Había que ganar y se ganó. Esa es la conclusión y la sentencia definitiva de un partido en el que el Burgos CF fue mejor que el Real Valladolid B en la primera parte y se adelantó con merecimiento en el marcador gracias a un certero remate de cabeza de Cervero, pero en el que los nervios atenazaron al equipo local en el segundo periodo provocando que su portero Mikel Saizar fuera el mejor del cuadro burgalés al realizar tres grandes intervenciones a otros tantos disparos del filial pucelano.
No empezaron nada bien las cosas para el Burgos en un estadio El Plantío que registró una entrada superior a los 3.000 aficionados, ya que en el primer minuto Goti sintió un pinchazo en la parte posterior del muslo y tuvo que ser sustituido por Fer Ruiz en el puesto de interior diestro.
Afortunadamente el contratiempo no afectó a los de Fernando Estévez, que no tardaron en hacerse con el control del medio campo gracias al trío formado por Adrián Cruz, Jagoba Beobide y Chevi como enganche de Cervero; aunque, eso sí, hubo que esperar hasta el minuto 20 para que un centro de Kevin cabeceado por Chevi se escapara lamiendo el poste izquierdo de la meta visitante.
El gol decisivo
Era la primera oportunidad clara del Burgos, pero el perfecto aviso de lo que solo 7 minutos después acabaría suponiendo el único tanto del choque. Una falta lateral desde la derecha botada también por Kevin era culminada por Diego Cervero con un preciso testarazo adelantándose a toda la defensa del Valladolid B (1-0).
El gol sentó muy bien a los blanquinegros, que desde ese momento hasta el descanso maniataron a su rival, y la pena fue que no lograran un segundo tanto antes del descanso, porque ocasiones tuvieron. La más clara, el remate solo y a placer de Undabarrena desde el punto de penalti, tras un córner, pero que lamentablemente se le escapó fuera.
Tensión y nervios
Tras el descanso, el Valladolid B compareció con un doble cambio en sus filas, relevos que le dieron una mayor dominio de balón en la medular y que, de forma paralela, obligaron al Burgos a dar dos pasos a atrás para pasar a defender muy cerca de su área y transmitir así las primeras dudas a la grada.
El miedo a perder lo que ya tenían en sus manos, los tres puntos, llevó a los visitantes a envalentonarse, y en los primeros 20 minutos de la reanudación gozaron de hasta tres buenos disparos que, afortunadamente, siempre se encontraron la misma respuesta: las paradas de Saizar.
Ni la entrada de Madrazo por Chevi, y tampoco la ya postera de Máyor por Cervero, que se retiró con unas pequeñas molestias, transmitieron algo distinto, y el Burgos solo respiró cuando en el tiempo de prolongación dos jugadores del Valladolid B, Mario y El Hacen, ambos con sendas tarjetas amarillas, eran expulsados por simular un penalti y pegar un puntapié al balón para colgarlo de la cubierta de la grada de Tribuna.
El equipo pucelano se quedaba con 9 y sin tiempo para más el colegiado señalaba el final del choque y toda la parroquia blanquinegra respiró. Tras este triunfo el Burgos CF se sitúa en el 14.º puesto con 42 puntos, solo 1 por encima de Las Palmas Atlético, que jugaría el play off por la permanencia, y 4 por encima de los plazas de descenso a Tercera que abre el Rápido de Bouzas.
