El rugby burgalés esta de luto y llora hoy más que nunca tras conocer la pérdida de uno de sus ‘hijos’, Eduardo Marraud González, que ha fallecido a la edad de 57 años en Palma de Mallorca, donde residía desde hace tiempo. En las décadas de los años 80 y 90 fue jugador, entrenador y directivo del Aparejadores RC y el Burgos RC, y su labor supuso sin duda un espaldarazo para nuestro rugby.
De padre francés y madre burgalesa, Eduardo Marraud nació en París, donde residían sus padres, y fue allí, en territorio galo, donde precisamente los genes del rugby empezaron a arraigarse en él.
Siendo aún muy niño, toda la familia se trasladó a Burgos, donde su padre, decorador de profesión, había conocido a su madre, y es a orillas del Arlanzón donde Eduardo empieza a crecer como chaval y a tener sus primeros contactos con el oval, primero en la AD Diego Porcelos y luego en el Aparejadores RC de la mano de su ‘padre’ deportivo, Chucho Gadea.
Años después, en 1989, él y otros jugadores impulsan el nacimiento del Burgos Rugby Club producto de una excisión del Aparejadores, aunque su relación con Gadea, presidente de este club, siguió siendo buena.
Tanto es así, que durante un par de temporadas alternó su labor como jugador del Burgos RC con la de entrenador del Aparejadores RC, dos clubes que en aquellos inicios de los años 90 llegaron a tener una gran rivalidad, dentro y fuera del campo.
Durante esa época Eduardo Marraud, que había heredado la profesión de decorador y reformador de su padre, comenzó a trabajar en la empresa Ferroplás y fue precisamente esta firma emblemática del sector empresarial burgalés, enseña del mobiliario de cocina y baño de Burgos, la que se convertiría en principal patrocinadora del Burgos RC durante más de 25 años.
Su despedida como jugador
En 1991, en un partido de Segunda División ante el Cotanillo RC de Valladolid, y fruto de una grave lesión, Eduardo Marraud se ve obligado a abandonar la práctica del rugby, pero no su pasión por él, llegando a ostentar la presidencia del Burgos RC durante varios años.
Su gestión tuvo su culminación con el ascenso del equipo burgalés a la Primera División -la actual División de Honor B-, pero solo unos años después Marraud se trasladó a trabajar a Madrid, y posteriormente a Mallorca, donde conoció a la mujer con la que luego se casaría y acabó asentándose.
Desde allí seguía manteniendo contacto con sus amigos y compañeros de su vida deportiva, Lalo Alonso -presidente del Burgos RC del que cogió el testigo-, Rafa Saiz, Pepe Olabarrieta o Alberto Aragón ‘Viejo’, que pasó a ocupar la presidencia del club cuando Eduardo Marraud se fue a vivir y trabajar a Madrid.
Además, cada cierto tiempo venía a Burgos a visitar a sus padres y sacaba siempre un hueco para revivir con ellos sus míticos ‘terceros tiempos’ de la época y recordar viejas anécdotas del rugby de entonces.
En los últimos meses, en tiempo de confinamiento en casa por el COVID19, participó incluso en varias videoconferencias con todos ellos -en una de las últimas, el pasado 10 de mayo, para celebrar su cumpleaños-, tertulias que ponían en valor el gran poso que deja la práctica de un deporte, y más en concreto el rugby, en el que el valor de la unión y el trabajo en equipo están tan desarrollados.
Desde Forofos Burgos nos unimos al dolor de su familia y le hacemos llegar nuestro más sentido pésame. ¡¡¡Descanse en paz Eduardo Marraud, la mano amiga del rugby burgalés!!!
HOMENAJES PERSONALES A EDUARDO MARRAUD:
Iñaki Sicilia (Presidente del Aparejadores R. Burgos)
Perdemos a un buque insignia del rugby burgalés. Fue jugador, directivo, presidente y marcó a varias generaciones de jugadores.
Tengo recuerdos muy frescos de mis primeros años de rugby en el Ferroplás Burgos y Eduardo está en los más importantes de ellos. Me apena muchísimo su pérdida, que nos deja a todos muy tristes.
Moncho Prada (Exjugador del Burgos RC)
Recuerdo que cuando yo trabajaba en la Discoteca Roma, Eduardo nos hacía la cartelería, diseñaba nuestras camisetas y nos hacía decoraciones especiales en el local. Tuve con él una gran relación y hasta estuvo en mi boda.
Era un tío encantador por naturaleza, que no tenía que hacer ningún esfuerzo para ser líder, para ser querido, porque le salía, tenía ese imán natural.
Rafa Saiz (Exjugador y directivo del Burgos RC)
Eduardo era una persona tenaz como nadie, muy constante en todo lo que hacía, y por eso el rugby creció tanto en aquella época de finales de los 80 y primeros de los 90.
Su fallecimiento es una gran pérdido para el rugby burgalés, pero nos deja un gran recuerdo por el carácter que tenía. Era un tío muy grande.
Alberto Aragón ‘Viejo’ (Exjugador y presidente del Burgos RC)
Eduardo Marraud fue mi presidente, mi entrenador y, sobre todo, mi amigo. Compartí con él el vestuario, el campo y la calle, muchas cosas juntas y todas muy buenas. Además, siempre estuvimos en contacto y cada vez que venía a Burgos en sus visitas relámpago buscaba un momento para reencontrarse con sus viejos amigos de siempre.
Su papel en el rugby de Burgos, entonces amateur y poco conocido, fue crucial, y lo dice todo de su personalidad el hecho de que jugara en el Ferroplás Burgos y al mismo tiempo entrenara al Aparejadores. Lo dio todo por el rugby burgalés.
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