- PD: Este reportaje ve la luz solo unas horas antes de que La M.O.D.A. ofrezca en el Estadio El Plantío un concierto ante cerca de 3.000 espectadores. De nuevo, la música y el deporte unidos para hacer un frente común. Seguro que David Ruiz y su grupo ganan el concierto por goleada.
¡Querido seguidor de Forofos Burgos! Se dispone a ser partícipe de más de una hora de conversación en torno a un café con dos burgaleses, hermanos ellos, que cuentan actualmente con un sitio destacado entre las dos pasiones que eligieron para vivir tratando de ser lo más felices posible, la música y el deporte. Son: David Ruiz Miguélez, compositor, cantante y guitarra del grupo La M.O.D.A. (La Maravillosa Orquesta del Alcohol); y su hermano Guillermo, entrenador del equipo de la Liga Nacional Juvenil del CD Inter Vista Alegre de fútbol.
Ambos saben lo que es volcarse de lleno en lo que les mueve por dentro y apostar por ello de forma decidida, y de momento les está yendo muy bien. El mayor, David (34 años), junto a su banda ha publicado ya siete álbumes, ha tocado en países como Irlanda, Inglaterra, México, Francia o Italia y, entre otros conciertos, pudo hacer felices a las más de 15.000 personas que asistieron a uno mítico celebrado en el Wizink Center de Madrid. También es poeta, ‘Nubes negras’ es su primera obra publicada; y por si fuera poco, recientemente una de sus canciones, 1932, era elegida como la sintonía oficial de la próxima edición de La Vuelta a España, que en sus tres primeras etapas tendrá un claro color burgalés en homenaje a nuestra Catedral.
Mientras, el pequeño de los hermanos Ruiz Miguélez, Guillermo (27 años), ha centrado sus ilusiones en el fútbol. Desde niño empezó a jugar en el CD Inter Vista Alegre, y tras colgar las botas como jugador inició su carrera como entrenador. Como tal, ganó en 2015 la prestigiosa Gothia Cup que se disputa en Goteborg (Suecia), torneo que cada año cuenta con la presencia de los mejores clubes de Europa; y esta pasada temporada se estrenaba en la Liga Nacional Juvenil, una categoría ganada a pulso por sus jugadores a lo largo de tres años de ascensos, y en la que el Inter Vista Alegre lograba la permanencia. Además, esta a punto de obtener el título de Nivel III de Entrenador de Fútbol, que le capacita para poder entrenar hasta en la Primera División.
Recuerdos de infancia: fútbol, música, chapas, guitarra …
«A mi padre siempre le ha gustado mucho el fútbol, de hecho lo jugó de joven, y por eso desde muy temprano intentó que me gustara. Fui el primero en nacer y quiso contagiarme sus gustos, pero la realidad es que se me daba mal, era un paquete. Además, él tampoco quiso insistir mucho, aunque supongo que se llevaría la clásica decepción. Y menos mal que luego llegaría mi hermano, que fue el que puso la calidad detrás de un balón para alivio mío y de mi padre«, recuerda David.
«Jugaba con el Colegio Antonio Machado, en los Juegos Escolares, y entre otros con un buen amigo como Diego Sedano, que llegó incluso al primer equipo del Real Burgos entonces. Luego me pasé al baloncesto, que me gustaba más y se me daba algo mejor, pero lo practiqué de una forma tranquila, sin estar federado ni nada. Me hubiera gustado ser futbolista, como a todos los niños de mi época, pero la verdad es que no tenía cualidades», apunta el mayor de los Ruiz Miguélez.
Aun así, su padre siguió insistiendo llevándole a El Plantío para ver al Real Burgos en Primera División, pero ese recuerdo de David no fue precisamente el más inspirador posible. «Me acuerdo que fui con él y con mi tío a ver un partido ante el Athletic de Bilbao, pero acabó 0-0 y fue muy aburrido, infumable. Además, no entendí mucho y ya me dije que eso no era para mí. Pero luego he vuelto más veces, muchas de ellas con mi hermano, y he sido socio varios años. Además, recuerdo con mucho cariño el ascenso a Segunda con el gol de Dani Pendín».
David: «Me hubiera gustado ser futbolista, como a todos los niños de mi época, pero la realidad es que era un paquete»
David decidió entonces apostar por la música, porque de hecho desde los 6 años -y hasta los 13- empezó a ir al Conservatorio Municipal. «Era un niño y entonces tampoco es que me gustara especialmente la música, lo que quería era jugar en el parque con los amigos. Además, durante esos seis años estudié piano, y sin embargo luego he acabado atrapado por la guitarra. Me gustaba desde joven escribir canciones y la guitarra era el instrumento más fácil para luego cantarlas«.
