Aunque los precedentes en su familia, los hermanos que le preceden, hacían pensar en una posible vocación por el fútbol, deporte que como todo niño practicó, Iñaki Sicilia Domenech se sintió también muy pronto atraído por el rugby, disciplina que cultivó desde joven.
Se inició en el otrora Burgos Rugby Club, años después, tras la fusión con el otro club de la capital, convertido en Aparejadores Rugby Burgos, y después de pasar por todos sus estamentos (jugador, entrenador de categorías inferiores y directivo), desde los cinco últimos años es el presidente de un club que tiene en el UBU Colina Clinic de la División de Honor masculina a su principal estandarte.
A mediados del pasado mes de marzo se paralizó la competición por el COVID19. ¿Da definitivamente por terminada la temporada 2019-20 aunque la Federación Española de Rugby (FER) todavía no lo haya hecho?
No tenemos aún una resolución definitiva de la FER y por tanto no puedo hacerlo. Lo que sí consideramos todos los clubes de División de Honor es que no vamos a poder acabar la competición este año y por lo tanto estamos trabajando en tener todo listo para cerrar la temporada y el ejercicio actual, que para nosotros acaba el 30 de junio.
Dando por hecho que no se vuelva a jugar, ¿qué balance hace de la temporada a nivel deportivo?
La pena ha sido que no hemos podido terminar una temporada en la que veíamos una enorme posibilidad de hacer una remontada histórica. El estado de forma y de juego del equipo en la segunda vuelta estaba siendo de un altísimo nivel y teníamos grandes esperanzas en alcanzar los play off. Hemos tenido momentos de juego que jamás hubiésemos soñado en Burgos hace unos años y además el crecimiento del juego y la positiva actitud de nuestro filial de la Liga Sub’23 ha sido una de las mejores noticias de este año. Estoy muy contento con el trabajo de sus entrenadores, Gonzalo y César, y de los jugadores de cantera del Aparejadores Rugby Burgos.

¿Finalmente han podido salir de España los pocos jugadores extranjeros del primer equipo que estaban pendientes de ello?
Han salido los que han podido, pero siguen estando aún en Burgos Ikifusi Matamu, José Escuti y Nico Herreros, que debido a lo complejo que es ahora volar a países como Sudáfrica o Argentina siguen aquí. Por arraigo no tenían tampoco prisa por irse y tienen sus vuelos cerrados para finales de mayo o principios de junio.
Hablando de jugadores. ¿La secretaría técnica del club ya ha empezado a hablar con algunos de ellos para atar posibles renovaciones?
Sí, estamos hablando con prácticamente la totalidad de los jugadores. Tenemos la incertidumbre de cuándo y en qué condiciones empezará la próxima temporada, pero la base del equipo está bastante clara.
Y por contra, ¿a alguno se le ha confirmado ya que no continuará en el equipo la próxima temporada?
Tenemos la noticia que publicó días atrás un medio de Valladolid de que Tomás Carrió ha fichado por el VRAC Quesos Entrepinares, lo que no nos ha sorprendido dado su arraigo en Valladolid. Todo lo demás en cuanto a jugadores está aún por decidir.
¿Cómo será la plantilla del UBU Colina Clinic la próxima temporada? ¿Se volverá a apostar fuerte o se hará un equipo de un nivel medio?
Bueno, siempre hemos apostado por mejorar el plantel de jugadores que incorporamos a la plantilla cada año. Por dos motivos, consolidar el equipo en la División de Honor, e intentar alcanzar objetivos más ambiciosos en la clasificación final. Será un equipo prácticamente del mismo nivel deportivo que esta temporada pasada, pero más austero en lo económico. Eso si todo sale como esperamos.

