La fecha del 28 de agosto de 2019 quedará grabada con letras de oro en los anales del deporte burgalés, de su ciclismo y de su equipo más importante, el Burgos BH. En la jornada de este miércoles, uno de sus corredores, el cántabro Ángel Madrazo, hacía historia al lograr lo que parecía un imposible, una victoria de etapa en la Vuelta a España.
Se disputaba la quinta de esta presente edición de 2019, entre la localidad de L’Eliana y el Observatorio Astrofísico de Javalambre, con 170 kilómetros de recorrido y con tres puertos puntuables para el Gran Premio de la Montaña, uno de 2.ª Categoría, otro de 3.ª y el Alto de Javalambre -la meta- de 1.ª Categoría.
Una dura jornada para todos los corredores y también para el Burgos BH, que hasta ahora había sido protagonista de continuas escapadas en las etapas precedentes con hombres como Jorge Cubero, Diego Rubio o el mismísimo Ángel Madrazo, que además ostentaba desde el pasado domingo el maillot de lunares azules como líder de la Montaña.
Pero ni por esas se arrugaron los hombres del Burgos BH y menos el ‘Gorrión de Cazoña’, como conocen en Santander -su tierra- a Ángel Madrazo. En el km 11 volvió a saltar del pelotón por tercera ocasión en solo cuatro etapas en línea, y con él se fueron su compañero de equipo Jetse Bol y el conquense José Herrada (Cofidis).
Máxima ventaja de 11 minutos
Entendiéndose a la perfección los tres, no tardaron en coger una buena ventaja sobre el pelotón, controlado principalmente por los equipos Movistar (Nairo Quintana y Alejandro Valverde), Astaná (Miguel Ángel López), Ineos (David de la Cruz) y Jumbo (Primo Roglic), y esa renta con el paso de los kilómetros llegó a ser de 11 minutos.
Lógicamente, Ángel Madrazo, con el respecto absoluto de su compañero de equipo Jetse Bol -faltaría más- y de José Herrada, pasó el primero bajo las pancartas de los dos puertos intermedios para así seguir aumentando sus puntos al frente del Premio de la Montaña, pero ni lo que él ni nadie podía pensar es que este trío llegaría a las primeras rampas del último puerto, Javalambre, con casi 9 minutos de ventaja.
El pelotón se había dormido y de esta forma la victoria quedaba servida para uno de los tres héroes de la jornada. Sin embargo, a falta de unos 4 kilómetros, Madrazo, castigado por su gran derroche a lo largo de toda la Vuelta -la de este miércoles era su tercera fuga- perdió comba con Bol y Herrada y la suerte parecía que estaba echada para que ambos se la jugaran en los últimos metros.
Pero no fue así, los dos llegaron al último km ya con solo 1’30» de ventaja sobre el colombiano Miguel Ángel López (Astaná), que había demarrado del grupo de favoritos al triunfo final en La Vuelta, y empezaron a estudiarse.
Y tanto se estudiaron, que por detrás, ya recuperado, volvió Ángel Madrazo para alcanzarles, les superó y les dejó tirados. Herrada no pudo reaccionar, Bol se quedó con él para no interferir a su compañero, y Madrazo acabó llegando en solitario a la meta del Observatorio de Javalambre, entrando un poco después el holandés Bol.
Un triunfo de rabia y de corazón que se resumía así para el cántabro: 160 kilómetros escapado, victoria de etapa, Premio a la Combatividad y fortalecimiento de su liderato al frente del GP de la Montaña. TODO, PARA ÁNGEL MADRAZO. Y CON ÉL, UN DÍA HISTÓRICO PARA EL DEPORTE BURGALÉS.
