Lo que está pasando últimamente en el Hereda San Pablo Burgos es de verdadero miedo. Ha acumulado ya cuatro derrotas seguidas, tres en la Liga Endesa y una más en la Basketball Champions League, y parece que su deriva hacia ninguna parte va a más.
La defensa del equipo burgalés es un verdadero escándalo últimamente, a lo que debe sumar balones robados y numerosas pérdidas en ataque, entre otras cosas. Por no hablar del aspecto ofensivo, ya que su porcentaje de tiro desde la línea de tres puntos no es ni parecido al de años anteriores, en los que el San Pablo Burgos causaba verdadero pánico entre los rivales cuando empezaba a enchufar.
Está claro que el equipo lucha hasta el final, no se abandona, pero con su juego de las últimas jornadas llegas a pensar que parece imposible que pueda empezar de nuevo a ganar partidos. No está certero en la anotación ni desde fuera ni desde dentro, en la pintura.
Después del partido de este pasado fin de semana ante el Joventut, parece claro que un jugador como Max Salash merece tener más minutos. Pero, ¿y por qué no Kareem Queeley o Kristian Kullamae? Son jugadores muy jóvenes y están en el equipo por algo, pero no parecen contar con la confianza de Zan Tabak.
Sin duda el San Pablo necesita sabia nueva, jugadores jóvenes con ambición, ya que Vítor Benite no te va a salvar todos los partidos. Aun así, sigo creyendo totalmente en el equipo. Puede volver a ganar títulos esta temporada porque estamos ante un buen proyecto, pero si no mejora sus prestaciones en ataque y reduce sus pérdidas, el que está perdido es el equipo, y con él también el proyecto.
En definitiva, cabeza alta después de una derrota tan dura como la sufrida en Badalona, y mente fría para concentrarse en el próximo partido contra el Oldemburg alemán, un rival que ahora mismo también parece estar algo debilitado.
Fdo: JOSÉ LUIS PÉREZ GARCÍA (Estudiante de Comunicación Audiovisual de la Universidad de Burgos)
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