Tan difícil fue llegar como tan fácil fue quedarse fuera de la final. El burgalés Dani Arce no peleará el próximo lunes por las medallas en los 3.000 metros obstáculos de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 después de haberse clasificado en el 12.º puesto de la tercera y última serie de semifinales -la más lenta de las tres- con un crono de 8:38.09 que quedaba muy lejos de los 8:17.69 con los que llegaba a la capital nipona como mejor marca personal y de la temporada.
Dani Arce y sus compañeros de carrera tomaron la salida conociendo ya lo que había pasado en las dos primeras semifinales, la primera dominada por el etíope Lamecha Girma con un crono de 8:09.83 y la segunda liderada por el keniata Abraham Kibiwot con un registro de 8:12.25. Además, todos sabían que para alcanzar la final, para la que se clasificaban los tres primeros atletas de cada serie y seis más por tiempos, debían correr más rápido de los 8:17.31, que era el tiempo que marcaba el atleta que en ese momento entraba en la misma por tiempos.
El objetivo por tanto era intentar entre todos que la carrera saliera rápida, lo más que fueran capaces de imprimir todos ellos con un trabajo colectivo, pero pronto ese cometido quedó tirado por tierra y empezó a quedar claro que con el ritmo impuesto el premio de verse en la final sería solamente para los tres primeros clasificados. Había que avivar por tanto la marcha en cabeza, y en ello asumió la responsabilidad Dani Arce, que como reconocería luego en zona mixta, quizá lo hizo de forma equivocada.
El de Cardeñadijo pasó a liderar la carrera intentando con ello que aumentaran las posibilidades de clasificación para todos, y con esa valentía que podía pagar caro cruzó en cabeza por los 1.000 metros con un tiempo de 2:52.49 que seguía siendo insuficiente para entrar en la final por tiempos. Ocupando las primeras posiciones del grupo pasó igualmente por el 2.000, esta vez con el etíope Bikila Tadese liderando la carrera con un registro de 5:41.37, pero a partir de ahí llegó el momento crítico.
Cuando la prueba entró en su momento decisivo y el marroquí El Bakkali asumió la condición de atleta más fuerte de la semifinal, las piernas de Dani Arce ya no respondieron como él esperaba y poco a poco el burgalés fue perdiendo comba con el grupo de cabeza que se iba en busca de los tres primeros puestos y finalmente solo podía entrar en la meta en la duodécima plaza con un pobre tiempo de 8:38.09.
La victoria era para El Bakkali, 8:19.00, y con él lograban el pasaporte para luchar por los metales de los 3.000 obstáculos el finlandés Topi Raitanen, 8:19.17, y el francés Alexis Phelut, 8:19.36. Sin que sirva de consuelo, en el sprint final se quedaban fuera varios de los favoritos como el keniata Leonard Bett, el estadounidense Hillary Bor y el etíope Bikila Takele, todos ellos con mejor marca personal que Dani Arce y que cruzaban la meta en la quinta, sexta y octava plaza respectivamente.
Carro y Martos, también fuera
Mientras, idéntica suerte que Arce corrieron los otros dos españoles que tomaron parte en los 3.000 obstáculos. Fernando Carro, que fue el encargado de abrir fuego, se había lesionado en los isquiotibiales en uno de sus entrenamientos ya en Tokio, y aunque tomó la salida y sufrió en carrera todo lo que pudo -saltando los obstáculos solo con la pierna derecha-, finalmente optó por abandonar.
Y Sebastián Martos, que corrió la segunda semifinal, sí que lo hizo mejor que Carro y Dani Arce, siendo al final octavo en la meta, pero su crono de 8:23.07 también sería finalmente insuficiente para verse en la final por tiempos. De esta forma, los 3.000 obstáculos no tendrán representación española en la final del próximo lunes.
Dani Arce: «Dentro de tres años lo volveré a intentar»
Finalizada la prueba, Dani Arce relataba sus impresiones para el servicio de Prensa de la Real Federación Española de Atletismo. «Ha acabado mi experiencia en mis primeros Juegos Olímpicos. Ha sido espectacular poder correr y competir, aunque haya sido sin público, y se han juntado muchas emociones, una vivencia única y apasionante que ha merecido la pena a pesar de no alcanzar la final».
Reconocía el burgalés que sus sensaciones en carrera no habían «sido muy buenas. He luchado hasta el final, pero no me he llegado a encontrar a gusto, y eso es fundamental en una prueba como esta, en la que tienes que dar tu mejor versión. Pero ha sido todo lo contrario y al menos me quedo con que he luchado hasta el final para llegar a la meta en el mejor puesto posible, lo más rápido que he podido, pero no ha sido suficiente«.

Mientras, en declaraciones a Lourdes García Campos, de RTVE, Dani Arce asumía su posible error de haberse puesto en cabeza en la primera parte de la carrera. «Al ver que la carrera estaba siendo muy lenta he querido acelerarla un poco, pero quizá me equivocado y lo más acertado hubiera sido quedarse refugiado en el grupo e intentarlo al final, pero a falta de mil metros las piernas las he notado con un poco de déficit y no me han respondido».
Aun así, el atleta entrenado por Benjamín Álvarez Furones, se mostraba con la conciencia tranquila por su trabajo en carrera y todo el realizado a lo largo de los últimos cinco años para conseguir estar en Tokio. «He dado todo lo que tenía, no me he guardado nada, así que no se me puede pedir nada más. Quizá me ha faltado aclimatarme un poco mejor a Tokio, haber venido con más tiempo de antelación que solo siete días, pero al final he dado el cien por cien. La vida sigue, lo intentaré de nuevo dentro de tres años y solo puedo agradecer a mis padres, a mi entrenador y a toda mi familia lo que han hecho por mí durante todo este tiempo».
Por último, Dani Arce no se olvidaba de su tierra y dejaba este último mensaje ante las cámaras de TVE. «Doy muchas gracias a Burgos y a mi pueblo, Cardeñadijo».