A la tercera fue la vencida y el Grupo Ureta Tizona conseguía por fin este viernes su primera victoria de la temporada al imponerse con justicia al Movistar Estudiantes (94-91) en un partido para enmarcar. Casi siempre fueron por delante los burgaleses, llegando a tener una máxima ventaja de 14 puntos (45-31), pero un parcial en contra de 0-17 en el tercer cuarto haría peligrar su victoria.
Por fortuna sabría impedirlo gracias a su gran superioridad en el rebote (39-29) y sobre todo al día espectacular de varios de sus hombres en el tiro exterior. Caio Pachecho (20 puntos), Jaume Lobo (17) y sobre todo Jordi Rodríguez (18 puntos y 6/8 en triples), protagonista de un último cuarto para el recuerdo, acabarían sosteniendo al equipo en los malos momentos para llevarle finalmente hacia el triunfo.
Comenzó el encuentro el Tizona con la mala noticia de no poder contar con uno de sus mejores artilleros, el estadounidense Lance Jones, que no se recuperaba a tiempo del esguince de tobillo sufrido una semana antes en Sevilla ante el Real Betis y tenía que ver por tanto el partido desde el banquillo. Por el contrario, la buena nueva llegaba por parte del joven Jordi Rodríguez, que regresaba al equipo tras haberse perdido los tres últimos partidos, igualmente por una lesión, y sería el ‘arma escondida’ de los burgaleses.
Además, el arranque de los burgaleses era bueno y no tardaban en coger una primer renta de cinco puntos (12-7, minuto 7)) gracias a la aportación de Caio Pacheco, autor del primer triple del choque, y de Jaume Lobo, éste con 7 puntos y otro triple también de su cosecha. Sin embargo, la reacción del Estudiantes no se hacía esperar, y en unos momentos de corre calles sacaba provecho de la circunstancia para tomar la delantera gracias a un triple de Patricio Garino y la fortaleza por dentro del ex jugador del Tizona Mus Barro (12-13, minuto 5).
Momento en el que de nuevo volvía a fallar la consola de la mesa de anotación -una avería que se está repitiendo en los últimos encuentros en El Plantío- para romper el ritmo de juego de los dos equipos. Por fortuna, tras la reanudación respondía el cuadro local con dos triples más, ambos desde las esquinas obra de Mo Soluade y el ‘regresado’ Jordi Rodríguez, y otra canasta más de los burgaleses, esta de Ramón Vilá, suponía el 8-0 de parcial (20-13) y obligaba a Pedro Rivero, técnico estudiantil, a parar el encuentro.
Con un quinteto casi cambiado por completo (solo Abdou Thiam seguía en pista) estaban bordándolo los de Salva Camps en defensa, y otro triple de un inspirado Jordi Rodríguez y la anotación por dentro de Simeunovic elevaban el parcial hasta el 13-0 (25-13). Un mate del ex del San Pablo Dejan Kravic y un tiro exterior del veterano Francis Alonso acercaban a los del Ramiro de Maeztu (27-19), pero en la última acción del primer cuarto un robo de balón de Thiam lo acababa aprovechando Jacobo Díaz para colocar el 29-19.
Estaba defendiendo muy bien el Grupo Ureta Tizona, a la par que circulando rápido y con acierto el balón en ataque, y de igual manera iniciaba el segundo acto. Además, un 2+1 de Rodrigo Seoane le otorgaba la mayor renta del duelo hasta ese momento (32-19) y el público burgalés estaba disfrutando desde la grada ante la intensidad de su equipo. El tiro exterior se le estaba atragantando al Estudiantes y por eso optaba por jugar por dentro con Kravic para recortar distancias (33-25, minuto 14).
Dos faltas seguidas en ataque, de Ramón Vilá y Jaume Lobo, cortaban el ritmo a los locales, pero un triple frontal de Soluade y tres tiros libres de Lobo por falta y técnica consecutivas de Devin Schmidt situaban el 43-29 que seguía alimentando la confianza del Tizona. No acababa de encontrarse el Estudiantes y tras anotar Simeunovic haciéndose fuerte en la zona (45-31), llegaba el segundo tiempo muerto de los madrileños.
Al regreso a la cancha, con un juego más ordenado en ataque anotaban dos triples seguidos, obra de Jayson Granger y Christian Díaz (45-37), y ahora era Salva Camps el que llamaba a los suyos para intentar frenar la inspiración visitante. Tras él asumía el mando en ataque Caio Pacheco con cuatro puntos seguidos para irse hasta los 11 como máximo anotador local, y con 49-40 se iba el partido al descanso.
