pensar ni en medallas ni en récords de las pruebas que tenga que nadar. Esta es la mejor forma de encarar el futuro».
