El San Pablo Burgos tiene un problema, y serio. Sigue creyéndose que con estar acertado en el tiro exterior le puede valer para ganar un partido, como se pudo ver en su gran arranque en la Liga Endesa (4 victorias en los cuatro primeros partidos) y en sus dos primeros encuentros de la Basketball Champions League -ambos ganados-, pero desde entonces han bajado de forma escandalosa sus porcentajes en tiros de 2 y 3 puntos, y cuando eso sucede parece apagársele la luz.
Y eso es lo que le ha pasado este martes ante el Pau Orthez en la 4.ª jornada de la competición continental, en la que ha inclinado la cabeza por 78-82 para cosechar su quinta derrota (3 en la ACB y dos en la Champions League) en los seis últimos partidos disputados.

Además, en esta ocasión, si cabe, de forma más que preocupante, porque todo lo que parecía hermoso al descanso (43-29) gracias a un acierto aceptable en el tiro -aunque el 4/13 en triples ya empezaba a ser malo-, una gran defensa, un dominio claro del rebote (25 contra 17 de su rival) y hasta un buen porcentaje en los tiros libres (9/12), la auténtica pesadilla del San Pablo desde que empezó la temporada, se tornó en horroros tras la reanudación.
De hecho, el equipo burgalés terminaba el choque con un parcial de 35-53 que habla por sí solo, un balance en el rebote de 33-47 (8-30 para el Pau Orthez en la segunda mitad), un 9/28 en triples y además tiraba por tierra su buena primera parte desde el tiro libre para acabar con un balance de 15-23 (8 fallados). Y ahí se escribió la derrota ante un rival que en la Champions League solo conocía hasta ahora la derrota.

Buen inicio local
Con ganas de recuperar las buenas sensaciones arrancaba el San Pablo Burgos el encuentro europeo. Los triples de McFadden y Clark ponían un 6-0 de salida y el Pau Orthez buscaba sus opciones con la principal aportación de uno de sus pívots, Nicolas De Jong, que recortaba la renta (11-9) y empezaba a dar muestras de lo que acabaría protagonizando a lo largo del encuentro (35 puntos, 4 rebotes y 30 puntos de valoración).

El gran papel que ejercían en defensa los de Joan Peñarroya, conjugado con las asistencias de Tokoto para las canastas de McFadden y Huskic ponían la distancia en ocho puntos (17-9).
El tiempo muerto fue necesario para los visitantes, que en el regreso a cancha todavía continuarían encajando un parcial de 13-0 que ponía en quince puntos la máxima ventaja local (24-9), pero que rompió Mbodj al término del primer cuarto (24-13).

El cuadro burgalés se esforzaba en la pista con un excelente Álex Barrera, que con cuatro puntos seguidos ponía el 30-16, pero De Jong seguía manteniendo en el juego al Pau Orthez para impedir que el San Pablo Burgos se escapara del todo (37-25).
Los burgaleses peleaban desde la defensa y lograban mover bien el balón en el ataque. Todo funcionaba a pedir de boca y un triple de McFadden cerraba el marcador al descanso con un marcador esperanzador (43-29).
Un parcial de 6-23 demoledor
Pero el regreso de los vestuarios presentó en la pista del Coliseum al peor San Pablo Burgos posible, al que ya no le salía prácticamente nada y además de ahogarse en la gran defensa gala se veía impotente para frenar a dos jugadores que se encargaron de levantar al Pau Orthez, su escolta Tyrus McGee y, sobre todo, De Jong.

Hasta el minuto 22 no había motivo para dudar del triunfo local (47-33), pero a partir de ahí el San Pablo se diluyó como un azucarillo. McGee y De Jong empezaron a dar alas a los franceses, que fueron comiendo la renta local jugada a jugada (49-43), hasta el punto de que con un parcial ya preocupante de 10-25 se pusieran por delante en el marcador por vez primera (53-54).
Aun así, un triple de Ferrán Bassas dejó el empate en el luminoso al final del tercer periodo (56-56) y un parcial de 7-0 del San Pablo, por cortesía de Tokoto, Barrera y Bassas (63-58), devolvía el optimismo a la parroquia burgalesa.

Sin embargo, el Pau Orthez seguía contundente en sus acciones y reponían el equilibrio en el luminoso del Coliseum (66-66), y a partir de ahí De Jong se enfundó el traje de superhéroe y martilleó a los burgaleses una y otra vez sobre el aro (68-73 tras un nuevo parcial de 5-15).
Y el San Pablo ya no dio para más. Benite devolvía la esperanza desde el triple, pero Cavalière sumaba otro para el Pau Orthez (71-77) y De Jong se unía también al tiro de larga distancia para poner el 75-81. La suerte estaba echada y salió cruz para los burgaleses, que acabaron hincando la rodilla por 78-82.

Por cierto, Miquel Salvó y Javi Vega no jugaron ni un solo minuto. Posiblemente no hubieran solucionado nada, pero si no les utilizamos….
Ficha técnica
78 – San Pablo Burgos: Ferran Bassas (8), Thad McFadden (14), JP Tokoto (7), Earl Clark (17) y Augusto Lima (6) –cinco inicial– Miquel Salvó (-), Goran Huskic (4), Javi Vega (-), Álex Barrera (12), Bruno Fitipaldo (5), Vitor Benite (3) y Jasiel Rivero (2).
82 – EB Pau-Lacq-Orthez: Petr Cornelie (2), Travis Leslie (5), Tyrus McGee (11), Ronald Moore (7) y Nicolas De Jong (35) –cinco inicial– Léo Cavalière (6), Gérald Ayayi (-), Cheikh Mbodj (9), Digué Diawara (6) y Thibault Daval-Braquet (1).
Cuartos: 24-13; 19-16; 13-27; 22-26.

Árbitros: Sergii Zashchuk, Zdravko Rutesic y Kristaps Konstantinovs.
Incidencias: Partido correspondiente a la cuarta jornada de la fase de grupos de la Basketball Champions League disputado en el Coliseum ante 8.769 espectadores, entre ellos un grupo de unos 30 aficionados del Pau Orthez.
