- Todos los jugadores e integrantes de los cuerpos técnicos de cada equipo deberán mantener la mascarilla puesta en todo momento durante el desarrollo del partido. Es solo una de las muchas normas que cumplirá el fútbol base de Castilla y León para poder levantar el telón.
Este sábado se ponen en marcha en toda Castilla y León las categorías inferiores de fútbol, el fútbol base formativo que tantos meses llevan llamando a las puertas de los responsables sanitarios de la Comunidad para que se les permitiera a los futbolistas del mañana poder disfrutar al menos unos meses practicando su deporte favorito. Para ello, la Federación de Castilla y León de Fútbol ha impulsado unas nuevas categorías provisionales, todas ellas con la denominación de LIGA VOLVEMOS y a continuación la categoría correspondiente.
Lógicamente, el regreso no será de cualquier manera, sino procediendo todos los clubes y jugadores, así como sus padres y familiares -los que con más asiduidad van a verles jugar- a cumplir con un detallado protocolo sanitario que se ha enviado a cada club y que al mismo tiempo constará en las puertas de acceso a cada una de las instalaciones deportivas de Castilla y León donde este sábado comenzará a rodar el balón.

Y entre las distintas normas a cumplir, además de la aplicación de gel hidroalcohólico en la puerta, la separación entre espectadores (solo se permitirá la ocupación de un tercio del aforo en cada campo), el acceso y el desalojo ordenado de la instalación, destaca por encima de todas el hecho de que todos los futbolistas deberán llevar puesta la mascarilla para poder jugar, del mismo modo que deberán llevarla igualmente todos aquellos que estén en los banquillos, cuerpo técnico y jugadores suplentes.
Todo ello para que, en el caso concreto de Burgos, sean un total de 188 equipos y cerca de 3.000 futbolistas, desde la categoría de la Primera División Provincial de Aficionados hasta los prebenjamines, los que empiecen a disfrutar con el deporte que tanto aman.

Lo harán en este caso con una versión de competición reducida, acoplada a los tres meses en los que van a poder jugar -hasta mediados de junio aproximadamente- y sin clasificaciones ni proclamación de campeones. Para ello se han establecido varios grupos en cada categoría, con un máximo de 5-6 equipos por grupo, existiendo la posibilidad de que luego, en aquellas categorías que haya fechas libres por delante, se disputen unos play off entre los primeros clasificados de cada grupo.
De hecho no habrá distintas divisiones (Primera, Segunda o Tercera) dentro de cada categoría, ni ascensos ni descensos, ya que lo que se pretende desde la Federación Territorial es que todos los niños de la comunidad de Castilla y León puedan jugar al fútbol durante unos cuantos meses para luego ya volver con fuerza a partir del próximo mes de septiembre.
Roberto González: «Han sido 13 meses muy largos para los niños»
Roberto González es el delegado provincial en Burgos de la Federación de Castilla y León, y uno de los que más felices está de que por fin el balón vaya a rodar. «Es muy importante que los niños en edad formativa realicen una actividad deportiva, y por fin lo van a poder hacer. Quieren volver a practicar el deporte que les gusta y para ellos han sido 13 meses, desde el pasado mes de marzo de 2020, que se les han hecho muy largos«.
El máximo responsable del fútbol burgalés pone el énfasis, eso sí, en la «rigurosidad» que tienen que tener todos los clubes «para cumplir el protocolo sanitario que ya se les ha hecho llegar, y que de por sí ya están cumpliendo en los meses que llevan entrenando. Es un protocolo que viene marcado por la Junta de Castilla y León, y que también deberán cumplir los espectadores que acudan a ver los partidos en número reducido de un tercio del aforo que permita cada instalación».

Así, por ejemplo, a los campos de Pallafría podrán acceder un máximo de 50 personas en cada campo, y todas ellas guardando una separación, en tanto que en el Campo Luis Pérez Arribas, el único de la instalación que tiene grada, podrán darse cita un total de 148 personas.
Para su acceso, según señala Roberto González, «la coordinación corresponde al club que haga las veces de local, que debe ceder parte del aforo permitido al equipo visitante y tener un control de las personas que acudan a los partidos». De hecho, durante estas semanas previas al inicio de la competición, «todos los padres de futbolistas menores de edad han tenido que firmar un documento de responsabilidad que se ha remitido al Ayuntamiento de Burgos, en el que aceptan como responsables del menor que practique la actividad deportiva formando parte del equipo en cuestión», puntualiza el delegado provincial de fútbol en Burgos.
En cuanto a las instalaciones que se utilizarán en Burgos capital, además de las de localidades como Aranda de Duero, Miranda de Ebro, Briviesca, Lerma, Villarcayo, Trespaderne, etc, el gran grueso de los partidos se jugarán en los Campos de Pallafría, pero también se utilizarán los campos de la Ciudad Deportiva de Castañares, el barrio de San Pedro de la Fuente-Fuentecillas, la Deportiva, el José Manuel Sedano (un campo de fútbol y otro de fútbol 7), o el campo de fútbol 7 del complejo deportivo Esther San Miguel.

No está previsto, en principio, que se asignen encuentros en el nuevo campo de fútbol 7 de césped artificial ubicado en el barrio de San Juan de los Lagos. «De momento no hemos fijado partidos para su celebración en este campo porque con el resto se puede llevar adelante la competición, pero no hay que descartar que en un futuro se tenga que utilizar».
«Lo primordial es que los niños puedan realizar de nuevo una actividad física, algo tan importante en su formación, que se desarrollen como personas y que se empapen de los valores del fútbol, en cuyo cometido es importante la labor de sus entrenadores. Eso es lo importante», concluye Roberto González.