El Tizona Universidad de Burgos escribió finalmente este fin de semana su descenso desde la LEB Oro, en la que solo ha permanecido esta anómala temporada 2020-21, hasta la LEB Plata, en la que volverá a competir la próxima campaña. Tras su derrota del pasado viernes en la pista del Real Canoe quedaba ya en el alambre, a la espera de los resultados que se produjeran en el resto de partidos de la Jornada 15.ª disputada este fin de semana, y finalmente han sido estos los que han consumado su descenso.
El triunfo del Levitec Huesca ante el Melilla (81-70) y sobre todo el del Real Murcia ante el Cáceres (80-64) llevaban al Tizona UBU matemáticamente hasta la LEB Plata, ya que aunque gane los tres partidos que aún quedan por delante (acabaría con un balance de 7 triunfos y 9 derrotas) no podría eludir una de las cuatro plazas de descenso. Así, el equipo burgalés se une al Real Canoe, descendido igualmente desde hace unas jornadas, y en las tres pendientes de jugarse se conocerá la identidad de los otros dos clubes que abandonarán la LEB Oro.
Retirada de Ricardo Úriz al final de la temporada
Por otro lado, el Club Baloncesto Tizona ha anunciado este lunes que su veterano base Ricardo Úriz pondrá punto final a su carrera deportiva al término de esta campaña, a sus 40 años y tras 23 compitiendo como profesional. El navarro se despedirá del baloncesto el próximo 16 de mayo, fecha de la última jornada, de la forma que siempre quiso, dentro de una cancha. Úriz dejará atrás una dilatada trayectoria iniciada a finales de los años 90 y en la que ha militado en algunos de los mejores equipos del país. En su larga etapa en la ACB disputó 357 encuentros, mientras que en LEB Oro logró un total de cinco ascensos de categoría con tres clubes distintos.
Formado en la cantera del Alvecón Maristas de Pamplona, dio sus primeros pasos en la élite del baloncesto nacional en las filas del Saski Baskonia con apenas 18 años. Tras su paso por el CB Villa de Los Barrios, de Cádiz, regresó a la ACB de la mano del CB Valladolid. Siguió creciendo como deportista en el Basket Zaragoza y en el Bilbao Basket, donde logró su primer ascenso a la ACB.
Su carrera continuó en el País Vasco, al enrolarse en las filas del Guipuzkoa Basket, con el que viviría otros dos ascensos en seis campañas. En 2011 regresó al CB Valladolid y, un año después, inició la primera de sus tres temporadas en el CB Canarias. Tras pasar por el CB Fuenlabrada, bajó un peldaño para regresar a San Sebastián, de nuevo en LEB Oro y con quien volvería a lograr el premio del ascenso de categoría.
No obstante, su carrera continuó en tierras gallegas, en el CB Breogán, con quien regresaría un año después a la ACB. Finalizado su último curso en la máxima liga española, volvió a la LEB Oro con el Cáceres Ciudad del Baloncesto. Cumplidos los 40 años, no quiso despedirse del baloncesto fuera de las canchas de forma obligada por la pandemia sanitaria y recaló en el Tizona Universidad de Burgos.
En esta última temporada en el conjunto azulón, el navarro ha compartido la labor de creación con el capitán del Tizona UBU, Ayoze Alonso, siendo el segundo máximo asistente del equipo tras el propio jugador canario. En sus 19 partidos disputados hasta el momento ha promediado 19 minutos, 5 puntos, 3 asistencias, 2 rebotes y 6 puntos de valoración. Aún restan tres encuentros para la conclusión de la liga, en los que podrá despedirse del profesionalismo ante su afición. El último de ellos, el fin de semana del 16 de mayo en el polideportivo El Plantío ante el Real Murcia.
Ricardo Úriz ha querido agradecer el apoyo recibido durante estos años por parte de sus seres queridos y de todos sus compañeros de profesión, con el siguiente comunicado en el que expresa lo que han supuesto para él estas más de dos décadas como deportista profesional:
“Mi cuerpo me pide descanso. Han sido 23 temporadas muy intensas. Ha llegado el momento. Me retiro como jugador profesional de baloncesto. Gracias a mi familia y amigos por estar siempre ahí. Gracias Ainara por acompañarme en este camino y estar siempre a mi lado. Sin tu apoyo todo esto habría sido imposible y he podido cumplir otro sueño, que mis hijos, Aimar, Izan y Julen, tengan el recuerdo de verme jugar. Y, por último, gracias a todas las personas que habéis confiado en mí: entrenadores, compañeros, fans, periodistas, directivos…
Me siento orgulloso de todos los pasos que he dado y de haberme entregado en cada proyecto y cancha en la que he estado. Ni en mis mejores sueños me hubiera imaginado poder jugar hasta los 40 años. He disfrutado cada segundo al máximo y me siento un privilegiado por haber vivido esta trepidante aventura. Espero que me recuerden como un buen compañero, un cabezota, un tío implicado y, sobre todo, por un apasionado de este deporte. Ha llegado el momento de apartarme a un lado, pero sé que siempre iremos de la mano.
Gracias / Eskerrik asko / Thank you, baloncesto”. (Ricardo Úriz)
Mientras, el Tizona Universidad de Burgos «se enorgullece de haber podido contar en sus filas con un jugador de la talla de Ricardo Úriz», al que «agradece el trabajo y entrega mostrados desde su llegada al club» y le desea «la mayor de las suertes en sus proyectos futuros».