La jornada de este lunes 11 de julio estaba marcada en rojo en el calendario del Hereda San Pablo Burgos al ser el primer día reservado a posibles nuevos abonados que desearan conseguir su carné para la próxima temporada 2022-23, precisamente la primera en cinco años en la que el club burgalés no estará en la Liga Endesa (ACB).
Sin embargo, a pesar del descenso a la LEB Oro sufrido el pasado mes de mayo, y que podría provocar un cierto desánimo en la parroquia azulona, la respuesta desde el primer día que se abrió el plazo para la renovación de abonos de la pasada campaña, y también la que se ha producido en esta jornada de captación de nuevos abonados, ha sido altamente positiva.
Así, el Hereda San Pablo Burgos ha cerrado este lunes con la importante cifra de 300 abonados nuevos en solo unas horas, un número que llama claramente al optimismo y deja ahora al club burgalés con la importante cifra total de cara a la próxima campaña 2022-23 de 6.500 abonados. Todo en una jornada que ya amanecía expectante porque desde primera hora de la mañana se agolpaban numerosos aficionados delante de las puertas de la oficina del club burgal´és, en la calle Juan Albarellos -traseras de la Avenida del Cid-, deseosos y ansiosos por tener por vez primera su carné del San Pablo.
Finalmente, su objetivo se convertía en realidad y a partir de ahora sobran los motivos para que el club presidido por Félix Sancho siga confiando en el objetivo de intentar repetir los 8.000 abonados de las últimas temporadas, todas ellas en la ACB. Ya solo quedan 1.500 más para cumplir con el reto.
