El tenista burgalés Mario Mansilla (18 años), que desde principios de año se desplazó a entrenar a Picassent (Valencia) junto a Nicolás Álvarez Varona y el entrenador de ambos, el brasileño Cristiano Oliveira, acaba de concluir su participación en Roland Garros en el que era su estreno en el cuadro júnior del mejor torneo del mundo sobre tierra batida.
Mario Mansilla ha saldado este debut con la disputa de tres encuentros, dos en individual (victoria y derrota) y uno en dobles (derrota), pero con la gran satisfacción por su parte de ver que su carrera en el tenis sigue abriéndose camino a nivel internacional y que, poco a poco, va creciendo como jugador para continuar marcándose cada vez objetivos más ambiciosos.
En el cuadro júnior individual, Mario Mansilla abrió el fuego ante el jugador estadounidense de origen japonés Bruno Kuzuhara, al que apenas dio opciones y superó en dos sets (6-2 y 6-4) realizando un gran juego u mostrándose muy sólido en los momentos importantes de cada set.
De esta forma el tenista burgalés avanzaba a segunda ronda, pero en ella le esperaba el cabeza de serie n.º 9, el británico Arthur Fery, y en esta ocasión cambiaron las tornas. Mario Mansilla se vio superado de principio a fin por un jugador más experimentado y llamado a llegar lejos en Roland Garros, y acabó perdiendo por un claro marcador de 6-1 y 6-0.
Sin suerte junto a Diego Augusto Barreto
Le restaba por delante al discípulo de Cristiano Oliveira su participación en el cuadro júnior de dobles, en el que ha tenido como compañero de torneo al valenciano Diego Augusto Barreto, jugador también de 18 años. Su camino, sin embargo, no pudo ser más corto a pesar de realizar un buen partido en la primera ronda.
Sus rivales fueron la dupla francesa formada por Antoine Ghibaudo y Luca Van Assiche, vencedores del encuentro por un apretado marcador de 7-5 y 7-5 que demostró la igualdad reinante en el choque. Ambos sets estuvieron protagonizados por una rotura de servicio por parte de cada una de las parejas, llegando igualados hasta el 5-5, momento en el que la pareja gala se anotó su saque para posteriormente, con 6-5 a su favor, romper el servicio de Mansilla y Barrero y hacerse con ambos sets por 7-5.
En definitiva, primera participación y estreno positivo de Mario Mansilla en un torneo del Grand Slam como Roland Garros, y la confianza de que le la experiencia le servirá para seguir mejorando su juego y aumentar sus ganas de continuar haciéndose camino en un deporte tan duro y sacrificado como el tenis.
