El baloncesto burgalés está de luto desde la noche de este martes, cuando se conocía el fallecimiento, a la edad de 67 años, de Jenaro Tapia Marquina, uno de los fundadores del CD El Cid de baloncesto en silla de ruedas (allá por 1978) y su primer presidente. Además, era muy conocido entre la familia burgalesa del deporte de la canasta, ya que durante los últimos 40 años ejerció como árbitro del Colegio Provincial de Burgos perteneciente a la Federación de Baloncesto de Castilla y León, primero en partidos de los Juegos Escolares y encuentros federados de categorías inferiores, y posteriormente, y hasta hace solo cinco año, como Auxiliar de Mesa.
Jenaro Tapia fue, sin duda, uno de los precursores del baloncesto adaptado burgalés y uno de los grandes responsables de que durante las tres últimas temporadas el Servigest Burgos CD El Cid haya competido en la División de Honor del basket español en silla de ruedas, la máxima categoría nacional. Junto a otros cuatro jugadores de finales de los años 70, Ángel Acha, Alfredo Martín y los también atletas Javier Rilova y Ricardo Núñez, y después de dar unos primeros pasos de la mano del CB Gromber, por fin en 1978 fundaban el CD El Cid, asumiendo Jenaro su primera presidencia.
Los primeros partidos en esas temporadas de arranque los disputaron entre la pista de las Piscinas de El Plantío (habitual escenario del patinaje y el hockey sobre patines) y el Polideportivo El Plantío, hasta que por fin en la temporada 1986-87 conseguían el premio de ascender a la Primera División, entonces la máxima categoría nacional. Además, al año siguiente (1988) el CD El Cid, que en las campañas sucesivas iría alternando distintos nombres en función de los patrocinadores que iba encontrando, fue capaz de alcanzar las semifinales de la Copa del Rey.
Poco después Jenaro Tapia aparcaría la silla de ruedas, pero no por ello abandonaría el club, en el que siguió ejerciendo como presidente, luego como un directivo más y en temporadas posteriores como delegado de equipo o ayudante para lo que fuera necesario. Todo aquello que estuviera en su mano, Jenaro se desvivía por hacerlo o conseguirlo. El baloncesto era su pasión y por eso, una vez que tuvo que dejar de practicarlo, lo que no abandonó fueron sus labores como árbitro y auxiliar de mesa.
El baloncesto burgalés le despedirá con una última canasta de homenaje este jueves, a las 13.15 horas, en la Capilla del Tanatorio de San José. Desde Forofos Burgos nos unimos al dolor de sus dos hermanos, José María y Primitivo. El CD El Cid Servigest Burgos especialmente, y con él todo el baloncesto burgalés, le recordará para siempre con cariño. Descanse en paz.
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