El entrenador del Burgos Club de Fútbol SAD, Julián Calero, comparecía este viernes en rueda de prensa en la víspera del partido que disputará su equipo ante el Málaga CF en el Estadio El Plantío este sábado (16.00 horas), en la 18.ª Jornada de la Segunda División Liga SmartBank. Un encuentro que además será muy especial para el técnico madrileño, ya que en el equipo andaluz milita su hijo Iván Calero (26 años), que no apunta en principio a titular pero podría gozar de minutos durante su desarrollo.
Un choque al que llegarán ambos equipos en dinámicas muy distintas, ya que mientras el Málaga ha ganado sus dos últimos partidos, ante el Tenerife y Las Palmas, ambos como local y para situarse 7.º en la tabla con 26 puntos; el Burgos caía el pasado fin de semana en su visita al Cartagena (1-0) y es 17.º en la clasificación con 19 puntos, solo dos por encima de los puestos de descenso.
Tras la derrota en Cartagena, regresan a El Plantío y vuelve a ser de nuevo el momento de hacerse fuerte en casa.
Sí, así es. Sabíamos de sobra cómo era lo más probable que se desarrollara la temporada, y lo estamos viendo, pero que no se vea como ningún tipo de excusa a las últimas derrotas como visitantes. Es evidente que estamos mejor en El Plantío que fuera, porque aquí es donde hemos logrado la mayor parte de nuestros puntos, pero tenemos que saber jugar ante cualquier equipo, bajo cualquier circunstancia y sea donde sea. En casa nos está valiendo, pero fuera nos está costando, eso es así.
Las últimas derrotas fuera de casa (Almería, Tenerife y Cartagena) han llevado a una cierta intranquilidad entre los seguidores y han levantado una corriente de opinión que señala que el Burgos juega a empatar. ¿Qué les puede decir a quienes piensan eso?
Les preguntaría si el año pasado jugábamos a empatar. ¿Verdad que no? Pues el planteamiento es el mismo, pero la pasada temporada teníamos enfrente toros de 300 kilos y ahora jugamos contra Miuras de 600 kilos. Tenemos una plantilla con la que tenemos que hacer el fútbol que creemos que nos puede dar el mejor rendimiento, pero nunca saliendo a empatar, sino siendo conscientes de nuestras características. Y siempre salimos a ganar, aunque en Cartagena no lo pareciera. Es un error que la gente piense que salimos a empatar.
Enfrente tendrán a un Málaga muy irregular lejos de La Rosaleda, ya que no ha logrado aún su primera victoria, pero que llega tras dos triunfos importantes como local. ¡Será un duro rival!
A todos nos está costando jugar como visitantes y puede ser porque estamos viviendo el regreso del público a las gradas tras la larga etapa de la pandemia y todos nos sentimos más cómodos en casa. Al Málaga también le está pasando, ya que todavía no ha ganado en sus desplazamientos, pero en varios de ellos ha tenido muy mala suerte y no ha merecido perder. Por eso será un rival difícil al que intentaremos plantar cara con nuestras armas.
¿Cree que las bajas temperaturas de Burgos pueden afectarle al Málaga en su rendimiento?
Podría ser. Nos pasó en Tenerife a nosotros y ahora le puede pasar al Málaga. Allí están teniendo ahora en torno a 16 grados y van a venir a Burgos a jugar con 3 ó 4 grados, y tendrán que adaptarse a ello, pero siempre es más fácil acostumbrarte al frío, porque en cuanto empiezas a correr se pasa, que al calor, que te agobia más y es más difícil de combatir. En cualquier caso no creo que se pueda usar como excusa.

Llegará a El Plantío con bajas como las de Juande, un fijo en la defensa, o Jozabed, ambos por lesión. ¿Qué importancia las da?
No creo. Tienen una plantilla muy amplia y sustitutos de garantía en todos los puestos. Lo que a mi me preocupa es que volvamos a ser nosotros mismos y no tengamos esos altibajos que estamos teniendo y se genere esa sensación de haber por donde sale el juego este día.
¿Volveremos a ver rotaciones en la alineación y un posible cambio de planteamiento o sistema de juego?
Nuestros planteamientos de partido este año son los mismos que en muchos de los partidos de la temporada pasada. Entonces nos daba para ganar, pero ahora los rivales que tenemos enfrente son mucho mejores. En Segunda la dificultad es mayor. Y en cuanto a las rotaciones. Si ganas tras haber rotado, la gente dice «mira que bien el entrenador que ha acertado y les tiene a todos los jugadores activados y preparados», pero si no ganas, entonces el discurso es que «no se puede cambiar tanto de centrales y marear a los jugadores».
¿El regreso de Elgezabal al once inicial en Cartagena tras cumplir un partido de sanción, podría ser un motivo para apostar por el mismo equipo?
Me encantaría que pudiera ser así, pero tenemos una plantilla muy amplia y a veces hay que tocar alguna tecla, siempre en busca de cómo hacerle más daño al rival. ¿Repetir el equipo? No me preocupa en exceso, aunque sí que es verdad que me gustaría, como a todo entrenador, tener un once tipo que siempre respondiera bien, pero como no es así pues tocamos las teclas que nos ayuden a ser cada domingo más fuertes.
El choque ante el Málaga tendrá esa dosis de sentimental por la oportunidad de reencontrarse cara a cara con su hijo Iván, jugador del Málaga. ¿Cómo cree que lo va a llevar?
Bien. Hablamos todas las semanas y también lo hemos hecho en esta, porque tenemos una relación fantástica y hablamos mucho. Sin embargo, esta semana no hemos hablado para nada del partido, ya que yo le debo un respeto al escudo que defiendo y él se lo debe también al Málaga. Además, ni él me iba a dar ninguna pista, ni yo se la iba a pedir, así que lo único que hemos hecho es bromear, apostar sobre el resultado final del partido, y ahora solo falta esperar al partido para ver frente a frente a un padre y un hijo, algo que no es fácil en el deporte profesional. Estará la familia en la grada, que probablemente irá con mi hijo, pero yo también tendré mis apoyos desde la grada.

¿Tiene Iván cualidades como futbolista heredadas de su padre?
Las tiene mejores, porque él fue internacional con España en todas las categorías inferiores, hasta sub’19, en una etapa en la que jugaba como delantero. Pero luego le llegó una fase de adaptación y ha acabado jugando como lateral derecho, y ahí sí que se ha parecido más a mí al convertirse en un jugador más físico, de recorrido largo. Ha salido de una grave lesión de rodilla que tuvo la temporada pasada, pero hace poco, ante el Tenerife, jugó muy bien, y yo me siento muy orgulloso de ser su padre. Eso sí, cuando empiece el partido no habrá regalos que valgan y seremos depredadores.
Finalmente, ¿hasta qué punto es importante la afición en el rendimiento del equipo en El Plantío?
El público está teniendo un peso tremendo en nuestra casa y nos está dando muchísimo. Y nosotros tenemos que devolvérselo con trabajo, con ganas y con buen fútbol, es nuestra responsabilidad, tenemos que animarle para que cada vez se sienta más identificada con el equipo. Evidentemente en partidos como el de Cartagena, en el que estuvimos mal, ya lo digo yo, estuvimos mal, la gente no se siente identificada con el equipo, pero lo que sí ven es que la gente humilde como nuestros jugadores, a base de trabajo están compitiendo con la élite, y eso lo está valorando nuestro público y nunca nos ha abandonado.