El tercera línea del Universidad de Burgos Bajo Cero, Rubén Sanz (13 de julio de 1993, Reus -Tarragona-), que ocupa la posición de 6 o flanker izquierdo dentro de la melé, tendrá que ser operado próximamente tras confirmar la resonancia que se le ha realizado esta semana que tiene roto
el ligamento cruzado anterior de una de sus rodillas, lesión que se produjo en el último partido disputado hasta la fecha por el equipo burgalés, el pasado 28 de marzo en el Campo Las Terrazas ante el Lexus Alcobendas.
Rubén Sanz, que llegó esta temporada al club burgalés tras haber militado con anterioridad en la Santboiana durante las seis últimas temporadas (jugó más de 130 partidos en el equipo catalán y llegó a ser su capitán) ha sido uno de los importantes refuerzos del UBU Bajo Cero para esta campaña 2020-21, pero estaba teniendo temporada muy dura por las continuas lesiones que le han venido mermando e impidiendo competir con la normalidad deseada.
Lógicamente, una vez que sea intervenido quirúrgicamente por el jefe de los Servicios Médicos del Aparejadores Rugby Burgos, Jacobo Salvat, ya no podrá volver a jugar en lo que resta de curso, y una vez finalizada la operación se podrá determinar de forma aproximada su periodo de baja, que será cercano a los 5-6 meses.
Rubén Sanz sufrió la lesión en el partido disputado por el UBU Bajo Cero frente al Lexus Alcobendas en el campo de Las Terrazas, encuentro en el que el equipo gualdinegro sufrió la primera derrota de la segunda fase de la competición por 22-13, fruto de sus errores y de una gran defensa del equipo madrileño.
El encuentro, que resultó ser de una gran intensidad y exigencia física, ha llevado al equipo burgalés a tener que recuperar en estas dos semanas de paréntesis a varios jugadores que aun así siguen arrastrando molestias y llegarán justos al partido a domicilio de este domingo frente al Ampo Ordizia. Es el caso del segunda línea británico Ien Ashcroft-Leigh y el tercera línea Marc Sánchez.
