Silbo San Pablo Burgos se lleva el derbi burgalés en un encuentro muy igualado en el que el segundo cuarto fue determinante para sumar una victoria que le mantiene al frente de la clasificación. La aportación de Fischer fue determinante (20 puntos 9 rebotes y 33 de valoración) mientras que por Tizona fue una aportación más coral en un partido en el que las faltas mermaron la rotación de los de Camps
El esperado derbi burgalés comenzó con un ambiente eléctrico en las gradas y con dos equipos conscientes de lo que había en juego. El inicio no fue brillante en cuanto a juego, pero sí intenso en cada acción. Tizona fue el primero en encontrar una pequeña ventaja, aprovechando el desacierto inicial de San Pablo (2-5). Sin embargo, la igualdad fue la nota predominante en estos primeros minutos. Ambos entrenadores tomaron decisiones arriesgadas, manteniendo en pista a Lobo y Stumbris pese a las dos faltas personales que acumularon pronto.

San Pablo reaccionó de la mano de Fischer, quien logró meter a su equipo en el partido y darle la primera ventaja (10-9). La batalla en la pintura era feroz, y los tiros libres comenzaron a ser un factor clave en el desarrollo del encuentro. Ninguno de los dos conjuntos consiguió despegarse en el marcador, y tras diez minutos de mucha fricción y lucha en cada posesión, el primer cuarto terminó con el empate reflejando la paridad en la cancha (17-17).

El segundo cuarto mantuvo el mismo guion de intensidad y equilibrio, aunque con un factor determinante: las faltas. Tizona se vio obligado a modificar su planteamiento tras la tercera personal de Pacheco y Jones (24-24). Salva Camps tuvo que reajustar su rotación, mientras que Bruno Savignani apostó por Wembi como ala-pívot para buscar superioridad en la pintura (23-21).
Tizona comenzó a sufrir con las decisiones arbitrales, y la acumulación de faltas empezó a pasarle factura. Thiam, clave en el juego interior, tuvo que sentarse tras cometer su tercera personal, y la frustración llevó a una técnica que condicionó aún más a su equipo. San Pablo aprovechó la situación para subir su intensidad defensiva y, con un mayor acierto en ataque respecto al primer cuarto, logró abrir la primera ventaja antes del descanso (37-33).

San Pablo regresó del descanso con una clara intención: romper el partido y evitar un final apretado. La intensidad defensiva subió un peldaño y, en ataque, buscaron imprimir velocidad para desgastar a Tizona. Sin embargo, Keita asumió protagonismo y mantuvo a los visitantes en la pelea, evitando que la diferencia creciera en los primeros compases del tercer cuarto.

No obstante, San Pablo no tardó en imponer su ritmo y, con transiciones rápidas y un juego más dinámico, logró su primera ventaja de dos dígitos (50-40), obligando a Salva Camps a detener el partido con un tiempo muerto. La pausa surtió efecto, y Tizona reaccionó de la mano de Parrado, quien lideró la ofensiva para reducir la brecha y volver a meter a su equipo en la pelea (54-50).
El Coliseum volvió a rugir cuando Cremo encadenó cinco puntos consecutivos, levantando al público y dando oxígeno a San Pablo en un momento clave. Sin embargo, Tizona supo aferrarse al partido desde la línea de tiros libres, aprovechando cada visita a la personal para no descolgarse antes del último cuarto.

El último cuarto arrancó con un golpe de autoridad de San Pablo, pero también con un problema importante: Pacheco vio su cuarta falta nada más empezar, y su equipo lo notó de inmediato. El ataque se atascó y, salvo una canasta aislada del propio Pacheco, San Pablo se vio superado en el inicio del periodo. Mientras tanto, Tizona intentó aprovechar la situación, pero se encontró con la estrategia de Savignani, que apostó por jugar con dos pívots para desgastar a Thiam.
La táctica funcionó, y el interior de Tizona terminó viendo su quinta falta cuando aún quedaban seis minutos por jugar (67-58). A pesar de la ventaja, San Pablo no supo jugar con la tranquilidad necesaria. Un parcial positivo le devolvió la renta de +10 (72-62), pero varios errores defensivos permitieron a Tizona mantenerse con vida hasta el final. La diferencia se redujo peligrosamente en los últimos instantes, dejando el partido abierto a falta de dos minutos. En un cierre de alta tensión, los locales supieron gestionar mejor los últimos ataques y, con un Coliseum expectante, sellaron la victoria por 77-73 en un derbi vibrante hasta el final.

FICHA TÉCNICA:
77-Silbö San Pablo Burgos: Cuevas (0), Almazán (1), Stumbris (7), Cremo (9), Fischer (20) – cinco inicial – Bella (-), Wembi (6), Gudmundsson (10), Barrera (0), Corbalán (6), Golomán (11) y Lapornik (9).
73-Grupo Ureta Tizona: Jordi Rodríguez (9), Pacheco (11), Simeunovic (2), Seoane (0), Thiam (6) – cinco inicial – Lobo (4), Keita (13), Soluade (7), Parrado (13), Vilà (2), Díaz (0) y Jones (6).
Árbitros: De Lucas, Palanca y Sierra. Eliminado por cinco faltas personales Abdou Thiam (min 34)
Parciales: 17-17/ 20-16 (37-33) / 23-23 (60-56)/ 17-17 (77-73)
Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 24 de la Primera FEB celebrado en el Coliseum Burgos ante 8.835 espectadores.