El Burgos Club de Fútbol ha presentado este lunes sus nuevas equipaciones para la temporada 2025-26 en un enclave difícilmente más representativo: el claustro bajo de la Catedral de Burgos, Patrimonio de la Humanidad, emblema universal de la ciudad y epicentro espiritual de su historia.
Lejos de ser una simple puesta en escena para desvelar camisetas, el evento ha sido una declaración de intenciones. Una forma de reivindicar que el Burgos CF no es solo un club de fútbol, sino un estandarte de la ciudad. La elección del lugar, acompañada por miembros del Cabildo Catedralicio, no fue casual.
Durante el acto se proyectó también el nuevo spot de la campaña de abonados, titulado “Camino a El Plantío”, una metáfora que conecta el recorrido del aficionado hacia el estadio con la idea de camino, de lucha, de tradición. Como explicó el consejero delegado del club, Alejandro Grandinetti, “el deporte también es cultura y tradición».
Las camisetas, lejos de cualquier catálogo genérico, han sido diseñadas con mimo y con una intención clara: que cuenten una historia. Según explicaron desde el departamento de comunicación y diseño, su objetivo era crear algo único, irrepetible, que no se encuentre en ninguna otra tienda ni en ningún otro club. Por eso, cada una de las tres equipaciones tiene un relato propio, pero todas comparten una raíz: la identidad burgalesa.
La primera camiseta, de fondo blanco con detalles en negro, tiene los colores clásicos, pero con una profundidad simbólica inusual. Incorpora un sutil estampado con la figura de la Tizona, la espada del Cid Campeador, cuyo legado sobrevuela toda la ciudad. Además, aparecen también motivos inspirados en las formas de la Catedral.
La segunda equipación, completamente negra, es la más contundente visualmente. Representa la garra, el coraje y la intensidad con la que el equipo compite cada jornada. En ella, la Tizona vuelve a estar presente, pero esta vez en forma de una franja en el pecho y de manera estampada.
La tercera camiseta rinde homenaje directo a la ciudad. Con un diseño en tonos rojo y pardo, recupera los colores de la bandera de Burgos, buscando conectar con el orgullo local y con la historia del club. Es una declaración de pertenencia, en la que la Catedral también está presente, en este caso con el rosetón en los hombros.
La presentación contó con la participación de representantes de todas las secciones del club: David González, del primer equipo masculino; Ethan Ventosa, del filial; y Cristina López, del equipo femenino.
