El Grupo Ureta Tizona no ha podido este viernes con un Real Betis Baloncesto que fue muy superior desde el inicio de un partido en el que los burgaleses firmaron un buen tercer cuarto que no fue suficiente para deshacerse de un rival que tuvo más acierto y fue más físico, especialmente Mark Hughes, que fue la pesadilla del equipo burgalés con 29 puntos. Por parte del Tizona, el máximo anotador fue Djole Simeunovic con 16 puntos.
Comenzó el partido con un Tizona desaparecido en ataque, perdiendo muchos balones que eran castigados por Betis, a pesar de que en defensa el equipo de Salva Camps sí dio la cara. Benite anotaba los cinco primeros puntos con dos tiros libres y un triple que hacían cambiar el planteamiento inicial de Camps. La superioridad interior de Betis fue evidente y Álex Suárez dominó el rebote defensivo en cada fallo de Tizona. Hughes puso el 0-10 que obligó a Salva Camps a pedir tiempo muerto.
Tras el tiempo muerto, Tizona despertó con un gran Jacobo Díaz, que anotó cinco puntos que redujeron la brecha inicial de los béticos. Sin embargo, Betis no tardó en reaccionar y, aprovechando una vez más su superioridad en la pintura, volvió a poner el +11 en el marcador. Con un juego rápido y preciso, los visitantes ampliaron aún más la ventaja hasta llegar a un preocupante +14. Camps, consciente de la necesidad de frenar el vendaval ofensivo rival, realizó cambios en la rotación en busca de mayor solidez defensiva y mejor presencia en el rebote. Con la entrada de Jordi Rodríguez, el equipo mejoró en este aspecto y logró contener en parte el empuje del conjunto sevillano, equilibrando la lucha en la pintura (9-18 en rebotes en ese momento del partido).
Sin embargo, Hughes se convirtió en una auténtica pesadilla para la defensa de Tizona. Con 14 puntos en el primer cuarto, fue el principal artífice del dominio de Betis en el marcador. A pesar de los esfuerzos defensivos locales, la anotación visitante no cesaba, y la diferencia se mantenía en cifras preocupantes.
Fue entonces cuando Djole Simeunovic asumió el protagonismo en ataque y con siete puntos consecutivos logró maquillar el resultado antes del final del primer cuarto, dejando el marcador en 16-25. La reacción del Tizona dejaba abierta la esperanza de una remontada, pero aún quedaba mucho trabajo por hacer para equilibrar el partido.
El segundo cuarto no comenzó de la mejor manera para Tizona en el apartado ofensivo, lo que permitió que el Real Betis tomara el control del marcador desde los primeros compases. Los visitantes, más acertados en ataque, aprovecharon cada oportunidad para ampliar su ventaja hasta alcanzar un preocupante 16-30. Sin embargo, el equipo local no bajó los brazos y sacó provecho de los errores ofensivos del conjunto bético para firmar un parcial de 6-0 que les devolvió al partido. Este buen tramo obligó al entrenador visitante, Gonzalo García de Vitoria, a solicitar un tiempo muerto con la intención de frenar la reacción del Tizona y reorganizar a su equipo.
En la reanudación, la intensidad defensiva subió de nivel, y en una de esas acciones, Seoane se vio castigado con su tercera falta personal en un intento por frenar a un inspirado Vítor Benite, que se convirtió en una de las principales armas ofensivas del Betis. Con el marcador en 22-33, Tizona siguió remando para no permitir que los visitantes se escaparan en el marcador. La defensa local ajustó líneas y empezó a poner en aprietos a la ofensiva rival, lo que les permitió reducir la diferencia y mantenerse en la pelea.
Parrado encadenó dos triples consecutivos, lo que levantó a la afición presente en El Plantío y puso el marcador en un ajustado 35-42. Sin embargo, el Real Betis supo gestionar mejor los últimos minutos de la primera mitad y, con un juego más ordenado y efectivo, consiguió marcharse al descanso con una ventaja de nueve puntos (37-46), dejando al Tizona con la necesidad de ajustar su estrategia para la segunda parte.
Simeunovic comandó la remontada de Tizona, que poco a poco fue ganando terreno pero la cuarta falta de Thiam condicionó la rotación unida a la tercera de Keita (46-49). Cuando más cerca estuvo Tizona volvió a aparecer Hughes que rompió el arreón de los de Camps (46-53) y tras una serie de errores burgaleses y aciertos sevillanos, el marcador se fue al 51-63 con una jugada de cinco puntos por parte de Betis. Tras el tiempo muerto, Hughes volvió y con su acierto exterior impidió la progresión del equipo burgalés, en el que solo Parrado veía aro (53-68).
En el último cuarto, el Tizona desapareció por completo a pesar de que Jordi Rodríguez comenzó anotando pero empezó a acusar el cansancio y Betis se creció en la adversidad del equipo burgalés. Como un azucarillo se fue diluyendo el juego de Tizona sin encontrar una manera de revertir la situación y Betis alcanzó máximas por encima de los 20 puntos que no reflejaban lo visto anteriormente, pero sí el poco juego que desplegó el cuadro de Salva Camps en los últimos minutos.
La primera canasta de Caio Pacheco, que había sido el pilar fundamental en anotación del equipo en otros encuentros, llegó a falta de 3 minutos para la conclusión. Con el partido cerrado, Soluade maquilló el resultado con dos triples seguidos (69-88) y un triple de Alex Suárez puso el final a un partido en el que Tizona lo intentó pero no pudo con la superioridad bética (69-91).
Ficha técnica:
69-Grupo Ureta Tizona: Keita (6), Pacheco (3), Simeunovic (16), Seoane (0), Jones (6) – cinco inicial – Rodríguez (1), Lobo (3), Soluade (9), Parrado (14), Vilà (0), Thiam (6) y Díaz (5).
91-Real Betis Baloncesto: Hughes (29), Benite (16), De Bisschop (7), Renfroe (5), Suárez (6) – cinco inicial – Cvetkovic (2), Olumuyiwa (9), Kasibabu (3), De la Torre (4), Jelinek (0), Dallo (0), Radoncic (10).
Parciales: 16-25 / 21-21 (37-46) / 16-22 (53-68) / 16-23 (69-91)
Árbitros: Germán Morales, Rodrigo Garvin y Fernando Martínez.
Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 27 de Primera FEB celebrado en el Polideportivo Municipal de El Plantío ante 2.115 espectadores.