Hablamos entonces de dinero, que entendemos que van por ahí los tiros. ¿Económicamente cómo va a acabar la temporada el Aparejadores Burgos?
Ha sido una campaña muy difícil en la gestión de gastos e ingresos. Estamos a muy pocos días de poder tener un cierre provisional, y si todo el dinero que aún nos queda por cobrar, que es mucho, lo recibimos, creo que tendremos equilibradas las cuentas. Todo depende del convenio con la Diputación Provincial de Burgos, una subvención de 50.000 € que hasta que no la tenga firmada no puedo tener certeza de ella, y podría hacernos mucho daño si no llega en la línea esperada. Hemos tenido conversaciones positivas al respecto con la Diputación y espero que podamos formalizar el convenio en la línea esperada para esta temporada que ya acaba.
¿Confían en mantener la próxima temporada los patrocinadores más fuertes, caso de la Universidad de Burgos, además de las subvenciones de las instituciones?
Es un tema muy importante, y ahora más que nunca. Es un momento vital para que las instituciones mantengan los apoyos, ya que vamos a tener una dificultad enorme para que los patrocinadores puedan renovar o mantener los importes como hasta ahora. Lógicamente contamos con la Universidad de Burgos, vínculo que me gustaría implementar mucho más, no solo económicamente sino en otros aspectos en los que podemos ayudarnos. Por otro, la Diputación está revisando las subvenciones a la baja, pero espero que a los clubes que nos somos puramente profesionales nos las mantengan y podamos también ampliar nuestra colaboración y promoción por toda la provincia. Por último, con el Ayuntamiento de Burgos, tras el convenio firmado la pasada temporada, el entendimiento es más que satisfactorio, máxime cuando su concejal de Deportes, Leví Moreno, declaró que no iban a existir alteraciones en las subvenciones para el próximo curso. Ni al alza ni a la baja, y además tenemos puntos de mejora del convenio que estamos tratando.

¿La próxima temporada seguirán las mejores en el Campo Bienvenido Nieto de San Amaro?
Digamos que al respecto tenemos dos debes por parte del Ayuntamiento: la equiparación de las tasas de alquiler del campo con la misma bonificación que a los clubes de fútbol, y la mejora general de la instalación, que de esto se podría escribir un libro.
¿Mejoras como cuáles?
Pues que haya una mayor visibilidad desde las gradas, cambiar las de madera por gradas mas modernas y con mayor altura y visibilidad, el asfaltado de las zonas externas del las gradas, la protección contra el agua en la grada nueva, mejoras en los vestuarios, instalación de una zona de bar fija, una plataforma en condiciones para las televisiones y los analistas-entrenadores, una sala debajo de las gradas para habilitarla como zona de atención a las autoridades, rivales, prensa, patrocinadores, etc. En realidad lo que queremos con San Amaro es un convenio de uso como tienen el Burgos CD o el CD San Pedro, y que podamos gestionar esa instalación nosotros.

¿Ha sido esta una temporada de mucho desgaste en todos los aspectos, más allá de la incidencia del COVID19?
Como todas las últimas cinco temporadas, digamos que hemos vivido un crecimiento enorme con pocos medios. La transformación del club ha sido épica, así que menos mal que contamos con muchos, aunque aún no suficientes, directivos, entrenadores, colaboradores, etc. Lo que sí me desgastó mucho fue la marcha de la directiva de gente como Eduardo González y Álvaro de Diego.
¿Ha interferido durante esta temporada su paso adelante a nivel político en el partido VOX? ¿Daría ahora marcha atrás?
He seguido dedicando al club el mismo tiempo y la misma intensidad que en los últimos años. Son dos cosas distintas y las he diferenciado siempre mucho, y creo que la mayor parte de la gente también. No daría marcha atrás ni de lejos. Me metí en política para ayudar, y es más, si mi partido me lo pide, seguramente acabe más implicado aún. El rugby no me permite meterme de lleno porque lo primero es el Aparejadores, y todo no se puede hacer.

¿Igual estamos entonces ante su último año al frente de la presidencia del Aparejadores Burgos?
Desde luego, el próximo será mi último año de legislatura, por así decirlo, y no te voy a engañar, estoy deseando que alguien me llame y me diga que le gustaría coger las riendas del club. Pero primero tenemos que acabar los objetivos iniciales y además debo contar con la directiva, que sin ellos esto no funcionaría. Ellos son los currantes, junto con los entrenadores y voluntarios, y no puedo dejarles colgados. Por otro lado, me gano la vida trabajando en mi empresa, y eso parece ser que se me ha olvidado durante los últimos cinco años, en los que he trabajado para el club como si fuese mi empresa y a mi empresa le he dedicado menos tiempo del que era necesario. Eso me ha perjudicado muchísimo económica y personalmente, así que es tiempo de hacer balance y quizás cambiar prioridades.