El deporte burgalés está disfrutando esta temporada 2018-19 de un hecho sin precedentes, el de la participación de un equipo de rugby, el Universidad de Burgos Colina Clinic, primera plantilla del UBU Aparejadores Burgos, en la Liga Heineken o División de Honor, máxima categoría nacional masculina.
Después de casi 80 años, si nos remontamos a los inicios del rugby en la capital, Burgos conseguía el pasado 13 de mayo de 2018 hacerse con un hueco entre los mejores clubes de España, y de esa conquista sin parangón están disfrutando hoy en día miles de burgaleses que vibran cada fin de semana con los partidos de su equipo favorito.
Entonces y ahora, en el ascenso y en la actual campaña en la División de Honor, en la que el UBU Colina Clinic está siendo el club revelación y mantiene opciones de jugar los play-off por el título, gran parte del protagonismo lo llevan deportistas de Burgos, 8 jugadores y sus 2 entrenadores, que están dándolo todo por el club de su tierra.
Es el caso del tándem técnico, David Martín y Álvaro González, y de los jugadores Jorge Fuente -uno de los capitanes-, Andrés Camarero, César Colina, Rubén Domínguez, Álvaro González, Francisco Alonso, Eduardo Obregón y Juan Ibáñez, que con mayor o menor peso en el plantel, según casos, son una parte muy importante del equipo.
Rugby y trabajo
Todos se dedican al rugby por devoción, amor a unos colores y porque les enganchó de niños, y a excepción de David Martín, volcado al UBU Aparejadores Burgos como técnico y director deportivo, compaginan el rugby con su trabajo o sus estudios.
David Martíncolgó las botas al final de la pasada temporada, tras lograrse el ascenso, para dedicarse por entero a las labores de técnico. “El ascenso fue un hito histórico”, recuerda, “pero ahora lo más difícil va a ser mantenerse en la élite”. Además, asegura que “el equipo va a luchar hasta el final por alcanzar los play off por el título”.
Su compañero en el banquillo, Álvaro González, lleva 24 temporadas en el club, desde los 14 años, y para él es “un orgullo que seamos tanta gente de Burgos los que estamos volcado en este proyecto. Años atrás casi no teníamos ni cantera y tras un cambio generacional y mucho trabajo hemos llegado a División de Honor”.
César Colinaes el jugador más veterano (42 años) y uno de los patrocinadores principales del club. Jugó en la Universidad Complutense y 14 años después volvió al Aparejadores, en el que lleva tres temporadas. “El gran trabajo de estos años atrás ha dado su fruto y ahora tenemos el respaldo social y económico de la ciudad. Además nuestra afición es un referente nacional y por eso estoy viendo recompensado con creces mi apoyo como patrocinador”.
No se queda atrás en experiencia Eduardo Obregón, que a sus 34 años lleva 18 en el club, desde cadete. Se lesionó en el tramo final de la pasada campaña y en esta solo ha jugado un partido y ha estado convocado en cuatro. Aun así disfruta como ninguno. “Vamos quintos en la tabla y para nada podía imaginar esto y el ver cómo la ciudad se ha volcado con el equipo. Es un sueño hecho realidad”.
Siete son las temporadas que acumula Andrés Caballero(33 años) en el equipo de su tierra, con el que recientemente logró su primer ensayo en División de Honor. “Cuando empezó este nuevo proyecto yo no podía imaginar que íbamos a llegar aquí. Ahora estamos con los mejores clubes de España y aunque al principio nos pudo la inexperiencia, ya estamos asentados en la categoría”.
Rubén Domínguez(29 años) suma ya 12 campañas en el Aparejadores, al que llegó siendo juvenil. Ahora compagina el rugby con su trabajo y aunque reconoce que “no es fácil entrenar cuatro días a la semana, jugar el partido del fin de semana y además trabajar”, asegura que “por el equipo de Burgos, mi tierra, se hace lo que sea. Es una parte importante de mi vida y verlo crecer ha sido maravilloso”.
Uno de los capitanes del equipo es el burgalés Jorge Fuente(27 años), con pasado en el Oviedo RC y El Salvador. “Ser capitán del club de mi ciudad y poder jugar en División de Honor es todo un orgullo. Lo digo y me sigue pareciendo un sueño si me pongo a mirar atrás, pero resulta que a pesar de ser nuevos en la categoría ya hemos ganado este año a El Salvador, así que el contraste no puede ser mayor”.
Juan Ibáñez(22 años) compagina bien el rugby con su trabajo de camarero en La Cantina Vinos y Viandas porque, según señala, “los jefes son unos enrollados y se portan muy bien”. Lleva 7 temporadas en el Aparejadores y aún no ha debutado en la División de Honor. “Estoy aprendiendo y disfrutando mucho junto a grandes jugadores, así que espero con ganas el día de mi debut”.
Estudiantes y lesionados
Son de Burgos, estudian y se encuentran lesionados. Álvaro González(25 años) lleva 11 campañas en el club y el pasado 21 de octubre se rompió la rodilla izquierda ante el Ordizia en San Amaro y tuvo que ser operado. Ha dicho adiós a la temporada y se está volcando por tanto en su recuperación y su carrera de Ingeniería Mecánica.
“El deporte te da cosas muy buenas como el ascenso, pero también tiene sus lesiones que te obligan a sufrir desde la grada. Recuerdo que cuando llegué al club éramos 14 cadetes y ahora tenemos 40 jugadores en esta categoría y el primer equipo está en División de Honor y yendo cada día a más”.
Finalmente, Francisco Alonso, el más joven de los burgaleses a sus 21 años, está recuperándose de una meniscopatía y centrado en sus estudios del grado superior de Telecomunicaciones. “Llevo siete años en el club y estoy viviendo la época bonita. Aun así estoy aún en la fase de aprendizaje debido a mi juventud y espero poder asentarme en el equipo y ser importante”.