La plantilla del Burgos Club de Fútbol ha regresado en la mañana de este miércoles a los entrenamientos, en el Campo El Portero, en Quintanadueñas, después de conocer el pasado lunes la destitución de Fernando Estévez como entrenador del equipo.
La sesión de trabajo ha estado dirigida por uno de los ayudantes del técnico granadino, el burgalés Óscar Río ‘Fosky’, y tras ella uno de los pesos pesados del vestuario blanquinegro, Eneko Undabarrena, realizaba examen de conciencia ante los medios de comunicación.

«Nadie esperaba llegar a esta situación y sin duda es un trago un poco amargo el hecho de que por no estar saliéndonos las cosas bien haya personas que van a perder su puesto de trabajo. La responsabilidad es de todos y no queda otra cosa que seguir y trabajar para corregir esas cosas que estamos haciendo mal», ha apuntado el jugador vizcaíno.
El empate fatal ante el Tudelano
Además, Undabarrena asegura que más allá del empate 2-2 del pasado domingo ante el Tudelano «fue el mejor partido o el más completo que hemos hecho desde el inicio de la temporada. Simplificamos nuestro juego, minimizamos los errores y crecimos como equipo, pero también tenemos que hacer autocrítica de los últimos minutos, porque un equipo de tanta experiencia como el nuestro no puede conceder dos goles en 20 minutos. Sobre todo en el segundo nos faltó contundencia en el medio campo, a mí atrás, las marcas dentro del área, y eso no nos lo pedemos permitir».
Por eso el jugador bilbaíno de 26 años hace autocrítica y asegura que, como él, todos la han hecho en el vestuario. «Somos mayorcitos para saber cada uno que no estamos en el nivel que hay que tener para poder estar arriba. Es donde queremos estar y para ello debemos hacer mejor las cosas, saber qué es lo que se hace mal y mejorarlo».
Visita temprana de Fernando Estévez
Antes de que la plantilla del Burgos iniciara el entrenamiento, ha recibido la visita de Fernando Estévez y su segundo entrenador, José María Isaac, para despedirse de ellos. Undabarrena desvelaba el mensaje del ya ex técnico blanquinegro. «Nos ha dicho que podemos cambiar esto, que es tarea nuestra y de momento de Fosky o del entrenador que venga, y que nos ve capacitados para ello. Que está en nuestra mano porque somos una plantilla que a una gran cantidad de equipos de Segunda B le gustaría tener, y que tenemos mimbres para ello, que confiemos».

Un mensaje que Undabarrena une al de la calidad que se le presume a la plantilla, que, en su opinión, tiene que aguantar la presión de que se la vea como favorita para luchar al menos por los puestos de play off. «Sí es verdad que es un mensaje que ha calado hondo en la afición, y por eso la gente es lo que nos exige, pero es que precisamente es para lo que nosotros estamos aquí, nadie ha venido con el objetivo de estar en la mitad de la tabla o de clasificarse para jugar la Copa del Rey. Queremos estar arriba, pelear por lo máximo y eso no tiene que ser una presión para nosotros, aunque es cierto que de momento la clasificación dice lo contrario».
Optimismo de cara al futuro
Por eso el polivalente jugador del Burgos, que un día juega de central y al siguiente de medio centro, está seguro que de el equipo tiene tiempo para reaccionar. «Estoy convencido de ello. Queda mucho por delante y hay margen. El fútbol es muy caprichoso. Si el domingo hubiéramos ganado, y viniendo ahora un partido en casa, lo estaríamos viendo todo de otra forma, pero perder dos puntos a última hora te lleva a ver siempre el vaso medio vacío. Somos conscientes de que hicimos muchas cosas bien y yo me quedo con los 70 minutos buenos que hicimos, ya que los fallos que tuvimos son perfectamente corregibles».

Undabarrena vea ahora al vestuario recuperado ya del duro mazazo recibido en Tudela, amén de estar centrado en el partido de este domingo ante el Osasuna B (El Plantío, 17.00 horas), y asegura que ahora están «todos a una» con el nuevo responsable técnico del equipo, Óscar Río ‘Fosky’. «Todos con él, sin duda. Yo siempre tengo una confianza plena en el compañero que tengo al lado, en el entrenador que tengo, en el preparador de porteros, en todo el mundo. Con mi equipo me voy a la guerra siempre y por eso tengo confianza ciega en Fosky, lo mismo que la tendré en el nuevo entrenador, si es que llega. Los que estamos, tiramos para adelante».