Finalmente Goran Huskic se queda en la plantilla del San Pablo Burgos Club Baloncesto Miraflores para afrontar la próxima temporada 2020-21, la cuarta consecutiva del equipo en la Liga Endesa (ACB), y de esta forma hará valer así el segundo de los tres años de contrato por los que renovó con el club burgalés en el mes de junio de 2019.
El pívot serbio ha llegado a Burgos este jueves tras pasar las últimas semanas en su domicilio familiar, llevando a cabo los ejercicios de rehabilitación de la lesión que le obligó a pasar por el quirófano el pasado mes de enero, y entre este viernes y el sábado será sometido al preceptivo reconocimiento médico y las pruebas físicas previas para incorporarse la próxima semana a los entrenamientos del equipo burgalés.
Recordemos que Huskic vivió un tramo inicial de la pasada temporada condicionado por un par de lesiones de las que no acabó de recuperarse, y por eso finalmente tuvo que ser operado de una subluxación de los tendones peroneos del tobillo derecho a finales del pasado mes de enero.
Su recuperación se prolongó más de los cuatro meses inicialmente previstos y por eso no pudo llegar a tiempo a la fase final exprés de la Liga Endesa disputada a finales de junio en Valencia, competición para la que el San Pablo se reforzó con Pablo Aguilar.
Además, acabada la temporada e iniciado el trabajo de confección de la plantilla para el próximo curso 2020-21, desde el club burgalés no escondieron que con Goran Huskic, que tenía contrato en vigor pero no entraba en los planes del cuerpo técnico, se estaba negociando su salida y buscando, lo mismo que su representante, un club alternativo interesado en sus servicios que facilitara su rescisión de contrato.
Sin embargo, ni una ni otra cosa han sido de momento posibles y por lo tanto el jugador balcánico empezará a ejercitarse a partir de la próxima semana a las órdenes de Joan Peñarroya con el objetivo de demostrar que puede seguir siendo un jugador válido para el San Pablo Burgos.
Una plantilla con 12 jugadores y solo dos extracomunitarios
De esta forma el San Pablo Burgos cierra definitivamente su equipo para la próxima temporada, en la que contará con un total de doce jugadores, seis que ya vistieron la pasada campaña la camiseta azulona del equipo burgalés (Barrera, Salvó, Benite, Rivero, McFadden y Huskic) y otros seis que son los refuerzos que han llegado al Coliseum (Jordan Sakho, Xavi Rabaseda, Ken Horton, Dejan Kravic, Alex Renfroe y Omar Cook).
Además, solo dos de ellos iniciarán la temporada con la condición de jugadores extracomunitarios, el cubano Jasiel Rivero y el estadounidense Ken Horton, por lo que Joan Peñarroya no se verá obligado a hacer ningún descarte en los partidos de la Liga Endesa, situación que sí se vivió en el pasado ejercicio 2019-20 por la presencia de Earl Clark, Jean Pierre Tokoto y el propio Jasiel Rivero.
Eso sí, en la Basketball Champions League, competición que exige la presencia entre los 12 jugadores convocados de cinco nacionales, Peñarroya deberá descartar a uno de los extranjeros del equipo para dar entrada en su lugar a un jugador nacional del Nissan Grupo de Santiago, filial de la Liga EBA, ya que en la plantilla confeccionada para este año solo son cupo nacional Álex Barrera, Miquel Salvó, Xavi Rabaseda y Jordan Sakho, que lleva viviendo en España desde que era un jugador de categoría júnior.
