El Silbö San Pablo Burgos y el Monbus Obradoiro protagonizaron un duelo intenso en el que los locales impusieron su ritmo desde el inicio y lograron una victoria contundente por 95-82 que les permite una semana más quedar al frente de la clasificación en solitario. Corbalán, que fue el máximo anotador por parte de los burgaleses marcó el ritmo de partido mientras que también destacaron Stumbris, Fischer y Gudmundsson. Por parte de los gallegos, Balvin y Nacho Varela no fueron suficiente para frenar a San Pablo a pesar del buen tercer cuarto.
Cremo inauguró el marcador con un rápido 5-0, aprovechando la falta de intensidad defensiva de su rival en los primeros compases del encuentro. Aunque el Obradoiro reaccionó con un parcial de 7-5, los dirigidos por Félix Alonso mostraron serias dificultades para frenar el ataque burgalés. Un parcial de 6-0 liderado por la efectividad de San Pablo obligó a Balvin a detener la sangría con una acción individual que dejó el marcador en 13-5.

El acierto exterior fue clave en los primeros minutos para San Pablo. Stumbris, con dos triples casi consecutivos, y la buena dirección de Corbalán, permitieron a los locales ampliar la diferencia con autoridad. Obradoiro intentó mantenerse en partido, pero su fragilidad defensiva y la fluidez ofensiva del conjunto burgalés hicieron que la brecha en el marcador se ampliara rápidamente. El primer cuarto concluyó con un contundente 29-18 a favor de los de Burgos.

En el segundo cuarto, el Obradoiro trató de ajustar su defensa con mayor agresividad, dificultando por momentos los ataques de San Pablo. Sin embargo, el equipo de Bruno Savignani encontró soluciones para seguir anotando con facilidad. La intensidad defensiva de los gallegos fue efímera y pronto volvieron a conceder tiros cómodos a su rival, que supo castigar cada despiste. Un parcial de 41-25 reflejaba la superioridad local, obligando al equipo visitante a buscar respuestas urgentes para frenar la sangría.
A pesar de los intentos de reacción de Obradoiro, el equipo burgalés mantuvo el control del encuentro. Con triples oportunos, los visitantes trataron de engancharse al partido, pero la experiencia de jugadores como Lapornik y Gudmundsson desde la línea de tiros libres volvió a ampliar la diferencia a +14. La falta de claridad ofensiva de Obradoiro se hacía evidente, ya que cada intento de recortar distancias era rápidamente neutralizado por la intensidad defensiva del conjunto local.

Los errores desde el tiro libre también jugaron en contra del equipo gallego, que no logró aprovechar las oportunidades para acercarse en el marcador. San Pablo, por su parte, elevó su nivel defensivo en los minutos finales del cuarto, combinando el acierto de Stumbris y Dani Díez con un robo clave de Gudmundsson. Con esta racha favorable, el equipo burgalés consolidó su ventaja y se marchó al descanso con un sólido 49-36.

Poco cambió el guion del partido en la segunda mitad. De hecho, los de Bruno Savignani se propusieron cerrar el encuentro y, aprovechando dos errores consecutivos de San Pablo, lograron un parcial favorable que puso el 57-40. A partir de ahí, San Pablo empezó a jugar con más confianza, mientras que Obradoiro entró en una fase de colapso (61-40). Aunque los visitantes intentaron aferrarse al partido, el equipo local impuso su juego al contraataque y en la pintura, ampliando nuevamente su ventaja hasta los 21 puntos (67-46).
A pesar de las dificultades, Obradoiro no bajó los brazos y encontró en el tiro exterior su mejor recurso. Dos triples de Micovic y otro de Brodziansky redujeron la distancia en el marcador hasta el 67-56. Esta fue solo la antesala de la remontada gallega, que terminó de consolidarse con dos triples de Varela, cerrando el cuarto con un 70-62 que reavivaba sus esperanzas.
El último cuarto comenzó con Brodziansky haciendo mucho daño a San Pablo. Con una posesión para ponerse a solo cuatro puntos, una mala decisión de Andronikasvili permitió al equipo local respirar y frenar la dinámica ascendente de su rival (74-66). A partir de ese momento, San Pablo recuperó el control del encuentro y manejó la ventaja con solvencia, asegurando cada posesión y evitando errores innecesarios.

A falta de tres minutos para el final, Andronikasvili redujo la desventaja a solo siete puntos, pero San Pablo reaccionó con contundencia. Aprovechando su superioridad en el juego interior, Golomán y Dani Díez firmaron una serie de acciones clave que elevaron el marcador hasta el 89-76, cortando cualquier posibilidad de remontada por parte de Obradoiro.
Con el partido bajo control, los locales supieron gestionar los últimos minutos con cabeza fría. La experiencia y solidez de San Pablo se impusieron en el tramo final, cerrando definitivamente el encuentro con una victoria por 95-82. Un triunfo que reafirma su buen momento y deja a Obradoiro con la tarea pendiente de mejorar su consistencia defensiva para futuros compromisos.

FICHA TÉCNICA:
95-Silbö San Pablo Burgos: Gudmundsson (12), Corbalán (17), Stumbris (14), Cremo (5), Fischer (16) – cinco inicial – Cuevas (14), Wembi (0), Almazán (0), Barrera (-), Díez (5), Golomán (8), Lapornik (10).
82-Monbus Obradoiro: Davison (12), Galán (0), Balvin (17), Jiménez (7), Quintela (8) – cinco inicial – Andronikashvili (2), Brodziansky (12), Micovic (8), Grela (0), Arroyo (16), Stephens (0).

Parciales: 29-18 / 20-18 (49-36) / 21-26 (70-62) / 25-20 (95-82)
Árbitros: Germán Morales, Héctor Baéz y José María Arresa.
Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 21 de la Primer FEB celebrado en el Coliseum Burgos ante 9.123 espectadores.