Amplio triunfo logrado este domingo por el UBU San Pablo Burgos (41-32) en la División de Honor Plata 2020-21, demostrando así que regresa a la competición con la misma intensidad y solvencia con la que concluyó el año 2020. La victoria ante Sant Martí Adrianenc sitúan a los burgaleses segundos en el Grupo A, con 20 puntos, y les clasifica prácticamente de forma matemática para el grupo que durante la segunda fase de la competición luchará por el ascenso a la Liga Asobal.
El choque comenzó con el cuadro catalán imponiendo su ritmo (3-6, minuto 5). Los de Lorenzo Rueda salieron volcados en un partido cuyo resultado podía suponer un punto de inflexión en sus aspiraciones de engancharse al grupo de cabeza y golpearon primero, logrando pronto una ventaja de tres tantos gracias, en gran medida, al gran acierto de su jugador Edu Calle, que lograría 4 goles en los 10 primeros minutos.

El empuje del cuadro visitante se vio minimizado en cuanto la defensa burgalesa cerró filas, y gracias a ella llegó la primera ventaja local en el minuto 12 con un tanto de penalti de Pinillos (10-9), jugador que acabaría convirtiéndose en el máximo goleador de su equipo con 10 tantos. El dominador del encuentro pasó entonces a ser el bloque local y el cambio en la portería, con la entrada de Ibrahim Moral en lugar de un desafortunado Mile Mijuskovic, benefició los intereses del UBU San Pablo, que obtuvo rápidamente una ventaja de dos goles, lo que obligó al técnico visitante a solicitar su primer tiempo muerto (min. 16, 14-12).
La contienda discurría a una velocidad de vértigo y el intercambio de goles rápidos anticipaba un marcador muy elevado (min. 18, 17-12). En un duelo de altas revoluciones, el UBU San Pablo se movía como pez en el agua para seguir ampliando su renta con una defensa muy centrada en la recuperación de balones y goles al contraataque. Con esta dinámica, el conjunto rojinegro tenía el partido donde quería y, sin salirse de la línea, llegó al descanso con un abultado marcador de 24-17.
Una segunda parte de mero trámite

Tras el paso por los vestuarios, los visitantes del Sant Martín trataron de imponer su ímpetu sobre la pista, pero la escuadra burgalesa tenía su armazón bien armado y no había forma de romper el engranaje que, tanto en defensa como en ataque, funcionaba como una maquinaria recién engrasada (27-19, minuto 35).
La salida del brasileño Marcos Braga, ya recuperado de su lesión de tobillo, aportó frescura al bloque burgalés que mantenía su estatus en el partido, aunque sin bajar la guardia. Ambos bloques optaron entonces por las rotaciones para soportar un ritmo tan frenético que llevó a los burgaleses a colocarse 10 arriba en el 48 (36-26).
La distancia en el marcador no abrumó a los catalanes, que seguían luchando por mantener sus opciones, lo que se evidenciaba en un buen repliegue defensivo que les permitió recuperar varios balones en el contraataque cidiano. Pero el guion tuvo pocas variaciones en el segundo acto y el UBU San Pablo llegaría a alcanzar una máxima ventaja de 12 goles en el minuto 56 (41-29).

Sin embargo en el tramo final del choque su relajación permitió al Sant Martí maquillar su desventaja, y con tres goles finales cerró el choque con el marcador final de 41-32 y una nueva victoria para el conjunto burgalés que le garantiza eludir definitivamente el grupo del descenso y le permite empezar a soñar con nuevas metas, las del ascenso a la División de Honor (Liga Asobal) del balonmano español.
Nacho González: «Era importante hacer un partido completo»
El entrenador del UBU San Pablo, Nacho González, mostraba al término del encuentro su satisfacción por el nuevo paso adelante dado por su equipo. «Creo que después de los parones era importante hacer un partido completo, aunque por poner un debe debo decir que defensivamente ha habido dos situaciones en las que hemos estado muy arriba y nos costaban esas segundas acciones corriendo el pivote por detrás y desde seis metros, pero hemos mantenido el ritmo todo el partido y hemos corrido muy bien».

El técnico vallisoletano destacó la evolución de su equipo, que a pesar de ser un recién ascendido a la categoría suma ya 20 puntos. «Si no es aún matemáticamente, casi nos clasifica para el grupo de la parte por el ascenso, por lo que el primer objetivo está conseguido. Ahora estamos intentando meter nuevas situaciones para dar más riqueza al juego ofensivo y al juego de contraataque, pero para ello tenemos que seguir siendo estables y defender bien para imponer nuestro ritmo», concluyó el entrenador del UBU San Pablo.
FICHA TÉCNICA:
UBU SAN PABLO BURGOS 41: Mile Mijuskovic, Pablo Cantore (3), Alberto Pinillos (10), Julián Rasero, Claudio Ramos (1), Dalmau Huix (3) y Juan Tamayo (5) -equipo inicial-; Ibrahim Moral, Marcos Braga, Javier Espinosa, Raúl Blanco (3), Samuel Gómez (6), Marcos García, Ernesto López (3), Javi Rodríguez (5), Álvaro Torres y Joshua da Silva (2).
SANT MARTI ADRIANENC 32: Cisneros (1), Gutiérrez (2), Pujol (3), Esparza, Galán (2), Romero y Calle (9) -equipo inicial-; Hernández, Laliga (3), Alférez (1), Camats (), González, Peiró (2), Calvo (2), Villoria, Rostagno, Domingo (4), Brahim (3), Martín, Sancho ().

ÁRBITROS: Lucas Crespo Gómez y Pedro Eiras Abalde. Excluyeron a Javier Espinosa (min. 18) y Julián Rasero (min. 45) por parte del UBU San Pablo; y a Brahim (min. 22), Laliga (min. 24), Villoria (min. 45) y Calle (min. 54) por el Sant Martí.
PARCIALES: 3-5 / 8-8 / 13-12 / 17-12 / 20-14 / 24-17 / descanso / 27-19 / 30-22 / 32-25 / 37-27 / 40-29 / 41-32 /
INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la jornada 13.ª del Grupo A de División de Honor Plata disputado en el Polideportivo El Plantío a puerta cerrada. El pivote del UBU San Pablo Samuel Gómez recibió al final del partido el trofeo al Mejor Jugador del mismo.
