El UBU San Pablo Burgos incorpora a su plantilla al jugador cubano Claudio Ramos de cara a la próxima temporada 2020-21, la de su estreno en la División de Honor Plata. Jugador internacional con la selección de Cuba, juega como pivote, mide 1,97 metros, pesa 98 kilos y llega al club burgalés procedente del Recoletas Atlético Valladolid, equipo de la Liga Asobal en el que ha militado esta pasada campaña en calidad de cedido por el Logroño La Rioja, club también de la máxima categoría nacional.
Ramos se ha comprometido con el UBU San Pablo por una temporada y está totalmente recuperado de la grave lesión que sufrió el pasado mes de diciembre, una rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda que le impidió explotar todo su potencial en el cuadro pucelano y le obligó a pasar por el quirófano.
Claudio Leandro Ramos Madrigal (La Habana, Cuba, 1998) llegó a España hace dos temporadas de la mano del BM Logroño La Rioja en busca de evolución y crecimiento profesional, siendo a sus 21 años es uno de los jóvenes prometedores de la emergente selección cubana.
Con un físico portentoso gracias a sus casi dos metros de altura, aporta una gran presencia a la posición de pivote, un factor que será vital en una categoría tan dura como la División de Honor Plata.
El entrenador del UBU San Pablo, Nacho González, define a Claudio Ramos como «un jugador grande y con mucha embergadura que nos va a ayudar a ganar kilos y centímetros a la zona central defensiva. Además, a pesar de estas características es un jugador que se mueve bastante rápido».
Con respecto a su trayectoria, reconoce que «él viene de dos experiencias en clubes Asobal donde no ha disputado muchos minutos, pero nuestro equipo puede ser un buen sitio para su despegue. Es internacional con Cuba y una de las promesas cubanas, y espero que nos ayude a crecer y que él también crezca como jugador».
Claudio Ramos: «Vengo a trabajar, los minutos ya me los ganaré»
Por su parte, Claudio Ramos asegura sentirse «muy contento» al afrontar esta nueva etapa de su carrera y confiesa conocer la trayectoria del UBU San Pablo. «Lo que sé del Balonmano Burgos es que es un equipo que está creciendo y aunque viene de una categoría inferior, no significa que sea de los equipos bajos de la liga, ya que viene trabajando bien», destaca.
Un rasgo, que es del agrado del nuevo pivote rojinegro. «Eso es lo que a mí me gusta, trabajar. Luego ya, los minutos me los ganaré. Lo primero que tengo en mente es currar y luego ya el entrenador dirá si estoy apto o no para jugar», concluye.
Claudio Ramos comenzó su andadura en el deporte desde pequeño. Con 13 años entró en un colegio interno en La Habana, lo que se conoce como un EIDE (Escuela de Iniciación Deportiva Escolar), donde probó con el fútbol, el kárate y el baseball, entre otros, hasta centrarse en el balonmano.
Allí estudiaba por las mañanas y entrenaba por las tardes, rutina que mantuvo durante cinco años hasta que la selección nacional se fijó en él cuando tan solo contaba con 17 años. Con 19, llegó al Balonmano Logroño, club con el que disputó 13 encuentros de liga Asobal, cuatro de Copa EHF, y uno de la Copa del Rey, y en 2019 salió cedido al Recoletas Atlético Valladolid, con el que llegó a jugar 7 partidos antes de sufrir su grave lesión.
Mientras, con la selección de Cuba ha participado en distintos torneos, entre los que destacan la Copa Caribe (octubre, 2017), el Qatar International Handball Friendly Tournament (enero, 2018), el Clasificatorio del Norte, Centroamérica y Caribe sub’24, en el que obtuvo la medalla de oro (abril, 2019), y el Torneo de Selecciones Emergentes (junio, 2019), en el que se hizo con la plata.
