El entrenador del San Pablo Burgos felicitó al Tecnyconta Zaragoza por su victoria, agradeció a los aficionados del equipo presentes en las gradas «por venir a animarnos en un día laborable como hoy», y a continuación mostró su disgusto por lo sucedido en el último minuto del partido, culpando en parte de ello a los árbitros.
«Los dos equipos hemos hecho que se haya visto un buen partido de baloncesto hasta que todo se ha ensuaciado. Los protagonistas tienen que ser siempre los jugadores y creo que ha habido un momento en que esto ha dejado de pasar. Todos nos jugamos mucho en este trabajo, jugadores, entrenadores, directivos y también los árbitros, pero creo que la imagen que hemos dado al final a los niños que hayan visto el partido en el pabellón o por la tele, se podía haber cortado mucho antes. Por eso me voy con malas sensaciones, pero más que por la derrota, por lo que ha pasado al final. Mi equipo y mi afición si por algo se caracterizan es por tener siempre un comportamiento muy deportivo, y por eso estoy jodido».
Aun así, Epi no disculpó las reacciones de Çançar y Sutton. «El partido estaba yendo por los derroteros normales, pero llega un momento en que un jugador mío recibe una falta clarísima no señalada y luego no sabe controlar sus emociones. Ahí perdimos un poco el norte, pero luego nos reponemos, entramos en el último minuto aún con opciones y otro de mis jugadores se desquicia al recibir otras dos faltas muy claras por un contacto físico excesivo del rival que tampoco es castigado.Luego, las emociones del momento es cierto que le superan», concluyó Epi.