A quien sí sedujo el balón desde muy pequeño fue a Guillermo, el pequeño de los dos hijos de la familia. Y desde entonces ahí sigue, es su verdadero libro de cabecera. De hecho le ayudó a leer. «El fútbol ha estado metido en mi cabeza desde muy temprano. Tanto es así que mi madre siempre decía que aprendí a leer con la Guía MARCA. Llegué a Infantil y ya sabía leer gracias a que mi madre me enseñaba las letras para aprenderme los nombres de los futbolistas«, rememora feliz.
«Vivíamos en una comunidad de vecinos con patio interior, y allí me pasaba horas con los amigos jugando al fútbol y a las chapas, con las que jugábamos partidos o disputábamos carreras en verano, coincidiendo con el Tour de Francia o la Fórmula Uno. Ya entonces, en esos campos de fútbol dibujados a tiza en el suelo, empecé a hacer mis alineaciones y mis estrategias, así que el gen de entrenador ya lo tenía presente. Y tendría 7-8 años, no tendría más», puntualiza David para dejar claro que su pasión por el fútbol, la misma que su padre, sí que prendió en él.
«Es que eras muy bueno», le interrumpe David. «En aquella época jugábamos mucho al fútbol en casa, con pelotas de espuma, y casi siempre me ganaba, y soy siete años mayor que él. Había que poner la mesa o hacer algún recado, y nos lo jugábamos al fútbol. Y abajo, en el patio de casa, jugaba con mis amigos, y destacaba igualmente, a pesar de la gran diferencia de edad. Ni yo jugaba, porque era muy malo. Era una pasada«, alaba así el cantante de La M.O.D.A. a su hermano pequeño.
Guillermo: «El fútbol siempre ha estado metido en mi cabeza. Aprendí a leer con la Guía MARCA y con las chapas ya hacía mis primeras alineaciones»
«Me dicen mis padres, que yo casi ni me acuerdo», apunta a mayores Guillermo, «que nada más que me levantaba me asomaba por la ventana que daba al patio para ver si aparecía alguien, aunque fuera una persona mayor, y que entonces me bajaba rápidamente con el balón para decirle sí quería jugar, aunque solo fuera a pasarnos la pelota el uno al otro. Vivíamos en un piso 12 y mi madre hasta me tiraba la merienda por la ventana para que no tuviera que subir a por ella. ¡Vamos, que me tiraba todo el día con el balón a cuestas!«.
Por eso David, que igual encontró ahí ya la inspiración para alguna de sus canciones posteriores, recuerda aquella época, a pesar de la diferencia de edad que siempre ha estado ahí, «con mucho cariño». «Yo no tenía el gen competitivo de mi hermano, para nada, pero creamos nuestro propio campo particular, también en nuestra imaginación, y le echamos muchas horas juntos a pesar de tener un carácter diferente y chocar en otras cosas. Todo con esa pelota de espuma con la que jugábamos al fútbol, baloncesto, balonmano e incluso al hockey«.
Fue además la época en la que Guillermo pisaría por vez primera el Estadio El Plantío, al igual que en el caso de su hermano, de la mano de su padre. «Mi primera vez fue en la única temporada del actual Burgos CF en Segunda División, con Enrique Martín como entrenador. Nuestro padre era íntimo amigo de Javi, el preparador físico del equipo, con el que coincidió haciendo la Mili. Tendría yo 8 años o así, y desde la Tribuna veía jugar a futbolistas como Lucio, y ahora, muchos años después, resulta que tengo a su hijo como jugador».
La vocación que les trae al tiempo presente
Pero David y Guillermo fueron creciendo, y con ellos siempre de la mano sus dos ‘ángeles custodios’, la música y el fútbol. Ambos pasaron del Colegio Antonio Machado, al IES Diego Porcelos. David estudió luego Comunicación Audiovisual y hasta durante cuatro veranos hizo prácticas en el Diario de Burgos, «una época muy bonita y en la que aprendí muchísimo, porque pasé por varias secciones, Local, Provincia, Cultura, y conocí de cerca el periodismo y lo que pasaba en mi ciudad«.
Y Guillermo fue dando saltos. Un curso de ADE, la carrera de Psicología por la UNED y un Máster en Psicología Deportiva. Todo ello haciéndolo compatible con su carrera como entrenador y además con un salto muy grande, el que dio tras colgar las botas como jugador. «Acabé los tres años como juvenil en el Inter Vista Alegre, pero en esa época ya estaba sacándome el Nivel I de entrenador. Así que al año siguiente, y recién ascendidos a Regional Juvenil, el que era mi entrenador, Polanco, me dijo que si quería ser uno de sus ayudantes, así que pasé de golpe a dirigir a jugadores que habían sido compañeros míos. Y con Polanco y Pato, otro de los ayudantes, aprendí una barbaridad, y eso que descendimos».
