Solo un día después de haberse puesto al frente del equipo, el barcelonés Salva Maldonado (62 años) era presentado este miércoles como nuevo entrenador del Hereda San Pablo Burgos para lo que resta de temporada. Por delante le quedan 6-7 largos e intensos meses de competición (Liga Endesa, Basketball Champions League y Copa Intercontinental), pero tras casi tres campañas sin entrenar llega con mucha ilusión.
Acumula a lo largo de su carrera más de 600 partidos en la ACB, de los que más de 200 los dirigió en sus dos etapas en el CB Gran Canaria, justo el club ante el que debutará este domingo a los mandos del equipo burgalés, y llega a Burgos solo, aceptando tener a sus órdenes al mismo equipo encabezado por Félix Alonso y Fran Hernández -sus nuevos ayudantes- que hasta hace quince días trabajó para Zan Tabak.
Después de tres años sin entrenar ha aceptado la oferta del Hereda San Pablo. ¿Por qué esta sí y otras anteriores que ha recibido, no?
Porque ahora he visto que era el momento de volver. En anteriores ocasiones no se daba la situación ideal para aceptar las ofertas que he recibido, o el proyecto que me ofrecían no me apetecía, pero ahora mi situación personal está regulada y tengo ganas de volver a entrenar. Además, en el Hereda San Pablo creo que puedo aportar cosas para sacar al equipo de la situación en la que está, y creo que nos va a ir bien.
¿Qué cree que tiene que cambiar en el Hereda San Pablo?
No es lo mismo dirigir un equipo desde el inicio que cogerlo a mitad de temporada. Va a ser la segunda vez que lo haga en la ACB, nada más, y tengo claro que lo primero que hay que hacer es ayudar al jugador táctica y mentalmente. Transmitirle confianza y marcarle un camino de ilusión en el que el ganar o perder no nos afecte a partir de ahora. A partir de ahí tenemos que jugar al límite de lo que seamos capaces de hacer, pero el proceso será exigente y difícil, y por eso hay que ir con calma y serenidad.

¿Qué diagnóstico haría de lo que le está pasando esta temporada al equipo?
En primer lugar hay que tener claro que superar el listón del año pasado es muy difícil, y luego hay que ser conscientes de que llegaron al equipo siete jugadores y un entrenador nuevos. Todo eso, a la hora de construir de nuevo un equipo, complicaba la situación de partida y podía pasar lo que ha pasado, pero es que el equipo no es el mismo y sin embargo las expectativas puestas en él seguían siendo muy altas. Eso provoca presión por las derrotas, que siempre pesan, pero los jugadores y el cuerpo técnico lo tienen que asumir con serenidad. Todos los clubes han pasado por situaciones como esta.
¿Hasta dónde cree que puede dar de sí la plantilla que ya tiene a su disposición?
Veremos. La misión del equipo a corto plazo tiene que ser la de equilibrar e balance de victorias-derrotas en la ACB y ver hasta dónde podemos llegar. Además, hay que tener suerte con las lesiones, entrar en una buena dinámica de juego y resultados, y ser consciente de que queda mucho por delante. A partir de ahí, creo que no podemos ponernos un objetivo concreto de clasificación en la tabla.
El Hereda San Pablo ha ganado las dos últimas ediciones de la Copa Intercontinental. ¿Se la planteará como un reto?
Si soy sincero, fue de las últimas cosas que hablé con el club cuando me transmitió su interés porque viniera a Burgos, lo hablamos casi al final de nuestra última conversación. No ha sido clave por tanto para decidir venir aquí. El Hereda San Pablo ha ganado la Intercontinental los dos últimos años y eso es muy difícil de lograr, por eso creo que tenemos que focalizar que lo verdaderamente importante es la ACB. El resto de competiciones son un poco trampa, y en las dos el San Pablo ya ha sido campeón, pero cuando llegue la Champions iremos a tope por ella y cuando se acerque la Copa Intercontinental nos centraremos también en ella, pero la semana anterior, antes no.

¿Adaptará su idea de baloncesto al equipo que tiene, o dados los jugadores que va a tener a sus órdenes cambiará dicha idea?
La cuestión es encontrar equilibrio entre las dos cosas. Yo tengo mis ideas y las tengo que adaptar al equipo y los jugadores que tengo. Buscaré implementar mi filosofía de juego para sacar con ella el mejor rendimiento posible de la plantilla.
¿Qué análisis hace precisamente de la plantilla que tiene?
Se han ido dos jugadores y ha llegado recientemente otro, Julian Gamble, y faltaría por llegar un 4 en el que sé que el club está trabajando. La plantilla está muy bien y confío en ella y en poder sacarle el mayor partido posible con su trabajo y el del cuerpo técnico.
De todos los jugadores del Hereda San Pablo solo había coincidido ya en algún equipo con Xavi Rabaseda. ¿Cree que le ayudará su presencia a conectar con los demás jugadores?
Xavi es el único, es verdad, y coincidí ya con él en otros dos clubes, así que será nuestra tercera experiencia juntos. Él me conoce y yo le conozco, y a partir de aquí ahora me toca convencerle a él y al resto de jugadores de mi idea de juego y mis planteamientos.
El Gran Canaria ha sido su último equipo y precisamente debutará el domingo contra él. ¿Sentimientos encontrados?
Viví en el Gran Canaria dos etapas diferentes, la primera muy buena y la segunda no tanto, porque no acabé la temporada, y en total han sido más de 200 partidos en su banquillo. Guardo muy buenos recuerdos y sí, es curioso, allí dirigí el que hasta la fecha es mi último partido como técnico, y allí voy a dirigir también el primero en mi regreso después de tres años.
¿Por último, qué mensaje le mandaría a la afición del Hereda San Pablo Burgos?
Que disfrute con el equipo y que le siga animando como hasta ahora. Yo he jugado en el Coliseum con la afición en contra y ahora por suerte la voy a tener a favor. Sé lo mucho que le ayuda al equipo y es envidiable tener una afición así, muy importante para el equipo. Lo que pasa es que hasta el momento no le estamos dando victorias, que es a lo que está acostumbrado, al menos las dos últimas temporadas, y cuando no ganamos, ese apoyo puede convertirse también en presión para los jugadores. Aun así, estoy seguro de que al público lo vamos a tener siempre con nosotros.