Jesús Gómez Santiago, el atleta burgalés del equipo Nike Team, ha visto este jueves como concluía su sueño de seguir haciendo historia en los Juegos Olímpicos de Tokio, ya que en las semifinales de los 1.500 metros ponía el punto y final a su participación en la cita olímpica al solo poder ser 12.º y penúltimo en la segunda y última semifinal de la prueba.
Accedían a la gran final del próximo sábado los cinco primeros clasificados de ambas semifinales y dos atletas más por tiempos (12 corredores) y Jesús Gómez tomó la salida en la segunda de las carreras y siendo conocedor de lo que había acontecido en la primera, ganada por el británico Jake Wightman con un crono de 3:33.48 y con la clasificación conquistada por parte de otro de los españoles en liza en los 1.500, el granadino Ignacio Fontes, que cruzaba la meta en la quinta posición.
Y Jesús Gómez salió con ganas, con desparpajo y siendo valiente, colaborando en la tarea de imponer un ritmo que a él y sus compañeros de semifinal les interesara para intentar marcar un crono final que hiciera posible la clasificación de siete de sus atletas para la final.
Así, el de Castellanos de Castro se mantuvo en cabeza durante los primeros 700 metros, colaborando en los relevos con las primeras unidades del grupo, en tanto que el otro español participante en la segunda semifinal, Adel Mechaal, optaba por guardar fuerzas y mantenerse en posiciones más retrasadas a la espera de que llegaran los ataques definitivos.
Y para ello solo hubo que esperar un poco más, y cuando se tocó a retreta sucedió que a Jesús Gómez ya no le marcharon las piernas, las fuerzas empezaron a abandonarle y tras no poder responder a los ataques en cabeza iba poco a poco retrocediendo posiciones. Por delante, Mechaal conseguía también su clasificación para la final al ser cuarto en la meta, y el triunfo sería para el keniata Abel Kipsang con un sensacional crono de 3:31.65 que suponía además un nuevo récord olímpico.
Mientras, por detrás, abandonado a su suerte, llegaba en el 12.º puesto Jesús Gómez (3:44.46) con un cara que claramente transmitía que lo había dado todo pero que no había sido suficiente. Su lesión en el pasado Meeting de Hengelo (Países Bajos) del 6 de junio ha acabado pesando en su preparación y el hecho de llegar a Tokio sin haber podido correr entre medias ninguna carrera, ha sido finalmente una losa para el burgalés.
De esta forma se acababa su participación en sus primeros Juegos Olímpicos, siguiendo además la misma suerte que vivió el pasado viernes Dani Arce en las semifinales de los 3.000 metros obstáculos, el otro burgalés que había logrado su clasificación para Tokio.