Un parcial de 0-17 pone por delante al Estudiantes
Un triple en los primeros segundos de la reanudación de Mihaljo Andric acercaba al Estudiantes (49-43) para que se olvidara de su +14 (45-31) mediado el segundo cuarto, y poco después cometía Abdou Thiam su tercera falta, circunstancia que le devolvía al banco. Pero el que seguía mostrándose feliz en la anotación era Caio Pacheco, que con cinco puntos más para su casillero se iba hasta los 16 y despegaba un poco más al Grupo Ureta Tizona (56-45, minuto 22).
Un espejismo sin embargo, ya que los colegiales se estaban mostrando ahora más certeros desde el exterior y con un parcial de 0-8 capitaneados por Schmidt y Granger, amén de un tiro libre de Andric, se situaban a solo 2 puntos (56-54). El partido empezaba de nuevo porque lo empataba con una bandeja Schmidt para ampliar la sangría, y dos triples más del estadounidense, absolutamente imparable (19 puntos), despegaban al Estudiantes hasta el 56-62. El parcial contrario al Tizona (0-17).
Mo Soluade rompía el atasco burgalés con un triple desde la esquina, y con otro volvía a empatarlo Jordi Rodríguez para delirio de la parroquia local, que veía despertar a tiempo a su equipo (62-62). Era el minuto 28 y llegaba entonces la primera falta del cuadro colegial en todo el cuarto, cerrándose el mismo con el marcador de 64-66 y el partido totalmente en el aire.
Jordi Rodríguez comanda al Tizona hacia la victoria
Un triple de salida del canario Christian Díaz seguía confirmando la reacción visitante (64-69), pero ante las adversidades el Grupo Ureta Tizona se hace fuerte y tres triples seguidos de Pacheco, Lobo y el burgalés ‘Totte’ Alonso le volvían a poner por delante (75-71, minuto 32) con un parcial de 11-2. La afición burgalesa se volvía loca, y más tras un nuevo triple de Mo Soluade (78-73) y el duro golpe recibido tras el 0-17 en contra ya estaba olvidado por parte de los de Salva Camps.
El tiro exterior estaba siendo su signo de identidad y a la fiesta se sumaba Jordi Rodríguez, totalmente desatado con dos triples seguidos (15 puntos) y una falta sacada en ataque a Devin Schmidt, y el Tizona volvía a escaparse (84-75, minuto 35). Paraba el choque Pedro Rivero. El siguiente triple del catalán (6/8) sería delante de Dejan Kravic para convertirse en el 89-81 (minuto 37).
Pero el Estudiantes no estaba muerto y a base de tiros libres, apretar en defensa y un triple de Christian Díaz, volvía a meterse en el partido (89-87). Quedaba 1:30 por delante y era cuestión de volverse a ordenar y tener la cabeza fría, pero Jeyson Granger empataba la contienda (89-89). Pero dos rebotes ofensivos, uno de Ramón Vilà con canasta incluida, y otro de Thiam para darle el balón a Lobo y que fuera objeto de falta, colocaban el 93-89 a 10 segundos del final.
Pedía tiempo el Estudiantes para intentar obrar un imposible, anotando a falta de 4 segundos (93-91) y luego cometía falta sobre Jacobo Díaz. Anotaba solo uno el ala-pívot del Tizona (94-91) y en la última acción del partido, un triple de Granger desde su campo, el balón se salía literalmente de dentro del aro y el triunfo caía del lado burgalés. Sin duda, ¡¡¡un final de locura!!!.
FICHA TÉCNICA:
Grupo Ureta Tizona Burgos: Caio Pacheco (20), Jaume Lobo (17), Rodrigo Seoane (5), Jacobo Díaz (8) y Abdou Thiam (2) -cinco inicial-; Ayoze Alonso (-), Mo Soluade (12), Jordi Rodríguez (18), Ramón Vilà (2), Alberto ‘Totte’ Alonso (5) y Djordje Simeunovic (5).
Movistar Estudiantes: Jayson Granger (19), Devin Schmidt (17), Patricio Garino (7), Mijhalo Andric (10) y Mus Barro (6) -cinco inicial-; Dejan Kravic (10), Adams Sola (-), Lucas Giovanetti (-), Juan Rubio (-), Francis Alonso (6), Christian Díaz (13) y Héctor Alderete (3).
Árbitros: Enrique López, Daniel Checa y Pol Franquesa.
Parciales: 29-19, 20-21 (49-40) -descanso-; 15-26 (64-66) y 30-25 (94-91).
Incidencias: Partido de la Jornada 3 de la Primera FEB disputado en el Polideportivo El Plantío. Presencia de un grupo reducido de seguidores del Estudiantes.