Desde mediados del pasado mes de marzo, cuando el Ayuntamiento de Burgos procedió a cerrar todas sus instalaciones deportivas municipales debido a la expansión de la pandemia del COVID19, los levantadores del Club Sol y Luz Electro Caor Burgos se vieron obligados a proseguir con sus entrenamientos en sus domicilios, pero con la dificultad lógica y entendible de, en la mayoría de los casos, no disponer de unas pesas y un lugar en condiciones para poder continuar con ellos con la garantía de no perder la forma.
Creyeron empezar a ver la luz cuando hace un par de semanas su instalación habitual de trabajo, el polideportivo El Plantío, abrió sus puertas para que en su pista de baloncesto pudieran reanudar los entrenamientos los jugadores del San Pablo Burgos, los únicos con permiso del Consejo Superior de Deportes para poder ejercitarse al ser deportistas con la consideración de profesionales.

Sin embargo, el resto de dependencias del pabellón debían seguir ‘precintadas’ por así decirlo, y entre ellas las salas de halterofilia, boxeo o esgrima, por lo que los halteras del Electro Caor Burgos -como otros muchos deportistas en toda España- tenían que seguir conformándose con poder correr por la calle y hacer el trabajo de musculación que desde hace dos meses y medio están llevando a cabo en sus casas.
Sin embargo, su director deportivo, Manuel García Quintana, no estaba dispuesto a conformarse con ello y tras recibir la autorización del Servicio Municipalizado de Deportes acudió a la sala de El Plantío para coger el material de entrenamiento de sus pupilos (pesas, barras, etc) y cambiarlo de lugar.
¿A dónde? Pues no muy lejos. A una nave de su principal patrocinador, Electro Caor Burgos, en el Polígono de Gamonal-Villayuda, que desde este lunes se ha convertido en la nueva ‘casa’ de los levantadores burgaleses.
Bien en horario de mañana, o por la tarde hasta las 17.30 horas, los deportistas del Club Sol y Luz pueden acudir a dicha nave para entrenar en ella como si estuvieran en su sala del polideportivo El Plantío, y de esta manera empezar a recuperar la forma que en la mayoría de los casos han perdido en una gran parte.
Cuatro levantadores principalmente
Sobre todo van a ser cuatro levantadores del Electro Caor Burgos los que van a ejercitarse en su nuevo escenario: el veterano Iván García Rueda, Ángel Santana, Bryan Cárdenas y Sergio Fernández, este último el más joven de todos con 16 años.
Todos tienen en mente acudir al próximo Campeonato de España Absoluto, cuya fecha aún está sin concretar, y por lo tanto son los que más urgencia tienen por volver a retomar su puesta a punto, siempre a la espera de que el polideportivo El Plantío vuelva a abrirse para uso de todos los deportistas burgaleses que se entrenan en él habitualmente.
Sergio Fernández, entre las pesas y los estudios

Entre ellos, Sergio Fernández estaba viviendo este curso su primer año en el Centro de Alto Rendimiento de Madrid y la Residencia Joaquín Blume, y desde que ambos cerraron sus puertas tuvo que regresar a Burgos.
Doble campeón de España sub’15, oro en el Campeonato Iberoamericano Sub’17 disputado el pasado año en Argentina y doble bronce en el Campeonato de España Sub’17, Sergio llevaba hasta este lunes dos largos meses entrenando en su casa.
«Con unas pesas que ya tenía en casa y otras que pudo comprar mi padre por internet, he estado entrenando en la terraza de casa y levantando hasta 100 kilos. Con cuidado en el momento de soltar las pesas, eso sí, para no molestar a los vecinos, pero al menos he podido mantener una rutina de entrenamientos«, confiesa Sergio Fernández a Forofos Burgos.

Los estudios de 4.º de la ESO los lleva bien y respira porque «ya solo me queda examinarme de forma online de dos asignaturas y habré acabado, ya que las demás ya las he aprobado», así que quiere ya empezar a centrarse «en preparar los distintos campeonatos de España», ya que con su edad -cumplirá los 17 años en noviembre- podrá participar en el Nacional absoluto pero también en los de categorías inferiores como la sub’20 ó la sub’17, si es que acaban disputándose.
Tiene como mejores marcas personales 120 kilos en arrancada y 140 en dos tiempos (260 de suma olímpica), y este registro convierte sin duda a Sergio Fernández en la promesa más firme de la halterofilia burgalesa.