La Base Militar ‘Cid Campeador’ de Castrillo del Val despidió este jueves a los corredores que compiten en La Vuelta a España 2020, así como a toda la expedición que mueve una prueba de las características de la ronda ciclista nacional, para que todos ellos se encaminaran a lo largo de 158 kilómetros rumbo a la localidad palentina de Aguilar de Campoo.
Todos los militares y oficiales de la base burgalesa tuvieron la gran suerte de asistir en directo y desde bien cerca al control de firmas de los corredores y la presentación de cada uno de los equipos a cargo del locutor oficial de La Vuelta, Juan Mari Guajardo, al tiempo que lucieron sus trajes de gala y las instalaciones del acuartelamiento presentaron un aspecto magnífico de revista, tal y como la ocasión lo merecía.

Llegó entonces el momento del preceptivo corte de cinta que precede a cada una de las salidas neutralizadas de cada etapa, y a partir de ahí los esforzados de la ruta se despedían del emplazamiento castrense de Castrillo del Val para tomar la carretera de Logroño en dirección descendente hacia la localidad de Castañares y, seguidamente, continuar rumbo a Burgos.

Por la capital burgalesa se prolongó la salida neutralizada a lo largo de todo el bulevar ferroviario, hasta llegar a la zona de la Universidad de Burgos, y fue solo entonces, después de recorrerse 14 kilómetros que no computaron, cuando Javier Guillén, director general de la Vuelta a España, dio el banderazo de salida para que se iniciara ya realmente la 9.ª etapa con destino a Aguilar de Campoo.

Por delante esperaban 158 kilómetros de un recorrido netamente llano, y apenas hubo que esperar unos pocos metros para que del pelotón saltaran dos hombres buscando probar suerte protagonizando la escapada que suelen tener casi todas las etapas. Como era de esperar por encontrarnos en suelo burgalés, uno de los corredores era Juan Felipe Osorio (Burgos BH), y junto a él, como compañero de aventura, el guipuzcoano Aritz Bagües (Caja Rural).

Los dos fueron relevándose perfectamente y con el beneplácito del gran grupo llegaron a tener más de 5 minutos de ventaja, cubriendo mano a mano todos los kilómetros de etapa que discurrieron por la provincia burgalesa y por localidades como Villalbilla de Burgos, Tardajos, Las Quintanillas, Villanueva de Argaño, Villasandino, Padilla de Abajo o Melgar de Fernamental, desde la que poco después se adentraron ya en la provincia de Palencia.
De hecho, cuando la carrera giró en Osorno, el pelotón aceleró la marcha y dejó en apenas 2 minutos el margen que permitió a Juan Felipe Osorio y Aritz Bagües cruzar destacados por el primer paso por la línea de meta de Aguilar de Campoo. Ambos siguieron dándolo todo sobre la bicicleta hasta completar más de 130 kilómetros en fuga, pero a solo 22 para la meta, al paso por la localidad palentina de Salinas de Pisuerga, fueron engullidos por el gran grupo.

La recompensa llegaría al final de la jornada al recaer en Juan Felipe Osorio el Premio de la Combatividad debido a su gran esfuerzo realizado, un galardón que el corredor del Burgos BH recogerá mañana viernes en el podio de salida de la 10.ª etapa. Se trata del cuarto Premio a la Combatividad que se lleva el equipo burgalés tras los conseguidos en las etapas anteriores por Jetse Bol, Willie Smit y Jesús Ezquerra.

Por su parte, en la línea de meta de Aguilar de Campoo, Jetse Bol firmó la 15ª posición y Alex Molenaar fue el 18º en una llegada complicada, buenos puestos sin duda para la escuadra morada.
Osorio: «Corríamos en casa y lo hemos dado todo»
Acabada la jornada, el ciclista del Burgos BH Juan Felipe Osorio se mostraba contento con su papel en la etapa y el de todos sus compañeros. «El equipo siempre quiere mostrar combatividad y aunque sabemos que en las etapas llanas es muy complicado que la escapada pueda llegar a triunfar, lo hemos vuelto a intentar. Corríamos en casa y hemos dado todo, como cada día, para estar delante».

Este viernes, La Vuelta a España 2020 llega a Cantabria con una etapa sin dificultad montañosa entre las localidades de Castro Urdiales y Suances. Eso sí, los corredores tendrán que estar pendientes del viento en un recorrido que en varios puntos discurre junto al mar.