El Burgos BH soñó con la victoria hasta los últimos metros de la etapa ‘burgalesa’ de La Vuelta disputada este miércoles, en la que Pelayo Sánchez terminó sexto. El asturiano formó parte de una fuga numerosa, junto a sus compañeros José Manuel Díaz y Eric Fagúndez, y tuvo opciones de ganar hasta las últimas rampas de la subida a la Laguna Negra de Vinuesa. El joven escalador morado lo dio todo para aguantar entre los más fuertes de la escapada y logró en meta el mejor resultado del Burgos BH hasta el momento en esta Vuelta a España.
La jornada tenía una importancia especial para el equipo dirigido por Julio Andrés Izquierdo, puesto que partía de Lerma y recorría la Sierra de la Demanda. Camino de Salas de los Infantes se produjo una intensa batalla en el pelotón, ya que la fuga tenía muchas opciones de poder llevarse la etapa.
No fue hasta superado el kilómetro 50 de carrera cuando se formó un grupo de 26 corredores, en el que pudieron entrar tres escaladores del Burgos BH. Los dos grupos de carrera rodaron siempre a un ritmo muy fuerte y los fugados llegaron a la base del único puerto del día con casi seis minutos de ventaja. Eric Fagúndez lo probó desde lejos, en las primeras rampas de la Laguna Negra de Vinuesa, pero el grupo controló su ataque.
La selección comenzó pronto y Pelayo Sánchez aguantó entre los más fuertes. El asturiano supo sufrir para llegar con opciones al final y, tras los últimos ataques, logró una valiosa sexta posición. En el pelotón no hubo ataques y Dani Navarro se mantiene en el top-30 de la general. Además, José Manuel Díaz Gallego recibió el Premio de la Combatividad, el cuarto que gana el Burgos BH, que terminó como el mejor equipo de la etapa, escalando tres puestos en la general por escuadras.
Pelayo Sánchez: “Sabíamos que iba a ser difícil formar la fuga, ya que era un inicio llano, por carreteras muy anchas. Esperábamos que hubiera una o dos horas de pelea, con todos los equipos intentando coger la escapada, y así fue. Estuvimos todo el tiempo rozando los 50 kilómetros por hora de media, una auténtica locura. Finalmente, en un repecho a la salida de un pueblo, se hizo el corte. Ahí pudimos entrar tres ciclistas del equipo. Luego, en la fuga intentamos gastar lo menos posible, pasando todos en los relevos para ir haciendo camino».
«El entendimiento fue perfecto, éramos muchos corredores y, salvo sorpresa, teníamos una oportunidad buena para llegar. En la parte final intentamos seguir una rueda buena para llegar lo más lejos posible. Nos agarramos ahí como pudimos e hicimos un buen papel, además en la etapa de casa. El motor iba ya un poco recalentado y no pude esprintar, pero es un resultado que da moral para lo que viene”, concluía Pelayo Sánchez.
La Vuelta ofrecerá una nueva oportunidad a los velocistas en su duodécima etapa, que saldrá este jueves de la localidad soriana de Ólvega y terminará en Zaragoza. El recorrido es mayoritariamente llano, con una primera parte muy veloz y un pequeño repecho no puntuable bastante tendido situado a 50 kilómetros del final. Otra jornada en la que el Burgos BH tratará de mostrarse en la escapada, al mismo tiempo que busca sus opciones en una posible llegada masiva.