David: «Con compañeros del instituto y amigos de otros amigos, casi un poco por casualidad. Así surgió La M.O.D.A., y hasta hoy»
Y a partir de ahí, un no parar. Guillermo cogía luego las riendas del Infantil A, y con esos jugadores estaría también en la categoría cadete (ascenso a Regional) y los tres últimos años como juveniles, además con un doble ascenso desde Provincial a Regional y luego a Liga Nacional Juvenil, categoría en la que han debutado esta temporada y además con final feliz, la permanencia.
Mientras tanto, David pasaba de ser rival de su hermano en los pasillos y el patio de casa, a ser uno de sus fieles animadores desde la grada -tanto su etapa como jugador, como luego en la de técnico- y parir un grupo musical que ha traspasado fronteras. Pero los inicios también fueron muy duros. «Nos acabamos juntando un grupo de amigos que nos conocíamos del instituto o de los lugares de ambiente y así salió. Caleb estudiaba con nuestra prima, Alvar tocaba en otro grupo y cantaba, José y yo teníamos amigos comunes, lo mismo que Adán, que estuvo los primeros cinco años, y así surgió el grupo, casi un poco de casualidad», recuerda la voz principal de La M.O.D.A.
Detrás, lógicamente, hay mucho trabajo y mucho esfuerzo, el mismo que le ponía David para intentar ganar a su hermano -siete años más joven- en cada partido que ambos jugaban como locales. «Digamos que han sido hasta ahora unos años muy bonitos, igual que los de mi hermano con el fútbol, y lo principal es que seguimos juntos y viviendo ambos muy de cerca la pasión del otro, que es muy importante».
Guillermo: «Las novias de mis jugadores son las fans número 1 de La M.O.D.A. y David las ha firmado ya cantidad de discos»
«De hecho yo nunca fui muy futbolero» reconoce David, que sí iba a ver algunos de los partidos del Real Burgos, que era el primer equipo de la ciudad en su época. «Hay algunas reglas del fútbol que ni me las sé, pero en la etapa final de Guillermo como jugador, y sobre todo ahora como entrenador, le estoy yendo a ver todo lo que puedo y me estoy enganchando muchísimo. Hasta me sé los nombres de todos los jugadores de su equipo y les he cogido cariño. Son los que a mí me molan, no Ronaldo o Messi, y gracias a ellos me he vuelto a enamorar del fútbol o del deporte más puro», compara el músico de la familia.
Es lo que tiene ser el solista de un grupo (David) o el entrenador de un equipo de fútbol (Guillermo), que la responsabilidad que asumes es evidente y por ese motivo provocas una mayor empatía en tus familiares y amigos, que son conscientes de que tú te la juegas, pero contigo muchas más gente. De hecho el futbolero de los Ruiz Miguélez recuerda que por ese motivo tuvo que «sacrificar el concierto de La M.O.D.A. en el Wizink Center. Se sabía que iba a ser todo un espectáculo, que habían agotado las entradas, y me hubiera encantado estar junto a mi hermano, pero me coincidía con un partido, y mi obligación como entrenador era estar con mi equipo».
«Intentamos cambiar la fecha del partido y todo, porque varios jugadores del equipo también siguen al grupo y querían ir, pero no pudo ser y lo primero era lo primero. Ellos dieron el concierto, que fue fenomenal, y nosotros ganamos el partido. Además, David sigue yendo a ver nuestros partidos y tiene a sus fans número 1 en las novias de los jugadores, a las que ha firmado ya cantidad de discos«, relata Guillermo.
David: «Me sé los nombres de los jugadores del equipo de mi hermano. Ellos son los que me molan, no Ronaldo o Messi»
Tanta ha sido la vinculación del fútbol con la música en la vida del compositor de La M.O.D.A., que parece normal que en alguna de sus canciones podamos encontrar algún mensaje, algún símil que los une. David menciona sobre todo uno de sus temas. «Colectivo Nostalgia tiene una frase que habla de un gol en el descuento, es como un guiño a mi hermano también, porque al final en las letras se te cuelan muchas cosas de tu vida. Las emociones que se viven en el fútbol te atrapan y ver cómo lo sienten y lo sufren los jugadores, como la vida misma, es muy bonito».
Un nexo, música y deporte, que ahora más recientemente ha vivido su ejemplo más claro tras la elección de La Vuelta a España de una canción de La M.O.D.A. para que sea la que le ponga voz a a ronda española, en concreto 1932, un tema que ya formaba parte de su primer álbum ‘¿Quién nos va a salvar?’, del año 2013. Sin duda, un gran paso adelante, otro más, en la carrera de este grupo burgalés.
