El burgalés Ángel Infante Gutiérrez (22 años) lleva toda su vida jugando al baloncesto. Se inició en la cantera del CD Juventud del Círculo, pasó después por la del CB Tizona, jugó también en el Basket Pisones y las cuatro últimas temporadas, mientras cursaba sus estudios de Fisioterapia, las había vivido en el CB Ciudad de Ponferrada, con el que militó tres años en Liga EBA y uno, el último 2019-20 en LEB Plata.
Finalizado su periplo universitario, el pasado verano decidió volver a casa y aceptar la oferta del CB Miraflores para jugar en su filial de la Liga EBA, el Nissan Grupo de Santiago, y hacer la pretemporada con el primer equipo, el Hereda San Pablo Burgos de la Liga Endesa. Era mediados del pasado mes de agosto, y solo cinco meses después -este miércoles- debutaba con el plantel dirigido por Joan Peñarroya y además jugando un partido de la Basketball Champions League 2020-21.
Ya de regreso en Burgos tras ser partícipe del triunfo ante el Happy Casa Brindisi, y solo unos minutos después de llegar a casa, Ángel Infante atendía la llamada de Forofos Burgos para dar a conocer sus sensaciones tras un debut soñado con el primer equipo de baloncesto de su tierra, el Hereda San Pablo Burgos.
Es tradición en el club que el jugador que debuta con el primer equipo tiene que ser rapado al cero. ¿Ya ha pasado bajo la maquinilla?
No, aún no, me toca mañana -por este viernes-. Creo que no me libra nadie de ello, pero espero que no me rapen mucho. Es la novatada por la que han pasado otros compañeros como ‘Tote’ Alonso o Kareem Queeley, y ahora me toca a mí, pero siendo por tan buen motivo como jugar con el primer equipo, no me importa mucho, todo lo contrario.
¿Qué tal todo lo que ha vivido estos dos últimos días, la convocatoria, el viaje a Italia y poder jugar un partido de Champions League?
Muy bueno todo. Desde que me dijeron que iba a ir convocado todo ha sido increíble. Se levantó una gran expectación en las redes sociales y también, particularmente, pensé que con un poco de suerte igual podía estrenarme con el primer equipo, pero lo que no esperaba era jugar tantos minutos, casi siete, y además en el segundo cuarto. Aún estoy en una nube, fue espectacular.
¿Le había dicho Joan Peñarroya previamente que tendría minutos en el partido para darle descanso a Omar Cook?
No, no me dijo nada, pero tampoco me pilló mucho de sorpresa el debutar. Pensé que si iba convocado no sería para ver todo el partido desde el banquillo y ya está, ya que aunque Omar Cook es un gran jugador y Thad McFadden también, igual el míster quería darles algo de descanso. Por eso no me sorprendió jugar, pero sí que fuera tan pronto, recién iniciado el segundo cuarto y con el marcador apretado.
Se le vio muy tranquilo en los minutos que estuvo en la pista, jugando con mucha confianza y seguridad.
Sí, sí, la verdad es que estuve muy tranquilo desde el mismo momento en el que Peñarroya me dijo que me quitara la sudadera y saliera. Justo en el momento de saltar a la cancha me subieron las pulsaciones y pasé algo de nervios, pero luego todo salió muy bien. El míster me dijo que jugara tranquilo y me fue indicando las jugadas, y eso me facilitó mucho las cosas.
En los casi siete minutos que jugó sustituyendo a Omar Cook logró un triple, casi consigue otro y cogió un rebote. ¿Contento?
Mucho, no se puede pedir más. Cuando vi entrar el triple fue un estallido. Ver la reacción desde el banquillo -foto que recogen muchos medios de comunicación en sus crónicas-, cómo lo celebraron los compañeros, me dio más confianza si cabe, y por eso luego intenté un segundo triple. Da gusto que te traten así en el vestuario siendo un jugador del filial, y eso me hizo mucho más fácil todo.
Otro canterano como Alberto ‘Tote’ Alonso y Kareem Queeley ya habían debutado con el primer equipo. ¿Les pidió algún consejo para afrontar la convocatoria y el viaje a Italia?
No, la verdad. Creo que lo que tienes que hacer es ser tú mismo y ya está. El míster me pidió que hiciera lo que sé, jugar al baloncesto, y eso es lo que hice. No pedí ningún consejo especial.
Compartió habitación con Omar Cook. Los dos bases juntos. ¡Mejor compañero, imposible!
Así es. Anoche, tras el partido, celebramos durante la cena su 39 cumpleaños -este miércoles es su onomástica- y fue un gusto estar en la habitación con él. Me ayudó mucho. Hace diez años, siendo un niño, ya disfrutaba viéndole jugar en la ACB, y ahora puedo decir que he compartido habitación con Omar Cook para jugar un partido de la Basketball Champions League. Es algo impensable.
¿Y ahora, qué?
Pues ahora, a seguir haciendo lo mismo. Jugar con el Nissan Grupo de Santiago en la Liga EBA y entrenar con el primer equipo y estar convocado con él cuando lo decida Joan Peñarroya. Estoy muy feliz con esta situación porque yo disfruto jugando al baloncesto, en uno u otro equipo.
Tiene contrato firmado hasta el final de esta temporada. ¿Le gustaría seguir en el CB Miraflores?
Por supuesto, y más ahora. Pero lo que tenga que venir, vendrá. Lo que tengo que hacer ahora es seguir aprendiendo y darlo todo en la pista.