Concluyó la aventura olímpica para el burgalés Dani Arce y lo hizo en la noche de este miércoles 7 de agosto con un brillante décimo puesto en la final de los 3.000 metros obstáculos, en la que tomaron parte un total de 16 atletas y el de Cardeñadijo fue el único europeo participante. No era nada fácil la empresa, pero Arce siempre dio lo mejor de sí y acabó entrando en la meta con una gran marca de 8:13.80 minutos.
Desde el momento de la salida, Dani Arce optó por quedarse atrás mientras eran los tres etíopes participantes en la final, Samuel Firewu, Getnet Wale y Lamecha Girma los que tomaban la cabeza junto al hindú Aninash Sable, que parecía el encargado por parte de todos de avivar el ritmo. Una situación de carrera que se mantendría hasta el paso por los primeros 1.000 metros, momento en el que Dani Arce ya había escalado hasta el undécimo puesto.
A partir de ahí entraría también en danza por delante el gran favorito, el marroquí Soufiane El Bakkali, y con él los keniatas Abraham Kiwibot y Simon Koech, además del ugandés Leonard Chemutai. Eran muchos los que peleaban por situarse delante, y mientras Arce se mantenía en el medio de un grupo que en vez de romperse se compactaba cada vez más.
Llegaron así los 16 protagonistas a los últimos metros, en los que Chemutai y Koech intentarían irse por delante en balde, en tanto que los tres etíopes empezaban a perder comba uno tras otro. Llegaba entonces, a falta de 600 metros, el ataque definitivo de El Bakkali, al que le respondían de forma sorprendente el estadounidense Kenneth Rooks y el keniate Kibiwot, y entre los tres se jugarían los puestos del podio.
No saltaría la sorpresa y El Bakkali se imponía con un crono de 8:06.05, su mejor marca de la temporada; segundo era Rooks con mejor marca personal (8:06.41) y tercero Koech (8:06.47) con mejor registro del año. Por detrás, apretando hasta el final, llegaba Dani Arce para cruzar la meta en una brillante décima plaza con una marca de 8:13.80 que sin duda estaba muy bien.
Un gran broche de la temporada para el discípulo de Benjamín Álvarez Furones que pone en París la guinda a un año muy bueno y permite a Dani Arce cumplir uno de sus sueños, ser finalista en unos Juegos Olímpicos y quedarse muy cerca del diploma. ¡¡¡Enhorabuena, Dani!!!!
