La Copa del Rey tendrá que esperar para el Aparejadores. En sus segunda final en los tres últimos años, el equipo burgalés caía este domingo en Sevilla ante el VRAC Quesos Entrepinares tras un partido en el que fue por delante en el marcador durante casi 60 minutos pero finalmente se encontró la gran reacción de su rival, que con tres ensayos en el tramo decisivo del encuentro volteaba un marcador de 12-25 favorable al equipo burgalés que presagiaba una posible victoria.
Las horas previas al inicio del encuentro sirvieron para confirmar en el Recoletas Burgos UBU la recuperación de los argentinos Tomás Carrió -jugó con un vendaje protector en su rodilla derecha- y de Juan Diego Zabalegui, que se habían tenido que retirar lesionados en el partido de las semifinales disputado el pasado fin de semana ante la Santboiana. Sin duda una buena noticia para el equipo burgalés, que contaba con los dos como integrantes del XV inicial.
Comenzó así la final, con los dos equipos estudiándose y muy atentos sobre todo a las fases estáticas y la circulación de oval del rival, pero en la primera ocasión que el VRAC encontró liberado en el flanco derecho de su ataque a Martiniano Cian, éste se fue en carrera de los pocos jugadores burgaleses que le pudieron salir al paso para adelantar a su equipo con el ensayo que abría el choque (5-0, minuto 7). Afortunadamente Greg Dyer no acertaba con la conversión y el equipo pucelano no podía aumentar en dos puntos más su marcador.
Recibir la marca no afectó a la integridad del Recoletas Burgos UBU, que no tardó en hacerse con la iniciativa en el juego y provocar en los siguientes minutos hasta tres golpes de castigo, dos de los cuales los acertaba Juan Diego Zabalegui para poner por delante a su equipo en el minuto 21 (5-6). Voltear el resultado por la impotencia del VRAC a la hora de intentar frenar a la delantera burgalesa animaría además a los del Aparejadores, que a partir de ese momento se harían dueños por completo del oval.
Suyo era el balón ante la impotencia del conjunto vallisoletano, y tras una larga jugada de ataque dentro de la zona de 22, con numerosas fases y una enorme paciencia, era finalmente Facundo Sacovechi el que acababa consiguiendo el ensayo bajo palos. Además, la facilidad de la patada consiguiente permitía a Juan Diego Zabalegui lograr una cómoda transformación y el 5-13 (minuto 34) ya era una realidad.
La reacción del Recoletas Burgos UBU se escenificaba en un gran parcial a su favor de 0-13 y además los restantes compases del choque, hasta el descanso, siguieron caracterizándose por la continua presencia del equipo burgalés en campo contrario. Así forzaba otro golpe en el minuto final por un balón retenido del VRAC, pero esta vez la patada se le escapaba a Zabalegui por muy poco y el encuentro llegaba a la conclusión del primer tiempo con el 5-13 favorable al Aparejadores.
Ensayo de Nicolás Coronel para abrir boca
Tras la reanudación mejor no pudieron empezar las cosas para el equipo dirigido por la dupla argentina José García-José Basso, ya que con su primera presencia en campo vallisoletano movería de nuevo el oval de forma muy inteligente y con una gran precisión hasta encontrar abierto en el ala izquierdo a Nicolás Coronel, que sin oposición posaba el oval junto al banderín de córner. Colocaba así el 5-18 (minuto 42) para el Recoletas Burgos UBU, ya que la patada a palos se le volvía a marchar a Zabalegui.
Empezaban a prometérsela muy felices los burgaleses, pero el Quesos Entrepinares sabría reaccionar en su primera acción de ataque, en la que tras llegarle el balón a su capitán, Kalo Kalo, éste tiraría de la fuerza que le da su corpulencia y con una carrera de escasos diez metros superaría la última oposición de Tomás Carrió para conseguir el ensayo. Greg Dyer lo transformaba frente a palos y el marcador se comprimía (12-18, minuto 45).
Pero para dañar la confianza del Recoletas Burgos UBU esta temporada hace falta algo más que eso, y prueba de ello fue su siguiente ataque, con touche a 5 metros, en el que el conjunto burgalés conseguía tirar de nuevo de la fortaleza de su delantera, bascular el oval de derecha hacia el centro y acabar encontrando la marca cerca de los palos de Valentín Bustos. Esta vez se encargaba de patear Tomás Carrió, que no fallaba, y de nuevo el equipo burgalés ampliaba su renta (12-25).
