Este pasado sábado se disputó en Valladolid una nueva edición de la cita más importante del calendario regional de cada año, el Campeonato Sénior de Castilla y León clasificatorio para la fase final del Campeonato de España Absoluto de 2020. En esta edición, sin duda la más extraña de todos los tiempos debido a la incidencia que tuvo en la competición la pandemia del COVID-19, el judo burgalés contó con tres judocas que subieron al podio, todos ellos del Club Grandmontagne, para colgarse una medalla de oro y dos platas.
Así, Luana Gómez, en la categoría de hasta 48 kilos, se proclamó campeona de Castilla y León, en tanto que sus compañeros de club Ignacio Alonso e Iván García lograron un meritorio subcampeonato en los pesos de hasta 60 y hasta 66 kilos respectivamente. Además, los tres consiguieron de esta forma su clasificación para la fase final del Campeonato de España Sénior que se disputará próximamente.
El Campeonato Sénior de Castilla y León se disputó con todas las medidas de seguridad, incluidos test CR y sin que se produjera ningún positivo, para que todos los deportistas, técnicos, árbitros y personal auxiliar estuvieran protegidos.
Además, el Polideportivo Pilar Fernández Valderrama de Valladolid, sin público en sus gradas, se convirtió en una auténtica burbuja durante la prueba y los judocas compitieron con mascarilla, introduciéndose sensibles cambios en las habituales normas de arbitraje.
La Federación de Judo de Castilla y León estuvo al máximo nivel organizativo sin reparar en medios y demostrando su firme voluntad de continuar su camino pese a las dificultades. Así, este campeonato absoluto de Castilla y León se encaró como una primera prueba de un año que pese, a todo, deberá culminarse con la disputa de los Juegos Olímpicos de Tokio.
En definitiva, el judo de Castilla y León abría el fuego de la organización de pruebas deportivas en una apuesta sin complejos a favor del futuro del judo.
