San Pablo Burgos logró una valiosa victoria en un partido de máxima intensidad ante Zunder Palencia, imponiéndose por un ajustado 85-87 en un desenlace lleno de emoción hasta el último segundo. Los burgaleses supieron reponerse a momentos complicados y encontraron en Corbalán a su jugador decisivo, tanto en defensa como en ataque, culminando su gran actuación con un triple clave y el rebote final que sentenció el duelo. Gudmundson, con su irrupción en el tercer cuarto desde la línea de tres, y Lapornik, con un triple determinante en el último parcial, fueron piezas fundamentales en el triunfo visitante. Por parte de Palencia, Vaulet y Kunkel fueron los más destacados, sosteniendo a su equipo con grandes actuaciones ofensivas, pero los errores en los momentos clave y la falta de acierto en los instantes decisivos condenaron al conjunto local.
San Pablo Burgos comenzó el partido con gran intensidad, mostrando su acierto desde los primeros instantes con canastas de Fischer y Cremo. Sin embargo, la respuesta de Palencia no se hizo esperar, con Vaulet y Krutwig liderando la remontada local. A pesar del intento de Corbalán por sostener a los burgaleses en el marcador, el parcial pasó de un favorable 4-9 a un 14-11 para los palentinos. La situación se complicó para San Pablo con las dos faltas personales de sus jugadores interiores, Fischer y Stumbris, lo que limitó su defensa en la pintura.

El partido se vio marcado por un desafortunado incidente cuando Kamba, sin oposición, se torció el pie y no pudo continuar en el encuentro, una baja sensible para Palencia. Por su parte, San Pablo encontró en Didac Cuevas un aliado desde el triple, quien empató el partido justo cuando Bruno Savignani decidió dar entrada a Wembi. Su presencia fue clave para frenar a Krutwig y N’Guessan, quien antes del cierre del primer cuarto cometió una falta antideportiva que desató la indignación del público local. El primer parcial concluyó con ventaja para Palencia por 24-21.

El segundo cuarto comenzó con Dani Díez igualando nuevamente el marcador, reflejando la paridad del encuentro. Sin embargo, el ritmo del partido cambió y los errores se hicieron protagonistas. Burgos tomó malas decisiones en el tiro, mientras que Palencia acumuló cinco pérdidas consecutivas, lo que en ese momento de locura absoluta de partido, desembocó en una falta técnica para su entrenador, Luis Guil, generando malestar en la grada.
Cremo volvió a poner la igualdad (29-29), pero con Corbalán en cancha, San Pablo intentaba superar la sólida defensa de Palencia. Aun así, Vaulet, con un triple, devolvió la ventaja a los locales antes de que Wintering apareciera con cinco puntos que ampliaron la diferencia a +4 para los de Guil. Ante esta situación, Bruno Savignani pidió tiempo muerto en busca de una reacción burgalesa, que llegó de manera inesperada con un 3+1 de Golomán. A pesar de su acierto en el triple, el húngaro erró el tiro libre adicional, lo que impidió que San Pablo igualara el marcador (39-38). Los tiros libres fueron un obstáculo para los burgaleses en la primera mitad, con un discreto 7/12 que les impidió tomar la delantera en el encuentro. Finalmente, Palencia encontró en Kunkel un factor diferencial antes del descanso, ya que con cinco puntos consecutivos cerró el segundo cuarto con una ventaja de 45-39 para los locales.

San Pablo volvió del vestuario con la firme intención de recortar la diferencia y lo consiguió gracias a un parcial de 2-9 liderado por Corbalán, quien asumió el control ofensivo y encontró espacios en la defensa palentina. Con esta racha, los burgaleses lograban ponerse por delante (46-48) y sembraban dudas en el conjunto local. Sin embargo, la reacción de Palencia no tardó en llegar de la mano de Vaulet y Borg, que castigaron el desacierto burgalés y la falta de presencia en el rebote ofensivo con un parcial de 6-0 que devolvía el dominio a los locales (52-48).