El partido había saludado a su segunda mitad muy dinámico y con continuas alternativas, y por eso de nuevo llegaría la réplica del VRAC, que con facilidad superaba la línea de 22 del Aparejadores para provocar una melé a 5 metros que le permitiría empujar y empujar hasta permitir al recién entrado Siosua Moala lograr la tercer marca pucelana (17-25). Por fortuna Dyer estrellaba su intento de transformación en uno de los palos.
Cuatro ensayos en menos de 15 minutos había visto la reanudación de la final de la Copa del Rey, y los cambios que empezaron a introducir uno y otro equipo le darían de entrada un mayor oxígeno al VRAC, que nuevamente apelaba a su delantera para noquear a la línea y la zaga burgalesa y encontrar otro ensayo más, el segundo de Kalo Kalo. Además, esta vez no fallaba Dyer con la conversión y la ventaja del Recoletas Burgos UBU quedaba reducida a la mínima expresión (24-25, minuto 59).
A partir de ahí se calmaría el juego por parte de ambos equipos, aunque la iniciativa seguía siendo del VRAC, y con esa escasa de solo un punto llegaría el partido a sus minutos finales, en los que una patada del equipo pucelano terminaba con el balón saliendo a solo un metro de la zona de ensayo. La touche consiguiente a 5 metros la dominaría además el Quesos, y con el empuje de su delantera lograba la marca de Sacha Casañas que le ponía por delante en el marcador (29-25 porque Dyer fallaba la conversión).
Solo le restaban al Recoletas Burgos UBU dos minutos para buscar un ensayo milagroso, y tendría para ello también su touche a 5 metros de su objetivo, pero en esta ocasión los burgaleses no lograrían posar el oval y el partido moría ahí, con el Aparejadores a la orilla de haberse proclamado campeones de la Copa. Una auténtica pena.
FICHA TÉCNICA:
VRAC Quesos Entrepinares: Raúl Calzón, Pablo Miejimolle, Mauro Genco, Kalo Kalo, Benjamin Wood, Gabriel Vélez, George Stones, Ewart Potgieter, Mauro Perotti, Greg Dyer, Martiniano Cian, Alejandro Alonso, Michael Stringer, Miguel Lainz y Baltazar Taibo. También jugaron: Juan Ignacio Pérez, Alberto Blanco, Siosiua Moala, Marc Sánchez, Tsune Tchumburidze, Sacha Casañas, Damián Huber y Javier López.
Recoletas Burgos Universidad de Burgos: Bernardo Vázquez, Agustín Gil, Franco Pechia, Facundo Sacovechi, Johan Wagenaar, Rubén Sanz, Arturo Méndez, Valentín Bustos, Tani Bay, Tomás Carrió, Nicolás Coronel, Juan Diego Zabalegui, Pablo Rascón, Facundo López y Feta Casteglioni. También jugaron: Mariano Carranza, Nacho Caíni, Santiago Gramajo, Nicolás Walker, Urko Zumeta, Nico Rocaries, Andu Masuyama y Noah Canepa.
Árbitro: Alfonso Mirat.
Marcador: 5-0 (minuto 7): Ensayo de Martiniano Cian. 5-3 (minuto 19): Golpe de castigo de Juan Diego Zabalegui. 5-6 (minuto 21): Golpe de Zabalegui. 5-13 (minuto 34): Ensayo de Facundo Sacovechi que transforma Zabalegui. 5-18 (minuto 42): Ensayo de Nico Coronel. 12-18 (minuto 45): Ensayo de Kalo Kalo que convierte Greg Dyer. 12-25 (minuto 48): Ensayo de Valentín Bustos que transforma Zabalegui. 17-25 (minuto 53): Ensayo de Siosiua Moala. 24-25 (minuto 59): Ensayo de Kalo Kalo que convierte Dyer. 29-25 (minuto 78): Ensayo de Nacho Casañas.
Incidencias: Final de la Copa de SM El Rey disputada en las Instalaciones Deportivas de La Cartuja, en Sevilla. Presencia en las gradas de unos 300 seguidores del Aparejadores que animaron a su equipo sin parar y despidieron a sus jugadores a los gritos de «Aquí está, este es, el equipo burgalés».