El gozo en un pozo. La atleta burgalesa Lucía Carrillo, una de las apuestas más que seguras del atletismo burgalés para el Campeonato de España Absoluto en Pista Cubierta que se disputa este fin de semana en Ourense, se ha visto obligada a renunciar al mismo por una lesión aparentemente leve pero que podía ir a más si se le sometía a tres carreras (series, semifinal y final), las que debía completar la velocista en la prueba de los 200 metros en la que estaba inscrita.
Lucía sufre exactamente un edema en el lateral exterior de su pie izquierdo, dolencia que se le empezó a originar en el reciente Nacional Sub’23 disputado en Antequera, cita en la que logró el oro en la misma distancia de los 200 metros; y al no haberse recuperado del mismo ha optado por no acudir al Absoluto.
«Hemo estado esperando hasta última hora, para ver cómo iba la recuperación, pero al final he decidido junto a mi entrenador -Pedro Movillo- que lo más oportuno era no arriesgar para evitar que la lesión pudiera agravarse y me perjudicara en la preparación de la competición al aire libre. Realmente no nos habíamos marcado para esta temporada el objetivo de la pista cubierta, pero una vez que logré el título en el Nacional Sub’23 sí estaba ilusionada por intentar repetirlo en el absoluto», señala Lucía Carrillo.
De hecho parece que la nieta de Albina Gallo está un poco gafada con el Campeonato de España Absoluto bato techo, ya que el año pasado tuvo también que renunciar a disputar las semifinales de los 200 metros debido a un pinchazo en los isquiotibiales. «Sí, ha sido una pena otra vez. La verdad es que creo que podía haber peleado por el oro con Paula Sevilla y Esperanza Cladera, las dos rivales que iba a tener más fuertes, pero tengo muy claro que el objetivo principal es la temporada al aire libre e intentar llegar a los Juegos Olímpicos de París al menos en el relevo 4×100″, concluye resignada Lucía Carrillo.
