El fútbol burgalés cuenta desde el pasado mes de febrero con una jugadora internacional a nivel de selecciones. Tiene 14 años (7 de junio de 2005, Modúbar de la Emparedada), se llama Jimena Vicario Casal, juega en el equipo de la Primera División Regional Femenina del CD Nuestra Señora de Belén, y ya sabe lo que es ganar un Torneo Internacional de Desarrollo de la UEFA con la selección española sub’16.
La primera pregunta, Jimena, es obligada y está relacionada con el Estado de Alarma que está viviendo España por la epidemia del coronavirus. ¿Qué quieres comentar al respecto y qué mensaje mandas a los burgaleses?
Creo que la gente debe estar concienciada de la situación que se está viviendo en España y en otros muchos países. Todos tenemos que aportar lo máximo para que sea lo más llevadera posible y se acabe cuanto antes. Sé que supone un gran esfuerzo tener que estar en casa tantos días seguidos sin poder salir, pero si todos colaboramos y seguimos las pautas que nos dan los expertos, facilitaremos la tarea de los sanitarios, reduciremos contagios y evitaremos el colapso de los hospitales. Y además, debemos agradecer el trabajo de las personas que trabajan día tras día tratando de eliminar el virus, especialmente a los sanitarios, que hacen todo lo posible para curar a los infectados.
¿Y cómo estás llevando eso de estar tanto tiempo en casa y no poder entrenar con su equipo?
Pues es una situación incómoda, ya que estar en casa tantos días no es algo que guste a nadie. Ahora mismo querría estar haciendo lo que más me gusta, jugar al fútbol, pero por las circunstancias no es posible. Vivo en Modúbar de la Emparedada y para no perder la forma hago todos los días una serie de ejercicios físicos para mantener una buena condición física.
¿Por qué empezaste a jugar al fútbol y no a otro deporte?
Mi abuelo jugó al fútbol, mi padre veía todos los partidos del Atlético de Madrid, y a mí me empezó a gustar también. Así que cuando tenía 7 años una tía mía que conocía a un entrenador de un equipo femenino del CD Nuestra Señora de Belén, me dijo de ir a probar, y desde entonces ya han pasado siete años más.
¿Y desde que comenzaste a jugar, en la categoría benjamín, lo hiciste ya como portera?
No. Al principio jugaba como defensa central, y así estuve los tres primeros años. Sin embargo, ese tercer año, en la categoría alevín, fuimos a un torneo y nuestras porteras no podían jugar porque superaban la edad, así que me puse yo en la portería. No lo debí hacer mal y al año siguiente, que en el equipo alevín A nos quedábamos sin porteras, mis entrenadoras, Tania y Naiara, me convencieron para que fuese yo la guardameta del equipo. Y así hasta ahora.
¿O sea que le debes a tus entrenadoras haber llegado a la selección española como portera?
Sin duda. De los siete años que llevo jugando, Tania y Naiara me han entrenado en cinco, y una gran parte de lo que he aprendido se lo debo a ellas. Además, fueron las que confiaron en mí para que jugase de portera y si cada año he mejorado en seguridad bajo palos ha sido sobre todo gracias a ellas, que prácticamente me han enseñado todo lo que sé de fútbol.
¿Y en qué crees que has mejorado más?
En el hablar con las compañeras e indicarlas algún movimiento, ya que los porteros vemos todo el campo y tenemos más facilidad para ello, y en salir de la portería con decisión a despejar balones.
¿En esos primeros años como futbolista, siendo una niña, ya soñabas con llegar muy alto en el fútbol, o empezaste a jugar sin ningún objetivo concreto, solo el de hacer deporte?
No, no. Desde mis inicios ya soñaba con poder llegar a la Primera División Femenina y jugar en uno de los equipos importantes, y si fuera en el Atlético de Madrid, mejor todavía.
Pues hablamos entonces del fútbol de élite. El pasado mes de enero te llegaba la primera convocatoria de la selección española sub’16 para hacer unos entrenamientos en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. ¿Te lo esperabas, te habían comentado algo antes por parte del club?
No. Había estado unos días antes en Peñíscola jugando la primera fase del Campeonato de España con la selección de Castilla y León, y ahí nos dijeron que había ojeadores de la Federación Española, pero nada más. Pero un día, al salir de clase, me metí en el perfil de Instagram del club a navegar un poco y vi mi foto entre las jugadoras convocadas, y empecé a saltar como una loca, porque no me lo creía. Fue mucha emoción en un solo momento.
La anterior jugadora del CD Nuestra Señora de Belén que había sido convocada por una selección nacional había sido Iria Castro, que ahora juega en el Parquesol de Valladolid, en 2018. ¿Eso te hizo comprender que también podrías lograrlo tú?
Sí. Ahí me di cuenta de que si lo había conseguido ella jugando en un club modesto como el nuestro y en una categoría secundaria, también podía hacerlo yo. Que era un reto más posible de lo que podía parecer y que no había que jugar en el Barcelona o el Atlético de Madrid para lograrlo.
Y de ahí, solo tres semanas después, te llega la segunda llamada de la selección española, además de una forma un poco rocambolesca, y esta vez ya para un torneo en serio, el Torneo Internacional de Desarrollo de la UEFA disputado en Londres. ¡El no va más, supongo!
Desde luego. En principio yo no estaba en la convocatoria, y el mismo día que la selección viajó a Inglaterra yo estaba yendo a Barajas para volar rumbo a Dublín en un viaje de estudios con el instituto. Pero poco después un coordinador de la Federación Española le llamó a mi padre y le dijo que tenía que ir a Londres con la selección por la baja de última hora de una de las porteras, así que rápidamente tuve que volver a casa, coger toda la ropa de entrenar, botas y demás, y de nuevo ponerme de camino hacia el aeropuerto pero para volar a Londres y no a Dublín.