«Estamos muy contentos, ha sido algo para nosotros bestial. Fueron los técnicos de la Diputación Provincial de Burgos los que propusieron a la organización de la Vuelta a España que fuera una canción nuestra la elegida, y siempre les estaremos muy agradecidos, sobre todo a Marcos, Sonia y Miguel Ángel, que han sido el trampolín», señala sincero y agradecido David.
Además, recuerda que en su día «años atrás, una canción nuestra fue la que sonó en la Vuelta a Burgos, luego también otras de otros cantantes burgaleses como Daniel Guantes, y eso hay que agradecérselo. Y ahora, para la Vuelta a España, fuimos ya nosotros los que elegimos 1932 como el tema que mejor le podía ir a la carrera».
Guillermo: «En el fútbol las dinámicas son muy importante, pero ganar o perder a veces están muy cerca»
El corto espacio entre el éxito y el fracaso
David y Guillermo han conocido también a lo largo de sus aún jóvenes carreras cómo hay que quitarle relevancia tanto a los buenos como a los malos momentos, sabiendo disfrutar de unos y aprender de los otros, pero siempre con los pies en el suelo. «En el fútbol, el ganar o el perder pueden estar muchas veces muy cerca, pero si juegas bien y los resultados no te acompañan, no es fácil mantener la confianza del jugador», explica Guillermo. «Por eso las dinámicas son muy importantes y hay que trabajar con los chicos para que las derrotas no les afecten mucho y sigan creyendo en el trabajo que están haciendo, porque los resultados acaban llegando. Pero a veces la presión exterior es mayor».
Mientras, David expone una comparativa muy personal entre el fútbol y la música a la hora de valorar un éxito o un fracaso. «En la música juegas solo contra tu propio equipo, no contra otro grupo que está tocando al mismo tiempo. Tocas para plasmar en directo lo que has ensayado, y sale, el público disfruta y ya está, aunque sí es verdad que unos días acabas más contento que otros».
«Pero en el fútbol juegas contra otros quince rivales que están en tu categoría y el ganar o perder va a depender en parte del rival que tienes enfrente cada domingo. Eso sí, me quedo con las celebraciones de los futbolistas en los goles, cómo se abrazan tras ellos y se felicitan, y me da envidia porque es algo que los músicos no podemos hacer entre canción y canción, por muy bien que nos haya quedado la que acabamos de tocar».
David: «Me quedo con las celebraciones de los futbolistas después de un gol, los músicos no lo podemos hacer entre canción y canción»
Aun así, uno y otro han conocido ya su momento más bonito, su mejor recuerdo en torno a la pasión que les mueve. El de Guillermo, «ganar la Gothia Cup en Suecia, que fue tremendo y fuimos el primer equipo español que la ganaba, pero quizá era aún muy joven, solo tenía 21 años, y no lo valoré lo suficiente. Así que casi me quedo con la primera victoria lograda esta temporada, porque el equipo lo necesitaba mucho».
El de David, «la primera canción que compuse y el primer concierto, pero realmente cada vez que haces feliz a alguien con tu música, ya merece la pena». Y es que ese es el denominador común que une a los dos hermanos, creer en lo que hacen y tratar de hacer disfrutar a los demás con él, al público de los conciertos en el caso de David, y Guillermo a los jugadores del equipo que entrena.
De momento les va sobre ruedas, igual que le ha ido al deporte burgalés durante el presente año 2021 y también durante una gran parte del pasado, coincidiendo paradójicamente con la irrupción del COVID-19. Pero el deportes burgalés está de M.O.D.A. y David y Guillermo Ruiz Miguélez son el fiel ejemplo de ello. ¡Que sigan así por muchos años! ¡Enhorabuena!
LOS HERMANOS RUIZ MIGUÉLEZ, DE CERCA:
1-Gustos Musicales:
- David: Fetén Fetén, Víctor Rutty y Robert del Pyro
- Guillermo: La M.O.D.A., Víctor Rutty y Rober del Pyro
2-Deportes favoritos:
- David: Baloncesto
- Guillermo: Fútbol
3-Colores deportivos:
- David: San Pablo Burgos y CD Inter Vista Alegre
- Guillermo: CD Inter Vista Alegre
4-Gustos gastronómicos:
- David: Cordero asado y arroz de marisco.
- Guillermo: Cordero y cualquier tipo de asado.
5-Una canción:
- David: La Vie en Rose, de Édith Piaf
- Guillermo: 1932, de La M.O.D.A.
6-Una ciudad para perderse:
- David: Sevilla
- Guillermo: Cualquier lugar de Asturias
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