La tensión creció cuando Cremo falló dos tiros libres consecutivos, permitiendo que Wintering estirara la ventaja hasta el 54-48, la máxima diferencia del partido hasta el momento. Justo cuando peor se veía a San Pablo, apareció Gudmundson para dar un golpe de autoridad con dos triples consecutivos y un tiro libre adicional que devolvieron la ventaja a los visitantes (54-55). Su actuación fue clave para mantener a su equipo en el partido en un momento crítico.
Oroz intentó frenar la racha burgalesa con un triple a tabla que hizo estallar a la afición local, pero Gudmundsson, en un estado de gracia absoluto, respondió inmediatamente con otro triple. A partir de ahí, el encuentro entró en una fase de máxima anotación, con Lapornik sumándose a la exhibición desde el perímetro para San Pablo. Sin embargo, Palencia no se dejó intimidar y, con Kunkel encontrando su mejor versión, cerró el tercer cuarto con un ajustado 62-61. Con un solo punto de diferencia, el partido se dirigía a un desenlace vibrante en el último cuarto, dejando todo por decidir en un duelo que prometía emociones fuertes hasta el final.

El último cuarto comenzó con Kunkel manteniendo su protagonismo, castigando la defensa burgalesa con aciertos desde el perímetro y penetraciones certeras. Sin embargo, el partido se convirtió en un duelo de valientes, con ambos equipos intercambiando golpes desde la línea de tres. Almazán anotó un triple clave para San Pablo, respondido inmediatamente por Cremo y contrarrestado por Borg, que devolvió la ventaja a Palencia (70-69). En un desenlace donde cada detalle contaba, los errores de San Pablo en el rebote defensivo y su inconsistencia en el tiro le pasaron factura. Sin embargo, apareció Corbalán con una acción decisiva en defensa, robando un balón a Wintering y permitiendo que San Pablo tomara la delantera nuevamente (74-75).

Cada posesión se convirtió en una batalla táctica y las imprecisiones se hicieron notar en ambos equipos. Cuando todo parecía indicar que el partido se decidiría en los últimos segundos, Corbalán emergió como el héroe inesperado con un triple letal que silenció a la afición local y dio un colchón de cuatro puntos a San Pablo a falta de tres minutos. Palencia, presionado por la necesidad, comenzó a cometer errores claves, incluido un balón perdido de Kunkel que permitió un contraataque fulminante. Lapornik no desaprovechó la oportunidad y con un triple amplió la ventaja hasta el 74-81.
Los de Bruno supieron gestionar la recta final del partido, resistiendo los intentos de Palencia por acercarse en el marcador. A pesar del último empuje de los locales, liderado por Vaulet, quien redujo la diferencia a cuatro puntos (81-85) con poco más de un minuto por jugarse, San Pablo mantuvo la calma. Krutwig y Borg respondieron para Palencia, dejando el partido en un tenso 85-87 con apenas 24 segundos en el reloj.

Cuando parecía que San Pablo tenía todo bajo control, Corbalán cometió unos pasos que otorgaron a Palencia la última oportunidad de forzar la prórroga. Con 13 segundos restantes, el balón llegó a Wintering, quien tenía la responsabilidad de ejecutar la última jugada. Sin embargo, en un giro inesperado, su lanzamiento quedó corto y Corbalán capturó el rebote, asegurando una victoria muy sufrida para San Pablo Burgos.
FICHA TÉCNICA:
85-Super Agropal Palencia: Borg (11), Oroz (3), Kamba (0), Vaulet (20) y Krutwig (12) – cinco inicial – Wintering (14), Kunkel (19), Manu Rodríguez (0), Chema González (2), Lucas N’Guessan (4), Hernández (0), Dimitrov (0).
87-Silbo San Pablo Burgos: Jon Axel Gudmundsson (19), Gonzalo Corbalán (18), Robert Stumbris (2), Joe Cremo (10), Luke Fischer (6) – cinco inicial – Didac Cuevas (7), Emanuel Wembi (2), Pablo Almazán (3), Alex Barrera (-), Dani Díez (9), Gyorgi Goloman (3), Miha Lapornik (8).
Parciales: 24-21 / 20-18 (44-39) / 18-22 (62-61)/ 23-26 (85-87).
Árbitros: Asier Quintas, Francisco González y Nicolas Murillo.
Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 20 de la Primera FEB celebrado en el Pabellón Municipal de Deportes de Palencia ante 5.000 aficionados aproximadamente.