¿Y qué tal el cambio de Irlanda por Inglaterra?
Ah, muy bien, yo encantada. Hombre, lo hubiera pasado muy bien en el viaje de estudios con los compañeros de clase, pero prefería más poder jugar con la selección española un torneo ya oficial. Hasta la noche ya no llegué a Londres, donde ya estaba todo el equipo concentrado, y a partir de ahí ya comenzó una historia totalmente distinta para mí.
España se hizo con el Torneo, ya que ganasteis los tres partidos jugados, ante EEUU, Dinamarca e Inglaterra, y en lo personal jugaste el encuentro frente a Dinamarca y los últimos diez minutos ante Inglaterra. ¿Debut perfecto, no?
Absolutamente. El día que debuté ante Dinamarca estaba súper ilusionada. Vestir la camiseta de la selección española por primera vez, llevar sus colores, era para mí un orgullo a la vez que una responsabilidad, y acabé muy contenta. Sí que estuve un poco nerviosa al principio, pero en líneas generales, muy bien.
¿La camiseta, la tendrás guardada como oro en paño, no?
Sí, sí. Todas las jugadoras, sobre todo las que debutábamos, le pedimos al seleccionador, Eugenio Gonzalo, si nos la podíamos quedar, y al principio nos dijeron que no, pero luego, al ganar el Torneo, nos dejaron a todas quedarnos con ella. Tengo pensado ponerla en un marco y colgarla en mi habitación.
¿Hiciste amistad con alguna jugadora en concreto?
Sí, sobre todo con la otra portera, Meritxell Font, del Barcelona, ya que compartíamos habitación. Su padre fue portero del Barcelona también, y tuvimos la oportunidad de hablar mucho.
También has jugado ya en varias ocasiones con la selección de Castilla y León. ¡Supongo que te felicitarían tus compañeras al enterarse de que habías sido seleccionada con España!
Sí, por supuesto. Tenemos un grupo de Whatsapp y todas me desearon mucha suerte, lo mismo que la Federación de Castilla y Léon. Todos estuvieron muy pendientes de mí y lo agradezco. Si no hubiera jugado con la selección regional, difícilmente hubiese llegado a la nacional.
Y tus compañeras del UBU NSB Burgos B, ¿qué tal te recibieron en el primer entrenamiento después del torneo de Londres?
Muy bien. Todas como locas, me felicitaron mucho y queriendo que les contase cosas de la concentración y demás, la verdad es que tuve un recibimiento perfecto y me sentí muy querida.
¿Sabes quién es Inés Herrera?
Sí, sí que me han hablado de ella. Fue una portera burgalesa que empezó también el Nuestra Señora de Belén y que llegó a la selección absoluta hace muchos años. Yo ni había nacido.
¿Te gustaría poder seguir sus pasos?
¡Ojalá! Sería la leche, un sueño hecho realidad, el no va más, vamos. Pero para eso hay que trabajar muy duro y ver hasta dónde puedo llegar.
Cambiando de tercio. A los deportistas de categorías inferiores se les incide en la importancia de compaginar deporte y estudios. ¿Qué tal los lleva Jimena Vicario?
Bien, bien, la verdad. No me cuesta mucho y los llevo bien. Está claro que tengo que hacer un esfuerzo extra para poder entrenar, jugar y estudiar, y de momento lo estoy llevando bien. Prácticamente en todos los viajes que hacemos con el equipo fuera de Burgos me llevo apuntes para estudiar y saco tiempo como sea para llevar bien todas las asignaturas.
Al margen de fútbol, ¿qué otros deportes te gustan?
Pues casi todos. De pequeña jugaba al tenis, que me gusta mucho, y en Educación Física nos enseñan las normas básicas de muchos deportes, así que controlo bien de varios de ellos.
Y además del deporte, ¿qué otras cosas te gustan?
Sobre todo salir con mis amigas, pero por el fútbol la verdad es que tampoco puedo quedar mucho con ellas. Además, tengo grupo de amigas del equipo, del instituto y de Modúbar de la Emparedada, mi pueblo, así que me tengo que repartir. Y además me gusta mucho viajar.
Hablas de tu pueblo. ¿Qué tal allí la reacción cuando se enteraron que ibas a jugar con la selección española?
Muy bien, todos muy contentos y muy pendientes de mí. Cuando volví fueron muchos los vecinos que me preguntaron por cómo me había ido, queriendo que les contase cosas de allí.
¿Y qué parte de culpa tienen tus padres en lo que has logrado hasta ahora?
Muchísima. Ellos me han apoyado siempre mucho, desde el inicio, y han estado muy pendientes de mí llevándome a entrenamientos, concentraciones, partidos y demás, y han tenido que hacer muchos sacrificios por mí. Sin ellos no lo hubiera conseguido.
Acabamos. ¿Dispuesta a llegar lo más alto posible en el mundo del fútbol?
Desde luego, ahora más que nunca. Sé que va a suponerme un gran esfuerzo y que voy a tener que sacrificar muchas cosas, pero una vez que he debutado con la selección española sub’16 nadie me impide soñar con llegar a un club importante y a la selección absoluta. Es lo que quiero y voy a trabajar duro para ello.
NOTA: Todas la fotos realizadas para esta entrevista se hicieron antes de que se impusiera en España el Estado de Alarma debido a la pandemia del COVID19.